Nadie en el ‘paddock’ del Mundial de MotoGP puede contarle a Alberto Puig, jefe del equipo Repsol Honda, qué se siente cuando tu pasión son las motos y las carreras. Ahora que Marc Márquez ha ganado un gran premio tras 1.043 días de sequía, todo el mundo considera al ocho veces campeón del mundo un héroe por su sacrificio, viacrucis y recuperación.
Pues que lo sepan, Puig, en 1995, ganó el GP de España de 500cc y se colocó a rebufo (99 puntos), en el Mundial de pilotos, de los australianos Mick Doohan (120) y Daryl Beattie (119). Y, en la siguiente carrera, en Le Mans, se estrelló a 220 kms/h. y se destrozó la pierna izquierda. Tanto que ha sufrido ya más de 20 operaciones. Y ahí sigue, apasionado por las carreras, disfrutando, siendo feliz, al ver, de nuevo, a Márquez, que fue su pupilo, en lo más alto del podio.
Para los que crean que Márquez ha hecho locuras para mantenerse vivo, por volver a ser competitivo, por volver a ganar, les contaré que Puig, cuando intentaba regresar, ya después de un montón de operaciones, se fue a Mallorca, alquiló una Honda CBR y se puso a 220 kms/h. a dos palmos del guardarrail en la autopista de Palma a Llucmajor, para saber si podía soportar el vértigo que provoca la alta velocidad, antes de dar el paso y volver a correr. Y volvió, sí.
Ayudar a Marc Márquez
“Cuando supimos que Marc estaba meditando dejar nuestro equipo, abandonar Honda, pese a tener aún contrato con nosotros”, explica Puig, nada más llegar a Misano, donde este fin de semana se celebra el GP de San Marino, “nos dolió el alma, pero yo, como expiloto y jefe de equipo, y Honda, como fabricante, entendimos que debíamos facilitarle las cosas, porque nos lo había dado todo y él no se encontraba a gusto. Marc quería ponerse a prueba, quería saber si, con una buena moto, seguía siendo competitivo”.
Puig cree que Marc renunció a muchísimas cosas a la hora de dar ese paso, de tomar una decisión tan dura. “Y no hablo de dinero, o no solo hablo de dinero. Y, en ese sentido, creo que no se ha valorado y reconocido, ya no digo agradecido, el papel de Honda, que fue muy, muy, generosa y comprensiva con Márquez, que sí lo ha agradecido publicamente”.
Puig entendió desde el primer momento que el que para él es el mejor piloto de las últimas décadas persiguiese la mejor moto para ponerse a prueba. “No solo lo entendí, sino que le ayudamos, porque me pareció muy honesto en todo momento. Yo sabía que en cuanto Marc se subiese a una moto ganadora, competitiva, incluso a la Ducati del 2023, volvería a ganar carreras. Jamás dudé de eso”.
“Desde el primer momento entendimos a Marc. Quería ponerse a prueba y le ayudamos. Creo que se ha valorado poco la generosidad que tuvo Honda a la hora de liberarlo. Marc, sí valoró ese gesto y aún sigue haciéndolo”
Puig reconoce que, el pasado domingo, al verle cruzar la meta de Motorland como ganador, se llevó una gran alegría. “Me alegré muchísimo de la victoria de Marc…y la esperaba”, confiesa en Misano. “Y le diré más: esperaba que ganase antes, pero me ha sorprendido mucho la diferencia que hay entre la Ducati de este año y la Ducati del 2023. Creo que esa diferencia, que es importante, ha impedido que Marc ganase carreras en el primer tercio de temporada. Eso y, por descontado, que tanto ‘Pecco’ (Bagnaia) como Jorge (Martín) e, incluso, Enea (Bastianini), están pilotando de maravilla y son tres grandes pilotos”.
Puig reconoce que su juicio es externo, pues no está metido en Ducati ni es ingeniero, pero cree que la diferencia entre la Ducati 2024 y la 2023 es superior a la que existía, el pasado año, entre la 2023 y la 2022, con la que algunos pilotos de equipos ‘satélites’ pudieron pelear con los oficiales con mayor facilidad que ahora. Ahora, de las 2023, solo la que pilota Marc Márquez, ¡menuda casualidad!, es capaz de luchar por el podio.
“Marc ha vuelto a ganar porque lo tenía clarísimo. Cuando tú te obsesionas por un objetivo, cuando tienes las cosas tan claras como las tiene Marc, cuando posees una determinación tan bestia, es imposible que lo que tú persigues no ocurra. Y menos tratándose de un fenómeno como Marc”
“Sí, en ese sentido, me he llevado una sorpresa y por eso digo que aún tiene más mérito lo que acaba de lograr Marc, ganar con una moto del año pasado a las oficiales de Ducati”, continúa explicando Puig. “No estoy metido en Ducati, pero llevo muchos años aquí, viendo y analizando las carreras y la diferencia entre la Ducati de este año y la del pasado año es grande, sí, por eso el mérito de Marc, al ganar en Aragón, es inmenso. Y, repito, lo esperaba, no me extraña lo más mínimo”.
Puig recuerda que cuando Marc llegó al Mundial, en 2008, al equipo KTM Repsol, de 125cc, él estaba allí, era el responsable de aquel equipo. “Yo sé mejor que nadie quién es Marc Márquez, que es un piloto con unas capacidades bestiales. Sé que, a raíz de su tremendo accidente en Jerez, mucha gente dudó de él. Y lo entiendo, pues se complicó todo, no solo las lesiones, la diplopía en sus ojos, la moto que no iba, pero, aún y con todo, yo jamás dudé que volvería a ganar, ¡nunca!”
“Cuando sufres todo lo que ha sufrido Marc y te lo digo por propia experiencia, jamás te recuperas del todo. Esas cosas, ese calvario, deja huella en tu cabeza. Estoy hablando de cuando te haces daño de verdad. Hay una gran diferencia entre hacerse daño de verdad y lesionarse o fracturarse algo, una grandiosa diferencia. Y Marc se ha hecho daño de verdad, de ahí su enorme mérito”.
Puig tiene muy claro, cristalino, los motivos por los que Márquez ha vuelto a ganar. El responsable del equipo Repsol Honda no habla de plan, ni de su valentía a la hora de tomar decisiones que, como ha reconocido el propio Marc, “afectaban a mi corazón”. No, no, habla de algo más profundo.
“La diferencia que hay entre la Ducati 2024 y la 2023, que me parece grande, ha impedido que Marc ganase en el primer tercio de temporada, de ahí que aún tenga más mérito lo que ha hecho. Entiendo que mucha gente dudase, pero yo sabía que él volvería a ganar”
“Marc ha vuelto a ser Marc, ha vuelto a ganar, no por su talento, por la Ducati, por su nuevo equipo…no, no. Marc ha vuelto a ganar porque lo tenía clarísimo. Cuando tú te obsesionas por un objetivo, cuando tienes las cosas tan claras como las tenía y tiene Marc, cuando posees una determinación tan bestia como la que tiene él, es imposible que lo que tú persigues, lo que tú te propones, no ocurra. Y menos tratándose de un fenómeno como Marc”.
Puig no es hombre de pronósticos, ni mucho menos, pero ve tan motivado a Marc, tan veloz, tan feliz, que no descarta que sus opciones de volver a ser campeón este mismo año se cumplan. “Todos estamos pensando en lo competitivo que será, el año que viene, con la Ducati oficial y toda una fábrica arropándole, pero yo no le descartaría en la pelea por el título. Está a 70 puntos del líder, pero quedan ocho fines de semana, 296 puntos en juego, son muchos, muchos. Y, además, ahora vienen muchos grandes premios seguidos, si te ocurre algo en alguno de ellos, lo puedes pagar en el siguiente. No sé, yo soy incapaz de decir que Marc no ganará el título este año, incapaz”.