Aunque no hay nada seguro hasta una nueva valoración ya sin el hematoma que aún tenía ayer en el tobillo, en el Valencia Basket había moderado optimismo con la lesión de Chris Jones. Las primeras pruebas efectuadas hacen prever una lesión leve, aunque hoy volverán a realizarle otras para valorar mejor la gravedad del esguince y conocer también las sensaciones del jugador.
En el club conocen de primera mano la capacidad de Jones para jugar en dolor tras los precedentes de la temporada pasada, en los que forzó en más de una ocasión ante las numerosas lesiones en la posición de base, pero salvo que todo quede en un susto, parece difícil que pueda viajar a Milán por leve que sea la lesión.
Una situación que se podrá valorar entre hoy y mañana en el caso de que pueda volver a entrenar, siempre teniendo en cuenta la buena predisposición del jugador para ayudar, pero también la necesidad de no asumir riegos, como demostró Mumbrú ante el Joventut dando descanso a un jugador clave como Brandon Davies a pesar de no arrastrar lesión, sólo por una política de rotaciones que llega a todos para repartir esfuerzos y descansos y evitar en la medida de lo posible las lesiones.
Con una plantilla más fuerte y en una dinámica muy distinta a la de la temporada pasada, las comparaciones pueden no ser del todo significativas, pero a pesar de ello, nadie olvida los problemas que tuvo el Valencia Basket el año pasado cuando no estuvo el estadounidense en pista.
En la Liga Endesa, sólo se perdió el partido de la jornada 10 ante el Real Madrid, pero en la Euroliga fue baja en otros seis encuentros, con un total de siete, de los que el Valencia Basket sólo fue capaz de ganar los dos últimos.
Las cinco primeras ausencias de Chris Jones se saldaron con derrota, la de la Liga ante el Real Madrid (79-62), de nuevo ante los blancos en la Euroliga (73-80), contra Maccabi en Tel Aviv (84-68) el Bayern en Múnich (97-92) y el Milán en Italia (90-79). Unos números que reflejan la ‘Jonesdependencia’ del equipo el año pasado, pero que alertan también de cara sus posibles ausencias, en caso de que no pueda estar disponible para Milán o para este domingo en La Fonteta.
Eso sí, a pesar de la lesión de Martin Hermannsson, la presencia de Stefan Jovic, la de un polivalente e inspirado Jared Harper y la de un Guillem Ferrando que podría volver a la lista, hacen que la hipotética ausencia de Chris Jones se pueda mirar con menos alarmismo que en la pasada temporada, también por el potencial del equipo y la buena dinámica de esta temporada a pesar de la última derrota en Badalona.
Su rendimiento en su primer año en el Valencia Basket le valió su renovación hasta 2026, pero en la presente temporada, ha mantenido e incluso mejorado sus números, con partidos para el recuerdo como el último ante el Barcelona en La Fonteta.
El estadounidense con pasaporte armenio se ha convertido en uno de los líderes del equipo y en la principal baza ofensiva en los momentos decisivos, cuando asume la responsabilidad que le da también Mumbrú. En la Liga Endesa ha jugado todos los partidos de titular (algo que sólo ha logrado también Josep Puerto), promedia 11,9 puntos, 2,1 rebotes, 2,1 asistencias y 11,5 de valoración, con un 50% de acierto en triples, un 62,2% en tiros de dos y un 81,8 en tiros libres. En la Euroliga, el ‘7’ taronja destaca también con un promedio de 11,3 puntos, 2,8 rebotes, 4,7 asistencias, 1,8 recuperaciones y 13,2 créditos de valoración, con 25,7 minutos de media en pista que le valen para ser el jugador más utilizado con Mumbrú, por delante de Kassius Robertson y Semi Ojeleye.