En paralelo al frenesí propio de estas fechas de la Premier, las secciones de deportes de la prensa inglesa se han encontrado como regalo de Navidad a un nuevo fenómeno al que escrutar y espolear. Se trata de Luke Littler, un prodigio con los dardos de solo 16 años. Desde aquí puede parecer un mero entretenimiento de pub al que se juega con la espumita de la cerveza en el labio superior, pero en Inglaterra es cosa seria, y más en estos días en que se disputa el Campeonato Mundial en Londres. Littler es el más joven de la historia en alcanzar los cuartos de final después de derrotar este sábado a su ídolo, el veterano Raymond Van Barneveld. En vivo le apoyaron de forma enfervorizada las gradas del Alexandra Palace, como se ha visto en las rondas anteriores de un acontecimiento que retransmite Sky Sports para todo el país. “¡Mañana no tienes colegio!”, le cantó el pabellón al unísono tras la victoria. Humor británico, se supone.
La puntería de Littler, apodado ‘The Nuke‘ (misil nuclear), tiene cautivada a la audiencia británica, que ya conoce un sinfín de detalles de su vida gracias a la repentina y abrumadora cobertura de su proeza. Viene de ganar en noviembre el Mundial juvenil, pero su salto de popularidad se ha producido ahora, con cada ronda que ha ido superando ante rivales curtidos, a los que ha desarbolado con puntuaciones elevadísimas. Sus seguidores en redes sociales se han multiplicado y futbolistas del Arsenal como Declan Rice y Aaron Ramsdale se han querido hacer fotos con él, pese a que es seguidor confeso del Manchester United.
Littler tiene cara de persona mayor, pero sus reacciones y sus declaraciones delatan la ternura de la edad. “Es increíble. Solo quería ganar una partida y he ganado tres. He luchado por lograrlo, pero estoy muy feliz”, dijo el miércoles tras derrotar al canadiense Michael Campbell. Antes, en segunda ronda, se cargó al campeón británico, y después, a Van Barneveld. Y tras cada victoria, mientras sus rivales se bajan una cerveza, él se va con sus padres a comer un kebab acompañado de un refresco y lo cuelga en sus redes sociales, imagen que se ha viralizado pese a su máxima simpleza. “El otro día entré y vi que era trending topic por delante de Mbappé. Qué locura. Es para no creerlo”, enfatizó.
“Es impresionante”
Ha explicado que esta semana que ha podido regresar por unos días a su casa de Warrington (entre Liverpool y Manchester) se ha dedicado a jugar a la Xbox y a visionar los grandes momentos de sus victorias, recreándose en el ruidoso apoyo que recibe de los aficionados. “Cuando voy a lanzar, casi no puedo pensar hacia dónde tirar. No paran de animarme. Es impresionante”, ha declarado.
Del adolescente se sabe que cogió por primera vez un dardo a los 18 meses. Corre un vídeo doméstico por ahí que lo acredita. Y que se apuntó a un club de dardos a los 8 años. Y que en los dos últimos años ha ganado todo lo que se le ha puesto por delante en categoría juvenil. Pero ahora, esta Navidad, es cuando ha dado el salto.
Se ha garantizado ya 50.000 libras (casi 60.000 euros) en este Mundial, la mayor bolsa de su carrera. El ganador recibirá un cheque de 500.000, pero eso no parece aún al alcance de Littler. Pero quién sabe. “El sueño continúa”, le dijo a su madre el miércoles desde el escenario en que ha recibido el fogonazo de popularidad.