Las altas temperaturas traen consigo un incremento de la sudoración. El problema se produce cuando el sudor que generamos es excesivo, especialmente si se produce en los pies.
Porque más allá de los problemas de olor que esto puede conllevar, los especialistas del Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV), la hiperhidrosis puede causar otras complicaciones para la salud, como la maceración de la piel de los pies y sobreinfección cutánea por bacterias (conocida como queratolisis punctata).
Aunque detrás la hiperhidrosis no siempre está el calor o la realización de ejercicio físico.
- “Dicho aumento de sudoración suele deberse a una hiperactividad de las glándulas sudoríparas por una hiperestimulación nerviosa, motivada por situaciones que comportan tensión emocional o estrés, por la acción de sustancias farmacológicas, o por motivos térmicos”, explica Jorge Escoto, podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV.
Es un tema importante de tratar porque algunos pacientes que sufren de hiperhidrosis pueden desarrollar una incapacidad laboral y social
Hiperhidrosis: un problema hereditario
En cualquier caso y con independencia de las causas que provoquen el exceso de sudoración en los pies, lo cierto es que este problema no se debe minimizar, ya que como explica el podólogo valenciano “es un tema importante de tratar porque algunos pacientes que sufren de hiperhidrosis pueden desarrollar una incapacidad laboral y social”.
Y es se estima que la hiperhidrosis afecta a “cerca del 3% de la población”, siendo los pacientes tanto hombres como mujeres. Además, los especialistas en podología ofrecen otro dato interesante y es que “aproximadamente el 40% de los afectados tiene otro miembro de la familia con el mismo trastorno, por lo que se puede considerar una enfermedad hereditaria”, advierte el podólogo Jorge Escoto.
Es fundamental es cuidar los zapatos y zapatillas que usamos, escogiendo aquellos modelos realizados con materiales transpirables
Prevención y tratamiento de la hiperhidrosis en los pies
Con el fin de no desarrollar este trastorno o evitarlo en la medida de los posible los especialistas del ICOPCV ofrecen algunas recomendaciones:
- Calzado adecuado. Lo primero y fundamental es cuidar los zapatos y zapatillas que usamos, escogiendo aquellos modelos realizados con materiales transpirables. Esta característica también es recomendable para los calcetines.
- Cuidar la alimentación. Aunque parezca extraño, seguir una dieta saludable y equilibrada puede ayudar a reducir la sudoración en los pies.
- Reducir el estrés.
- “Evitar la ingesta de alcohol, café, comida picante o fumar, porque favorecen la sudoración”, añaden los podólogos.
- Extremar la higiene en los pies. Como una de las consecuencias de la hiperhidrosis de los pies es el mal olor, los especialistas señalan la importancia de aumentar la higiene de esta zona. También puede ayudar el cambiar de forma “frecuente de calzado, es decir, no utilizar el mismo calzado dos días seguidos”.
Puede que a pesar de seguir todas estas recomendaciones no consigamos reducir los niveles de sudoración en los pies.
En estos casos, Jorge Escoto explica que es importante contactar con un podólogo puesto que son estos especialistas los que disponen de tratamientos tópicos, con fármacos anticolinérgicos como el bromuro de glicopirronio, y preparados astringentes y curtientes como el cloruro de aluminio, el glutaraldheído o el ácido salicílico, para solucionar este problema y evitar complicaciones.
“El mecanismo de actuación de este tipo de fármacos es la oclusión del conducto de las glándulas sudoríparas. Estos tratamientos se deben aplicar por la noche y con la piel seca”, explica el especialista.
- “Además, si hubiera otras patologías asociadas a la hiperhidrosis, se pautará una combinación de tratamientos para todas las enfermedades existentes. Aquí podrían utilizarse otros tratamientos tópicos, orales e, incluso, la recomendación de uso de algunos calcetines cuyas fibras han sido confeccionadas con tecnologías avanzadas y evitan la maceración, el mal olor y la sobreinfección cutánea de los pies”, detalla el podólogo.