La industria del fútbol continúa su proceso de integración en Arabia Saudí, quien ha tomado decididamente el relevo de Qatar en cuanto a celebración de acontecimientos deportivos. El precio social a pagar, en cualquier caso, continúa siendo alto. Así se desprende de las recomendaciones remitidas por el Fútbol Club Barcelona a sus socios y seguidores de cara al viaje a Riad, donde entre el miércoles y el domingo se disputará una vez más la Supercopa de España.
El club azulgrana, en connivencia con la Federación Española de Fútbol y siguiendo las instrucciones de la embajada de España en Riad, ha expresado a sus socios la necesidad de seguir una serie de recomendaciones. Entre ellas destacan las que tienen que ver con el colectivo LGTBI, perseguido en Arabia Saudí, o todo tipo de comportamientos que el gobierno saudí considera “inapropiados”.
“Se recomienda tener respeto y prudencia en los comportamientos en público y demostraciones de afecto. El comportamiento indecente, incluyendo cualquier acto de carácter sexual, podría tener consecuencias legales para los extranjeros. También pueden ser motivo de sanción las relaciones entre personas del mismo sexo y las muestras de apoyo al colectivo LGTBI, incluso en las redes sociales“, indica el Fútbol Club Barcelona.
Derechos Humanos
Arabia Saudí, el tercer país que más aplica la pena de muerte en el mundo y del que las organizaciones humanitarias acostumbran a denunciar la constante violación de los Derechos Humanos, continúa aplicando su política de blanqueamiento deportivo. Mientras Barcelona, Osasuna, Real Madrid y Atlético disputarán la cuarta Supercopa de España en territorio saudí, a los clubes no les queda otra que avisar a sus seguidores para que extremen la prudencia durante su estancia en Riad.
En en listado de advertencias, el Barcelona pide a sus socios y socias que sean “prudentes” y también “adoptar, especialmente en lugar públicos, una actitud discreta”. A su vez, también recuerda que las leyes del régimen teocrático liderado por el príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, prohíbe “las concentraciones o manifestaciones o marchas y todas las actividades que el gobierno considere contrarias a la paz social o al orden público”.
Mientras Mohamed bin Salmán continúa tratando de publicitar los cambios en Arabia Saudí a través del deporte, en el país continúa imperando el sistema de tutela masculina, por el que la mujer necesita la aprobación del hombre para buena parte de las decisiones de su vida.