Son la dupla de moda de esta Eurocopa. Lamine Yamal y Nico Williams están incendiando el torneo con un juego eléctrico y divertido que ha llevado a España hasta los cuartos de final. Alemania es el siguiente rival este viernes en un duelo que suena a final anticipada.
Lamine y Nico no se separan el uno del otro durante la concentración. La amistad común con Alejandro Balde les unió y tienen una complicidad que los convierte en muy especiales.
El truco que han encontrado para progresar es picarse de forma continua. Buscan juegos en la concentración y los entrenamientos para superarse el uno al otro y ser cada día mejores jugadores. Algo que se toman como un divertimento, pero que a la práctica les ayuda a progresar.
Los piques son constantes y Lamine explicó con una sonrisa al término del partido que el gol de Nico Williams le costará caro: “Esta semana va a estar un poco pesado, ya le he dicho no empiece que luego llegará mi tiempo”. El jugador del FC Barcelona entiende que esta sana rivalidad “nos hace mejores” y refuerza su forma de ser competitiva.
La broma tiene su sentido, aunque en el fondo los dos piensan lo mismo. “Da igual que marque uno o el otro, estoy muy contento por Nico y disfrutando de este sueño que significa disputar la Eurocopa”, afirma Lamine Yamal
El piedra, papel y tijera
Uno de los juegos que se han sacado de la manga es el clásico del piedra, papel y tijera por cualquier cosa. Por ejemplo, a ver quién es el primero que se refresca cuando acaban los partidos. Nico explicó la anécdota: “Cuando Lamine no me quiere dar el botellín, echamos a suertes a ver quién se lo lleva”. Williams Junior fue el ganador de este juego frente a Georgia.
También se llevó el premio del gol y anunció que a Lamine le esperan días ‘duros’. “Me va a tener que aguantar porque él no ha metido”. En seguida añadió que “ojalá él me calle a mí el próximo partido, nos retamos el uno al otro y nos complementamos a la perfección. Ojalá los dos lo hagamos muy bien en lo que resta de competición.”
Nico también quiso acordarse de su familia, que se había desplazado hasta el estadio de Colonia para animarle y les dedicó el triunfo: “Va por ellos, por mi familia, mi hermano y amigos. Espero continuar metiendo más goles para llegar hasta la final”.
El pequeño de los Williams habló de “un sueño hecho realidad, todo niño quiere marcar con la selección y jugar una Eurocopa. Estoy feliz y quiere seguir de la misma manera”.
Pese a que la crítica ya lo considera como uno de los grandes del torneo, Nico opta por una receta más sencilla. “No soy el mejor del torneo”, dice con rotundidad, explicando que “continúo con la misma humildad que me ha llevado hasta aquí, hay que trabajar poco a poco, seguir por el mismo camino y en el futuro ¿quién sabe? A día de hoy no me considero el mejor”.
“Nos contagian ingenuidad”
En el vestuario está creciendo la admiración hacia los ‘rookies’. Así lo manifestó Dani Olmo: “Lamine es un espectáculo, celebramos el momento en que está , todos los compañeros suman y ojalá mantengamos esta línea hasta el final”
De la pareja de moda añadió que “son muy buenos amigos, siempre nos dan un plus y celebramos su momento de forma, es bueno para todos”
Por su parte, Rodri, el MVP frente a Georgia, destacó como Lamine y Nico “nos contagian esa ingenuidad que a veces se necesita en el fútbol. Estoy seguro que se están guardando más ocasiones para el partido ante Alemania”.
El viernes se prepara otro show en un escenario de lujo. Stuttgart espera a la Roja con Alemania tratando de evitar otro espectáculo de dos niños prodigios del fútbol.