Parece que la curva de contagios de infecciones respiratorias, especialmente la gripe, inicia el descenso, aunque esto no les sirva de consuelo a los que en este momento están en plena enfermedad, sufriendo la fiebre, los mocos o la tos.
Cuando esto nos ocurre echamos manos de los antitérmicos, antigripales y cualquier remedio para aliviar los síntomas.
Aun así, muchas veces la tos y los mocos no nos permiten sentirnos mejor. Pero podemos hacer algo más, acudir a un fisioterapeuta, para acelerar el proceso de recuperación de estas enfermedades.
“Tratamos al paciente con técnicas destinadas a facilitar la educación respiratoria, la higiene bronquial y el automanejo de la enfermedad, y elaboramos programas de ejercicio terapéutico y de reentrenamiento al esfuerzo, para su readaptación a la actividad cotidiana tras los procesos más severos”, explica Aurora Araújo, decana del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM).
¿Qué ejercicios podemos hacer para aliviar los síntomas?
La tos y el exceso de mucosidad pueden ser muy molestos pero los fisioterapeutas madrileños señalan que existen ejercicios respiratorios que mejoran algunas de las molestias derivadas de la gripe, el catarro o la neumonía.
Son ejercicios respiratorios diafragmáticos y de la parrilla costal que facilitan la expectoración, el control de la tos y que activan y relajan la musculatura inspiradora y espiradora.
También mover los brazos, realizando movimientos de flexión, extensión y abducción, va a ayudar en este sentido. El cuello juega también un papel fundamental, moviéndolo de derecha a izquierda y hacía arriba y hacia abajo.
- “Estos ejercicios, realizados en series de seis, en secuencias de 30 segundos, durante cuatro veces al día, permiten evitar otros posibles problemas derivados de estas enfermedades respiratorias”, señalan desde el CPFCM.
Además de estos ejercicios, los fisioterapeutas madrileños también recomiendan que, si estamos malos, y aunque no apetezca otra cosa que estar tirado en la cama, lo mejor es caminar “por la casa para que no se incremente el dolor en las articulaciones”.
Ejercicios para recuperar el volumen pulmonar
En algunas ocasiones la mucosidad tiende a bajar de las vías respiratorias altas. Si esto ocurre, y solo en los casos leves, existen una serie de ejercicios “encaminados a aumentar el volumen pulmonar inspiratorio y reducir la dificultad respiratoria”:
- Respiración con labios fruncidos. Los especialistas señalan que “inspirar lentamente por la nariz, aguantar el aire 2-3 segundos, si se puede, y soplar lentamente por la boca formando una U con los labios, puede ayudar a reducir la sensación de disnea o dificultad respiratoria”.
- Respiración abdominal o diafragmática. Solo hay que tumbarse con las piernas flexionadas o sentarse en una silla, colocar las manos en el abdomen para notar como la barriga se hincha al tomar aire y se reduce al sacar el aire, y tomar aire por la nariz y sacarlo lentamente por la boca con los labios fruncidos. Desde el CPFCM recomiendan hacer entre 10 y 15 respiraciones tanto por la mañana como por la tarde.
- Respiración costal. “Tumbado con piernas estiradas o sentado en una silla; manos en el tórax para notar como infla al tomar aire al inspirar por la nariz y se desinfla al sacar el aire lentamente por la boca con los labios fruncidos”. También se debe hacer mañana y tarde, 10-15 respiraciones en cada momento.
Ejercicios para eliminar secreciones
- Ejercicios de espiración lenta con la boca abierta. Este tipo de ejercicio se realiza tumbándose sobre un costado y pude hacerse dos veces al día durante 5 minutos, por cada lado. “Si en algún momento durante el ejercicio aparece tos para expulsar una secreción, se recomienda pasar a la posición de sentado, inspirar profundamente y toser”, señalan los fisioterapeutas.
- Ejercicios de espiración con ayuda de presión espiratoria positiva doméstica. Esto no es otra cosa que realizar espiraciones ayudándose de una botella y una pajita, durante 5-10 minutos, dos veces al día.
La botella debe estar llena hasta la mitad y la pajita ha de colocarse a 3 cm del fondo. Así, se procede a soplar por la caña. de la botella; la longitud ideal del tubo o cañita es de 40 cm., pero si no, lo que se tenga disponible en casa; llenar de agua hasta la mitad de la botella más o menos.
Todos estos ejercicios deben realizarse en casos leves, cuando no hay fiebre o una dificultad respiratoria grave. En estos casos lo mejor es consultar con un especialista para determinar la gravedad de los síntomas.