La edad a la que sobreviene la menopausia puede oscilar, por término medio, entre los 45 y 53 años. Insomnio, cambios de peso corporal, falta de energía, ansiedad, cambios en la vida sexual… Estos son algunos de los síntomas de la menopausia, pero ni todas las mujeres presentan los mismos, ni lo hacen con la misma intensidad o durante el mismo tiempo.
Pero son los sofocos la molestia más frecuente entre las mujeres durante el climaterio. Sofocos que con el calor se incrementan.
“Los sofocos son el síntoma más frecuente de menopausia en las mujeres. De hecho, suele afectar al 80% de ellas durante los tres primeros años después de la menopausia”, explica María del Puy Sánchez Fernández, del Servicio de Ginecología del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela.
Qué son los sofocos de la menopausia
Los sofocos se caracterizan por una repentina sensación de calor, normalmente en la parte superior del pecho y en el rostro, acompañada de sudor, palpitaciones y a veces ansiedad.
“Los sofocos suelen durar de dos a cuatro minutos y pueden ocurrir varias veces al día, tanto por el día como por la noche. Además, con el calor del verano pueden acentuarse y empeorar las sensaciones”, explica la especialista. Aunque, afortunadamente, su incidencia y frecuencia “se suele reducir con la edad”.
Cabe destacar que, según datos de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), más de la mitad de las mujeres señala esta molestia como la que más condiciona su día a día y cerca de un 40% afirma que le afecta en gran medida a su bienestar.
Cómo reducir los sofocos durante el verano
Ante esta situación tan desagradable para las afectadas, la doctora Sánchez Fernández ha elaborado un listado con una serie de consejos para aminorar, en la medida de lo posible, estos sofocos en verano:
- Utilizar ropa ligera y por capas. Lo más aconsejable es evitar llevar prendas de color oscuro que atraen con más facilidad los rayos del sol. Además, es mejor vestir con tejidos naturales como el lino o el algodón para permitir que la piel transpire mejor.
Por otra parte, vestir por capas permitirá a la mujer, en caso de que surja un sofoco, poder quitarse ropa y, una vez el calor cese, tener la opción de vestirse de nuevo.
- Mantener una dieta fresca y equilibrada. Una cuestión esencial a la hora de controlar estas subidas de calor repentinas es la alimentación. El verano es un buen momento para aprovechar los alimentos como las frutas y las verduras.
Otra cuestión es alimentarse con dietas menos copiosas para no ingerir demasiadas calorías y mantener baja la temperatura corporal.
Y a este tipo de alimentación hay que sumarle la ingesta de agua. De esta forma se proporcionan la hidratación necesaria para poder hacer frente al calor de la mejor manera posible.
- Controlar la temperatura de las estancias. Durante el verano, sobre todo en lugares en los que hace más calor, es importante intentar mantener el hogar lo más fresco posible.
Para ello, se recomienda no abrir las ventanas durante el día y ventilar tan solo a primera hora de la mañana o por la noche. Bajar las persianas a mediodía es una buena opción para mantener una temperatura del lugar adecuada.
- Ejercicio. Realizar ejercicio es fundamental durante esta etapa de la vida de la mujer. Y aunque con el calor nos de algo de pereza, lo mejor es combinar ejercicio aeróbico como caminar a buen ritmo, bailar, montar en bicicleta, nadar o hacer gimnasia acuática, con ejercicios anaeróbicos que mejoren la resistencia ósea y muscular, como levantar pesas, hacer ejercicios con bandas elásticas, carreras cortas o series de abdominales, entre otros.
Sin embargo, es preciso tener en cuenta que, en verano, y de cara a aminorar los sofocos, se debe tener precaución y es mejor realizar el deporte a primera hora de la mañana o por la tarde, dejando unas horas de descanso antes de ir a dormir.