¿Qué ocurre con Juan Ayuso? Es la pregunta que se están formulando cientos de aficionados al comprobar que uno de los dos grandes corredores de futuro del ciclismo español no está participando en la Vuelta para acompañar a Carlos Rodríguez, el otro valor, en la pelea por la clasificación general.
Ayuso, 21 años, corre en el conjunto del UAE, cuyo jefe de filas, como cualquier aficionado al ciclismo sabe, es nada menos que Tadej Pogacar. Es un magnífico contrarrelojista, buen escalador y que, además, sabe leer las carreras, algo importante para no quemarse en ataques absurdos ni para relajarse más de la cuenta cuando se intuye zafarrancho de combate.
Retirada antes de los Pirineos
Lo cierto es que Ayuso nunca tuvo a la Vuelta en la planificación de la temporada 2024, que contemplaba el debut en el Tour del ciclista alicantino nacido en Barcelona y criado en Atlanta, Estados Unidos. Todo se torció cuando el covid lo tumbó en la ronda francesa y abandonó la prueba un día antes del inicio de los Pirineos con dos etapas que, como no, ganó Pogacar con un dominio absoluto.
Sin embargo, el panorama comenzó a estropearse en la cuarta etapa del Tour, la que subió por el Galibier donde Pogacar realizó la primera gran ofensiva, logró la victoria y pilló el jersey amarillo que ya no soltó hasta el final. Durante la ascensión al Galibier una audiencia millonaria que seguía la carrera por todo el mundo contempló los gestos del ciclista portugués Joâo Almeida, compañero de Ayuso, que reclamaba al corredor español que se implicase más en los relevos y en marcar el territorio para el esperado ataque de Pogacar.
Tercero en el Galibier
Después de cruzar la meta el astro esloveno, Ayuso entró con el grupo perseguidor donde estaba Jonas Vingegaard, pero también Remco Evenepoel, Primoz Roglic y Rodríguez. Gracias a la tercera plaza en la etapa, Ayuso se colocó cuarto de la general. Y aquí empezó el problema que, aunque el conjunto UAE lo niegue puertas afuera, generó mal rollo en el equipo.
El joven ciclista español estaba convencido de que, aunque corriese con Pogacar, también podía hacer “cosas” en el Tour. Se le hizo comprender que estaba equivocado y que la presencia en la carrera obedecía a un único fin: trabajar a destajo a favor del ciclista esloveno, lo que significaba aparcar cualquier intento de brillar en la general.
No está en la Vuelta
¿Hasta dónde ha llegado la situación? Y es aquí cuando se dan diversas versiones que indican a todas luces que hay un problema en la escuadra de capital árabe. Y lo hay porque, de lo contrario, y después de abandonar el Tour, Ayuso estaría en estos momentos corriendo la Vuelta. Puertas afuera se indica que no tenía plaza porque ya estaban asignadas las ocho posiciones para la prueba. ¡Por favor! ¿alguna vez un genio de la bici se ha quedado sin poder competir en una carrera porque su puesto estaba ocupado por otro corredor? Va a ser que no.
El ejemplo se contempla en el Ineos que enseguida buscó un hueco para Rodríguez cuando comunicó al equipo que deseaba correr la Vuelta porque la séptima plaza en el Tour le había sabido a poco. Carlos como Juan tampoco tenía a la ronda española entre los objetivos de la temporada. Se quitó a otro candidato y santas pascuas. Además, el conjunto británico designó al ciclista andaluz como jefe de filas para la prueba.
Cláusula millonaria
Para Ayuso no hubo dorsal a la vista, lo que significó escenificar el problema que había en el equipo, hasta el punto de que ya parece que se diga por un altavoz que si alguien paga la cláusula de rescisión del contrato podrá irse al final de temporada.
Aquí se produce otro contratiempo porque diversas fuentes indican que la cláusula del corredor está fijada en cien millones de euros, una cantidad inasumible para cualquier escuadra del pelotón internacional. Otra cosa es que si la situación va a más algún tribunal decrete que el importe de rescisión supera con crecer el contrato del ciclista -atado hasta 2028 con el UEA- por una cifra que estaría rondando los tres millones de euros.
Sin embargo, Ayuso parece haberse dado cuenta de que nunca podrá exhibir sus habilidades ciclistas con Pogacar como jefe de filas, un corredor esloveno que quitó importancia al abandono de su compañero español en el Tour, que se las apañaba igual y que como pedaleaba como los dioses hasta pudo quitarse un hueso de encima con medio Tour por celebrar.
¿Calendario alternativo?
Ayuso ya sabe que deberá buscar un calendario alternativo que en 2025 sólo pasa por disputar el Giro con Pogacar animado no sólo a lograr una cuarta victoria en Francia si no a conseguir también un primer triunfo en la Vuelta, que le cerraría otra vez las puertas de la ronda española.
Entre los bastidores de la carrera se habla de una oferta del Ineos, mientras el Movistar tampoco esconde la fantasía por tener a Ayuso en sus filas. Pero ambos equipos saben que no pueden pagar esa cláusula que supera con creces, sobre todo en el Movistar, el presupuesto anual del equipo.
En el UAE se habla de un capítulo superado, pero en los próximos meses no supondrá una sorpresa si alguna escuadra establece negociaciones para intentar rebajar la cláusula del ciclista español.