La gripe es una enfermedad altamente contagiosa. Se propaga fácilmente a través del aire cuando alguien infectado tose o estornuda. Por ello, cuando llega el frío, los enfermos caen en efecto dominó, pasándose el virus de unos a otros.
La verdadera preocupación llega cuando el infectado pertenece a un grupo de población vulnerable a esta enfermedad. ¿Qué quiere decir? Que esa persona, por sus condiciones, tiene un riesgo elevado de que la gripe le desencadene complicaciones mucho más graves que la propia infección. Y por su elevado porcentaje de contagio, es crucial tomar consciencia sobre la importancia de la vacunación contra la gripe. No se trata únicamente de un mecanismo de autodefensa, sino de la alternativa más efectiva para proteger al entorno.
Con tal de abordar esta problemática, la farmacéutica Sanofi ha querido reunir a tres profesionales del sector sanitario para compartir conocimiento y poner en el epicentro de la conversación la importancia de la vacunación antigripal.
Las participantes, la doctora Esther Martínez, médico geriatra en el Hospital de la Santa Creu, la doctora Amelia Carro, cardióloga en el Instituto Corvilud, y la doctora Esther Redondo, médico de familia del Grupo de Trabajo IMVAP de SEMERGEN, han compartido puntos de vista, y han llegado a una conclusión común: la importancia de vacunarse contra la gripe, especialmente si se pertenece a un grupo de población de riesgo ante la infección.
Un contexto “preocupante”
La doctora Redondo, quien también es responsable del área de vacunas del centro sanitario en el que trabaja, empezó su intervención hablando del Gripómetro de Sanofi, un estudio demográfico que monitoriza la evolución de las coberturas de vacunación de la gripe en distintos grupos poblacionales. Se lleva a cabo en diferentes oleadas y durante la campaña de vacunación antigripal, permitiendo obtener información a nivel nacional, por Comunidad Autónoma y en varios grupos de edad.
La doctora hizo hincapié en que los datos de este año son “desesperanzadores” porque las coberturas en personas de más de 60 años están actualmente en torno a un 48,5%, lo que significa que ha caído la cobertura respecto al año anterior en estas mismas fechas.
Sin embargo, la doctora Redondo destacaba que en la campaña de vacunación antigripal de este año la novedad positiva ha sido que los niños de entre 0 y 5 años también pueden acceder a la vacuna como población de riesgo.
Por su parte, la doctora Carro quiso añadir que en las personas de más de 60 años y con enfermedades cardiovasculares “hay infravaloración a la enfermedad de la gripe”, y por lo tanto, “se obvia vacunarse”. “Ante esta situación nuestra única esperanza es que los niños menores de cinco años se vacunen y protejan a los abuelos de contagiarse de gripe”, reflexionaba la cardióloga.
La población de riesgo
En los extremos de la vida se encuentran los principales grupos poblacionales vulnerables ante la enfermedad. Es decir, los niños y niñas menores de 5 años y las persones mayores de 60. En términos de edad, se consideran población de riesgo, ya sea por la inmadurez del sistema inmune o por el envejecimiento del mismo.
En concreto, cabe mencionar que en España, durante la temporada 2019/2020, entre el 70-85% de las muertes relacionadas con gripe estacional se produjeron en personas de más de 65 años.
La doctora Carro subrayó a las personas con patologías crónicas, como por ejemplo aquellas con problemas renales, cardiovasculares, respiratorios, hepáticos, de diabetes o anemia crónica, entre otras posibilidades como los perfiles todavía más vulnerables a padecer complicaciones. A lo que la doctora Redondo añadió a las embarazadas, con un alto riesgo para ellas y para su feto, y al personal sanitario, por su contacto diario con personas que tienen la enfermedad.
«Los pacientes con patologías cardiovasculares tienen mayor riesgo de recaer por una gripe»
La doctora Martínez incidió en la población de más de 60 años para explicar que muchas veces la propia enfermedad de la gripe no es un problema. No obstante, es muy común ver que a las pocas semanas presentan complicaciones en el aparato cardiovascular. De hecho, los datos oficiales aseguran que la gripe aumenta hasta 10 veces más el riesgo de padecer un infarto de miocardio, hasta 8 veces el riesgo de ictus y neumonía e incrementa hasta un 74% los eventos glicémicos, en personas totalmente sanas.
La doctora Carro añadía que las personas mayores de 60 años con diabetes, hipertensión o fumadoras, entre otras, tienen más números de sufrir complicaciones tras una gripe que una persona sana, y que estas complicaciones podían llevar a la hospitalización. Según datos de entre 2008 y 2018 en España, las hospitalizaciones de este grupo de personas suponieron del 26,4% del total.
Vacunarse para prevenir
“Si te vacunas contra la gripe, puede que aún así te contagies de esta infección, pero la pasarás como un costipado, o en cualquier caso, levemente, sin complicaciones. Sin embargo, la población de riesgo que decide no vacunarse, no solo se expone a contagiarse, sino a que la enfermedad pueda desencadenar en riesgos que conlleven la hospitalización e incluso el fallecimiento”, introducía rotundamente la doctora Redondo. Además, ponía énfasis en los más de 50 años que la vacuna de la gripe lleva funcionando, insistiendo en que hay “millones de personas vacunadas y, además, se trata de una vacuna inactiva, por lo que es imposible contraer la gripe a causa de la vacunación”.
Asimismo, la doctora Martínez afirmaba una “evidencia aplastante en cuanto a la reducción de ingresos en personas de más de 65 años que habían decidido vacunarse”.
La evidencia científica
Actualmente, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), únicamente evalúa a las vacunas antigripales para adultos en base a resultados de inmunogenicidad, es decir, la capacidad que tienen estas de generar respuesta inmune. Por ello, estudios que emplean metodologías observacionales y aleatorizadas, pueden ser el futuro de la investigación en este campo porque son útiles para demostrar el impacto real de la vacunación en la reducción de las complicaciones asociadas a la infección. Las tres doctoras coincidieron en que la evidencia científica es más que demostrable.
«Cuantas más personas se vacunen de la gripe más eficaz será la vacuna»
Sobre la carga de las vacunas, la doctora Redondo especificó que las vacunas de efectividad moderada son más eficientes a medida que el número de vacunados aumenta. Para las personas mayores, que sufren con mayor intensidad la enfermedad, “hay vacunas específicas”, resaltaba. A esto, la doctora Martínez añadía que las vacunas de imunogenicidad reforzada “son las que han demostrado mejores resultados entre la población mayor y vulnerable”.
«La evidencia científica de la vacuna es aplastante y perfectamente demostrable»
La doctora Carro, por su parte, concluía la pregunta analizando que entre los pacientes con enfermedades cardiovasculares hay “mucha evidencia científica sólida y específica en relación a las vacunas”. Y finalmente, aludió a los pacientes cardiovasculares a estar en estado de alerta tras superar una gripe. “Si notamos síntomas similares a los que hemos tenido durante un brote de la enfermedad, como un ictus o un infarto, tenemos que estar muy atentos”, explicaba la cardióloga y añadía que “los síntomas que no tenemos normalmente, también pueden ser motivo de consulta”.
Concienciar a las personas
Como en muchos otros ámbitos, la educación es un pilar fundamental para informar a la ciudadanía. “Para ello, es crucial tener tiempo en consulta, y la atención primaria está saturada, entre otras cosas, por la carga burocrática”, manifestaba la doctora Redondo. “La autoridad sanitaria debería de contar con los profesionales sanitarios para las campañas de vacunación y debería haber más inversión pública”, insistía la médico de familia. Por su parte, la doctora Martínez subrayaba que “la vacunación es clave para tener un envejecimiento saludable y debería estar tan interiorizada como la nutrición o el deporte”.
La doctora Carro centraba su última aportación refiriéndose a la gripe como “tos, fiebre y algo más”, un “algo más” que puede ser “muy preocupante”, ya que la enfermedad cardiovascular es “la que más muertes genera en el mundo” y puede venir provocada o agudizada por una gripe.
Finalmente, se abordó la desinformación y los mitos alrededor de la vacuna, apelando a la “evidencia científica demostrable” como fuente fiable ante las opiniones de las personas no expertas, defendiendo la vacuna como la mejor prevención.