El futuro de Kylian Mbappé no pasa por el Santiago Bernabéu. Al menos así lo comentó su presidente, Florentino Pérez, a algunos de sus allegados en una comida que se celebró días antes de la asamblea. Varios medios se han hecho eco de esta información, aunque desde el Real Madrid no se ha querido confirmar la misma.
Sin embargo, el máximo mandatario del club blanco ha ido acumulando razones en los últimos meses que le han llevado a perder el interés en el fichaje del delantero francés, quien ha dejado de ser el objetivo prioritario del Real Madrid para el próximo verano. Hay quien ve detrás de este golpe de timón una maniobra para abaratar la negociación con el francés y sus agentes, pero hay razones que indican que la confidencia del presidente durante el citado encuentro es firme.
El sobrecoste del Santiago Bernabéu
El club prioriza todos los esfuerzos económicos en la reforma de su estadio. El proyecto, cifrado al inicio en 525 millones de euros, se ha disparado “por mejoras no previstas” y por “el aumento de costes debido a la pandemia y la guerra en Ucrania”, según explicó Florentino Pérez en la asamblea. La junta directiva blanca pidió a sus socios permiso para solicitar un tercer crédito de 370 millones para el Bernabéu, lo que ha elevado la financiación de las obras a un total de 1.170 millones de euros, que resulta de los 575 millones del crédito de 2018, 225 más en un segundo en 2021, y estos 370 de ahora.
A día de hoy, el Real Madrid ha gastado en las obras 892,7 millones, que proceden de los 800 que suman los dos primeros créditos y otros 92,7 de fondos propios. Fuentes del club señalan que esos 92,7 de fondos propios que se cogieron de la caja originariamente estaban destinados a un gran fichaje (todo apunta al de Mbappé), pero el estadio se ha convertido en prioridad, hasta el punto de que Florentino decidió no fichar un 9 tras la marcha de Benzema. Entre las mejoras que han encarecido el coste de la remodelación y que se acometerán con este tercer préstamo, Pérez apuntó que aparecían el videomarcador, la acústica del estadio, la mejora de la iluminación, pantallas audiovisuales, una sala de control de eventos, espacios comerciales y salas vip.
El descomunal salario de Mbappé
A este sobrecoste que ha generado la remodelación se unen las dimensiones colosales de una operación como es la del fichaje de Kylian Mbappé. Según revelaba el diario ‘Le Parisien’, el contrato de Mbappé en el París Saint-Germain le garantiza un salario de 72 millones de euros brutos al año, seis millones brutos al mes. A lo que habría que añadir una prima de renovación de 180 millones, dividida en tres pagos, y otra de fidelidad de 240 millones de euros cada final del mercado que decida continuar en el PSG (70 millones de euros brutos en 2022, 80 millones en 2023 y 90 millones en 2024). Cantidades en las que el Real Madrid nunca se ha manejado.
Hay que recordar, como ejemplo, que Vinicius Júnior acaba de ser renovado por el Real Madrid hasta 2027 viendo incrementada su ficha hasta convertirse en uno de los mejor pagados de la plantilla blanca con 12 millones netos. En el PSG hay más de cinco jugadores que superan una cifra y otra media docena que la rondan. Florentino realizó una primera oferta al Mónaco en su día para ficharle, en 2016, y entonces los agentes de Kylian le pidieron 12 millones netos de ficha. Eso provocó que el Pérez se levantase de la mesa, después de ofrecer 120 millones por el delantero al club monegasco, y rompiese cualquier negociación. Florentino no está dispuesto a romper su escala salarial y, sobre todo, la sostenibilidad financiera del club por un fichaje.
Los desplantes y el ego del jugador
Los cambios de opinión de Mbappé, especialmente la última con su renovación por el PSG cuando ya tenía un acuerdo cerrado con los blancos, han terminado por desencantar a un Florentino que se ha sentido ninguneado por el delantero francés. A eso se suman los diferentes episodios que ha protagonizado Mbappé en el PSG, con encontronazos con compañeros como Neymar y Messi, su caprichoso comportamiento exigiendo el fichaje o la destitución de entrenadores y directores deportivos, sus desplantes a su propia afición… El ego de Mbappé también le ha generado roces en la selección, donde ha exigido llevar el brazalete y no se ha mordido la lengua a la hora de señalar a los compañeros que quiere en el once con él.
Y de todo esto ha ido tomando nota Florentino Pérez, que no quiere otro Cristiano Ronaldo en el vestuario. El portugués se creyó con poder para desafiar al presidente y terminó saliendo mal de un Real Madrid que se repuso sin problema a su marcha y siguió ganando Champions mientras él se retiraba a una liga menor como la saudí a amasar más dinero. Florentino no quiere otro Cristiano en el Madrid y Mbappé comienza a ser demasiado parecido.
Una planificación exitosa sin el francés
La planificación de José Ángel Sánchez y Juni Calafat ha resultado un éxito a corto, medio y largo plazo, por lo que el club tiene un presente brillante y un futuro ilusionante tras amarrar la continuidad de jugadores como Vinicius (2027), Rodrygo (2028), Bellingham (2029), Tchouameni (2028), Valverde (2029), Camavinga (2028) y Militao (2028, en breve será presentada la renovación). A todos ellos se sumará Endrick, que llega el próximo verano con un contrato hasta 2027 y una cláusula de renovación extensible hasta 2030.
Precisamente el brasileño ha sido el elegido para ocupar esa posición de delantero que estaba prevista para Mbappé y que echa en falta el Madrid tras la marcha inesperada de Benzema a Arabia. El crecimiento de Endrick con el Palmeiras le ha llevado a debutar con Brasil a sus 17 años, lo que ha acelerado enormemente los plazos de crecimiento del jugador. Y eso ha terminado de convencer a Florentino, JAS y Juni de que Endrick debe ser la apuesta definitiva para vestir el 9 blanco los próximos años.