Con un gran impacto en redes sociales y en el ámbito digital, Martita de Graná ha logrado en apenas cuatro años ser una referencia del humor patrio. En redes cuenta sus seguidores por millones, y sus giras, claro, se han convertido en multitudinarias (y en un seguro de vida para los programadores). De hecho, este fin de semana regresa a Murcia y no lo hace a ningún bareto o sala; tampoco a un teatro. Hoy y mañana -porque encima hará dos sesiones- se subirá a las tablas del Auditorio Víctor Villegas de la capital del Segura con ¡Martita sea!, su último espectáculo, y todo apunta a que se colgará el cartel de ‘No hay entradas’.
Iba para profesora, llegó a ejercer. Y ahora tiene un millón de seguidores en Instagram, 124.000 suscriptores en Youtube y es una referencia del humor tanto en redes como en el directo. ¿Se imagina cómo hubiera sido su vida si siguiera dando clase?
Pues no lo sé. Pero era algo que me gustaba mucho, y hubiera sido muy feliz; estoy segura. Aunque estoy encantada con lo que me ha tocado vivir, claro…
¿Se aprovechan los canales digitales para el aprendizaje?
Tengo amigas que los utilizan mucho desde un punto de vista pedagógico. También en lo referente al contacto con los padres. Como con todo, si se utilizan bien -también las redes- pueden ser herramientas maravillosas.
Y usted, ¿se esperaba tener tanto impacto y seguidores por esas vías?
¡Para nada! Soy una negada para todo lo que tiene que ver la tecnología; nunca imaginé acabar así. Ahora ya sé algo más, claro, pero sigo teniendo nociones muy básicas.
Para los analógicos, que aún se resisten, ¿qué tiene de especial este formato [las redes], esta nueva forma de llegar a la gente?
Más que qué es lo que tiene de especial, te diría que no queda otra que aceptarlo: hay que aprender por cojones, porque en el mundo en que vivimos es así, y nos lo exige, así que lo mejor es intentar conocer y entender este mundo lo más rápido posible. Además, como digo, en las redes sociales hay muchas cosas muy negativas, y gente que opina de todo y lo que le da la gana sin ningún tipo de filtro, pero también tiene una cosa maravillosa y es que con ellas llegas a todo el mundo, que las noticias se pueden transmitir desde cualquier lugar y para cualquier lugar y que cuando se quiere ayudar a alguien es mucho más fácil.
¿Cómo es la relación con sus seguidores?
Muy emocionante, la verdad. Casi todos los días recibo mensajes muy bonitos de mis seguidores… Yo solo intento hacer reír, y con muchos lo consigo y es una satisfacción enorme. Cuando me escriben y me dicen que han tenido un mal día y que en cierto modo yo se lo he arreglado -porque se han topado con un vídeo mío o lo que sea- me emociono muchísimo; es algo precioso. La comedia sirve para desconectar.
¿Los cómicos sienten que tienen una responsabilidad, casi como si fueran los terapeutas de todo el mundo?
En el confinamiento sí que lo notamos especialmente. La gente te reacciona y te agradece, y notas esa responsabilidad. Pero siempre de buena manera, como un reconocimiento de que estás haciendo un bien, de que tu trabajo es para muchos como una terapia en días grises.
Actualmente se encuentra presentando su último show, ¡Martita sea! ¿Qué nos puedes contar?
Pues que la de este espectáculo es la Martita de siempre, pero que también los años pasan y ella, lógicamente, van evolucionando. Sobre eso va, sobre esas vivencias y experiencias. Y me atrevo con otras cosas, porque siempre quise subirme a un escenario a cantar, aunque no tenga buena voz, y en este show lo hago hasta con un guitarrista, haciendo parodias de canciones de toda la vida. Va a ser divertido.
¿Y cómo ha cambiado Martita en estos años?
Soy una persona más cuerda, con más paz mental y que sabe tomar decisiones más fácilmente.
Y que se moja. El feminismo siempre está presente en sus trabajos…
Sí, soy una firme defensora del movimiento feminista, y cuando veo algo que no me gusta suelo saltar… Hay que seguir luchando para llegar a la igualdad efectiva.
En el mundo de la comedia, la mujer lleva ya unos cuantos años estando muy presente. ¿Considera que ya se la reconoce como es debido?
Ojalá no hubiera que seguir reivindicándolo… Hay compañeros que dicen que no se tiene que hablar tanto sobre este tema, pero yo creo que hay que seguir haciéndolo. Aún así, el papel de la mujer en la comedia ha avanzado muchísimo en los últimos años, y me considero un poco responsable de que así sea (fui de las primeras en vender entradas)… Así que sí, hemos avanzado, hay más igualdad, pero falta todavía.