El motociclismo valenciano tiene nuevo campeón del mundo. Jaume Masià no tendrá que esperar a Cheste para celebrar el título después de su exhibición de este domingo en Losail, donde ganó la carrera y aprovechó el hecho de que Sasaki no acabara en el podio. Un título más que merecido para el de Honda, que llegará al Circuit Ricardo Tormo ya sin presión.
Lejos de tirar de calculadora, Jaume Masià salió decidido a ir a por la carrera, sin miedo a los adelantamientos y poniéndose cuarto en la segunda vuelta. Insuficiente para intentar ser campeón del mundo en Catar y menos con un Sasaki que ya era primero.
Pero el de Algemesí quería más y en la tercera vuelta, tras colocarse a la estela del japonés, intentó adelantarle en una acción al límite que les llevó a tocarse, sin que por suerte ninguno se fuera al suelo. Los dos grandes candidatos al título, con permiso de Alonso y del también valenciano Holgado, perdían posiciones, pero seguían en el grupo de cabeza.
Pero al margen de la lucha por el título, fue especialmente llamativo ver en la quinta vuelta a tres valencianos en las posiciones de podio, con Daniel Holgado, Iván Ortolá y el propio Jaume Masià.
Sólo Sasaki, obligado a arriesgar, les metía rueda y una vuelta después, el japonés se ponía primero, seguido del propio Masià. Pero en una carrera en grupo, el intercambio de posiciones era constante , mientras empezaban a llegar caídas como la de Moreira, que había salido en primera fila.
Los comisarios, tras una nueva acción de Masià sobre Sasaki similar a la primera, advirtían al valenciano, aunque por suerte sin sanción.
Errores de Sasaki
Los adelantamientos entre uno y otro se sucedían en las siguientes vueltas, en busca de unos puntos de oro de cara a la última carrera de Cheste. Pero cuando parecía que el título ya no se iba a decidir en Losail, un error de Sasaki le alejaba de la cabeza , mientras Masià se mantenía primero. Unas posiciones que le daban el título a Masià.
El japonés intentaba recortar posiciones, pero a la desesperada, cometió otro error que el dejó el título en bandeja a Masià, quien cruzó primero la línea de meta para proclamarse campeón a lo grande, desde el cajón más alto del podio. Antes, eso sí se abrazó en la pista a su compañero a Adrián Fernández y no pudo evitar echarse al suelo para besar a su moto, la Honda con la que ha sido campeón del mundo antes de dar el salto a Moto2.