Perder un pie en un terrible accidente en una pista de esquí parece un revés vital insoportable, pero Fiona Pinar rápidamente encaró su nueva vida como amputada como una oportunidad. “Queda raro explicarlo así, pero cuando tenía dos piernas siempre quise participar en unas olimpiadas. Me parecía algo inalcanzable, que había mucho nivel. Cuando perdí el pie decidí verlo como un reto personal”, explica a este diario la joven deportista, de 20 años, estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas.
La historia de Fiona, una apasionada del atletismo y del deporte en general, llegó a la redacción a través de una carta de su madre, Eduïna Morales; un texto con el que simplemente buscaba “desahogarse”, dice, pues han sido “dos años muy duros”.
Fiona estaba esquiando con unas amigas en la estación de La Molina un 29 de enero de 2022. Resbaló y se rompió la tibia y el peroné. En la caída perdió la bota. Se quedó inconsciente y despertó en el Hospital de Girona el 2 de febrero, un día después de su aniversario. “Fue muy extraño recibir felicitaciones en el móvil deseándome una rápida recuperación. Ripoll es muy pequeño, un pueblo, y todo el mundo sabía que había perdido una pierna”, rememora la joven.
Su madre recuerda perfectamente nunca olvidará ese aniversario, celebrando la vida después siete intervenciones. “Cuando despertó del coma inducido lloró mucho, pero al poco tiempo se fijó como objetivo seguir haciendo deporte y participar en unos juegos paralímpicos”, relata Eduïna, quien protesta en su carta por las pocas ayudas que ha tenido su hija hasta la fecha. “Si eres un deportista federado y tienes una carrera deportiva, te ayudan. Pero si eres un deportista anónimo, que no ha hecho del deporte su vida, es muy complicado salir adelante”, sostiene.
“El deporte es fundamental para los jóvenes, les va la salud mental en ello”
El catálogo ortoprotésico del Ministerio de Sanidad es insuficiente para “personas enamoradas del deporte” como Fiona, subraya Eduïna, que agradece la pierna ortopédica convencional que le ofreció el sistema sanitario, pero considera que debería brindar otras herramientas para que “las personas más jóvenes y activas con alguna discapacidad puedan participar plenamente en la sociedad”. En otras palabras, considera que no es normal que personas mayores y jóvenes, con intereses diferentes, opten a los mismos implantes. “El deporte es fundamental para los jóvenes -continúa-, les va la salud mental en ello”. En esa misma línea, Fiona sostiene que “una prótesis que solo sirve para estar sentado delante de un ordenador o bajar al supermercado no permite hacer una vida realmente normal”.
Catálogo limitado
El Comité Paralímico Español (CPE) comparte la visión de Fiona y lleva años luchando para que el catálogo ortoprotésico con el que trabaja la Seguridad Social se abra al deporte. “Se trata de una reivindicación histórica”, explica a este diario el director de Comunicación y Relaciones Externas del CPE, Luis Leardy Antolín, uno de los coordinadores del ‘Libro blanco del deporte de personas con discapacidad en España’, presentado en 2019.
“Una de las conclusiones del libro blanco es que el deporte es una necesidad de primer orden. El deporte es la principal actividad de ocio par las personas con discapacidad, pero muchas veces se encuentran con barreras. Por eso pensamos que igual que hay prótesis que persiguen y consiguen la integración laboral de estas personas, también se debería garantizar la integración en el deporte, a todos los niveles, no solo profesional”, apunta Leardy, también secretario de la comisión de deportes del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI).
“El deporte es la principal actividad de ocio par las personas con discapacidad, pero muchas veces se encuentran con barreras”
El principal obstáculo con el que se encuentran deportistas como Fiona es el coste de muchos materiales indispensables para realizar algunas modalidades, materiales como ‘handbikes’ y prótesis para correr, por lo que el CPE y el CERMI proponen medidas concretas en el libro (página 344) como “crear fórmulas de financión o reducción de costes del material deportivo específico” mediante la citada introducción en el catálogo de prestación ortoprotésica del Sistema Nacional de Salud y la aplicación de un IVA reducido o superreducido de estos materiales.
Promesas Paralímpicas
El sueño actual de Fiona, que ya está entrenando en un club de atletismo de Vic, es competir en los próximos Juegos Paralímpicos en las modalidades de 100 y 200 metros. Ese sueño está un poco más cerca desde que tiene una prótesis de alta tecnología especial para correr. La tiene desde hace solo dos semanas y les ha costado unos 8.000 euros. Dos años ha necesitado la familia Pinar Morales para reunir este dinero, principalmente aportaciones de familiares y de la propia Fiona, que fue imagen de una conocida marca de ropa deportiva en una campaña publicitaria centrada en el deporte adaptado.
“La prótesis que tengo me permite hacer esprint -puntualiza la joven-, porque la amortiguación es muy rígida. Para largas distancias necesitaría otra diferente”. También necesitaría un implante especial para esquiar de manera profesional, una opción que no descarta radicalmente. Sin ir más lejos, del 1 al 5 de enero volverá a las pistas de La Molina para participar en el programa Promesas Paralímpicas de Deportes de Invierno organizado precisamente por el Comité Paralímpico Español y digirido a jóvenes entre 11 y 30 años. Será la primera vez que pruebe el snowboard, una disciplina relativamente nueva en la historia de los Paralímpicos –la primera vez fue en Sochi 2014- y donde podría tener opciones para competir internacionalmente. Acude a la cita con mucha ilusión, pero sin presión. Si se le da mal o no le convence eso deslizarse con la tabla, añade, siempre le quedará el tartán.