Almería es una provincia llena de contrastes, con una costa espectacular, un interior montañoso y un desierto único en Europa. Pero más allá de sus paisajes conocidos, Almería esconde encantadores pueblos que merece la pena descubrir este verano, siendo la costa almeriense un lugar ideal en el que disfrutar de unas magníficas vacaciones estivales.
Y es que las localidades de Almería que asoman al Mediterráneo ofrecen una experiencia única que combina la belleza natural con la historia, la cultura y la gastronomía local. Por ello, te animamos a perderte este verano por su litoral y te presentamos diez pueblos que no te puedes perder estas vacaciones.
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Mojácar es uno de los pueblos más clásicos de Almería, un destino perfecto para quienes buscan unas vacaciones de verano que combinen la belleza de las playas mediterráneas con el encanto de un pueblo blanco tradicional. Situado en la Sierra Cabrera, Mojácar cautiva con sus casas encaladas adornadas con flores de colores, sus callejuelas estrechas llenas de tiendas y restaurantes, y sus impresionantes vistas al mar. De hecho, en esta localidad se puede disfrutar de playas de arena fina y aguas cristalinas, como la playa del Cantal o la playa Macenas, ideales para tomar el sol, bañarse y practicar deportes acuáticos. Además, el pueblo ofrece una gran variedad de actividades para todos los gustos: senderismo, ciclismo, golf, visitas a monumentos históricos como la Iglesia de Santa María o el Castillo de Mojácar, o simplemente pasear por sus calles y disfrutar de su ambiente animado.
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Para quienes busquen este verano en la provincia un destino familiar donde disfrutar del sol, la playa y la diversión, Roquetas de Mar es el lugar ideal. Esta localidad ofrece quince kilómetros de playas de arena fina y aguas turquesas, galardonadas con Bandera Azul, donde relajarse, tomar el sol, bañarse y practicar deportes acuáticos como la vela, el windsurf o el buceo. Además de sus playas, el pueblo cuenta con un paseo marítimo de ocho kilómetros, perfecto para dar un paseo en familia, montar en bicicleta o disfrutar de la gastronomía local en alguno de sus numerosos restaurantes y chiringuitos. Además, los más pequeños tendrán diversión asegurada gracias al Mario Park, uno de los parques acuáticos más grandes de Andalucía. Por otro lado, para los amantes de la historia y la cultura, Roquetas de Mar ofrece visitas al Castillo de Santa Ana, construido en el siglo XVI, o al Museo de Almería, donde conocer la historia de la provincia. Y por supuesto, no podemos dejar atrás la vibrante vida nocturna de esta localidad, con pubs, discotecas y terrazas donde disfrutar de la música y el ambiente hasta la madrugada.
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Carboneras
Carboneras es uno de esos pueblos almerienses que combina la belleza natural con la tranquilidad, un destino que sorprende por zonas costeras vírgenes de arena fina y aguas cristalinas -como la Playa de los Muertos– perfectas para relajarse, tomar el sol y disfrutar del mar. Además de playas, Carboneras ofrece paisajes naturales de gran belleza, como el Castillo de San Andrés, situado sobre un acantilado. Los amantes del senderismo y el ciclismo disponen de numerosas rutas que recorren los alrededores del pueblo, mientras que los aficionados a la pesca podrán realizar esta práctica en el puerto. Asimismo, Carboneras cuenta con un rico patrimonio histórico y cultural, como la Torre del Rayo, una torre vigía del siglo XVI.
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Aguadulce
Aguadulce, pedanía perteneciente al municipio de Roquetas de Mar, se ha convertido en uno de los destinos turísticos más destacados de la provincia de Almería. Su economía gira principalmente en torno al turismo, lo que no es de extrañar si tenemos en cuenta sus magníficas playas, su excelente puerto deportivo y su amplia oferta de servicios. Su origen se remonta a principios del siglo XX, cuando surgió como una barriada con escasos servicios. Sin embargo, gracias a sus playas de ensueño, su clima envidiable y su ubicación privilegiada, no tardó en convertirse en un referente vacacional para numerosos visitantes. Entre los atractivos de esta localidad, como no puede ser de otra manera, destaca su playa, caracterizada por sus aguas limpias, transparentes y de buena temperaturas. Además, cuenta con un puerto deportivo de primer nivel, con una amplia oferta de ocio, restauración y servicios náuticos. Sin olvidar la gran variedad de actividades que ofrece Aguadulce, como deportes acuáticos senderismo, ciclismo o golf. Y, en verano, cómo no, esta localidad destaca por su ambiente animado, con pubs, discotecas y terrazas para todos los gustos.
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En el corazón del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar, Aguamarga conquista a todos los visitantes con su encanto bohemio y su entorno natural incomparable. Sus casitas blancas, adornadas con geranios y buganvillas, se distribuyen por la ladera de una colina, ofreciendo vistas impresionantes al Mediterráneo. Además, sus callejuelas estrechas y sinuosas invitan a perderse entre sus tiendas de artesanía local, bares y restaurantes. En cuanto a su playa, de arena fina, aguas cristalinas y perfectamente alineada con el pueblo, crea una conjunción mágica que te permitirá disfrutar del sol, la arena y el mar a tan solo unos pasos del pueblo. Y para quienes busquen algo de aventura este verano, no muy lejos de Aguamarga se encuentra la cima de Mesa Roldán, un antiguo domo volcánico desde donde disfrutar de panorámicas espectaculares del pueblo, las playas y calas de la zona. Así pues, Aguamarga es el lugar ideal para aquellos que buscan unas vacaciones tranquilas en contacto con la naturaleza. Un destino perfecto para relajarse y descubrir los rincones más bellos del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar.
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Garrucha
Otro pueblo almeriense que no te puedes perder este verano es Garrucha, el cual destaca por su ambiente marinero, su deliciosa gastronomía y su amplia oferta de actividades. Famosa por su gamba roja, esta localidad invita a disfrutar de un auténtico festín de sabores en sus restaurantes y bares. Recomendamos pasear por su malecón -o paseo marítimo-, repleto de vida y admirar las embarcaciones pesqueras que regresan a puerto cargadas de pescado fresco. En cuanto a sus playas, de arena y aguas cristalinas, son perfectas para relajarse al sol, bañarse en el mar o practicar deportes acuáticos, disponiendo de la Playa de la Virgen del Carmen, Playa Canela y la playa junto al Centro Médico. Asimismo, desde este enclave, se pueden realizar excursiones en barco a las calas vírgenes del Cabo de Gata o rutas de senderismo por los alrededores del pueblo. Por último, destacar el rico patrimonio histórico y cultural de Garrucha, con el yacimiento romano de Cadima, en Los Gallardos, o el Castillo de las Escobetas, una fortaleza del siglo XVIII.
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Isleta del Moro
De nuevo, en el corazón del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar, destacamos una pequeña localidad como es la Isleta del Moro. Un destino de la provincia que cautiva con su atmósfera tranquila y su encanto marinero, formado simplemente por un conjunto de casitas blancas agrupadas en torno a una pequeña cala, lo cual hace que conserve la esencia de un pueblo de pescadores tradicional. Su ubicación privilegiada, cerca de Los Escullos, junto a un colosal peñón y una isleta de la que recibe su nombre, la convierte en un lugar ideal para escapar del bullicio y conectar con la naturaleza. De hecho, en este refugio de paz, se puede disfrutar de playas de arena fina y aguas cristalinas, como la Playa del Peñón Blanco, la más grande de la zona. Por otra parte, la Isleta del Moro también guarda historias fascinantes de árabes y piratas que antiguamente frecuentaban la zona en busca de tesoros escondidos, siendo posible que su nombre guarde relación con ello.
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Almerimar
En materia de infraestructuras y alto ‘standing’ debemos mencionar Almerimar, un oasis de lujo y diversión situado en la costa de Almería. Y es que este importante núcleo turístico, ubicado en el municipio de El Ejido, ofrece una amplia gama de posibilidades para disfrutar de unas vacaciones inolvidables. Golf, playas y deportes náuticos son solo algunas de las actividades que se pueden realizar. Además, su envidiable ubicación, cercana a El Ejido, permite acceder a todos los servicios necesarios sin renunciar a la tranquilidad de un entorno privilegiado. Al este, se encuentra Roquetas de Mar, separada por el espacio natural protegido de Punta Entinas-Sabinar, un lugar ideal para los amantes de la naturaleza. Cabe destacar el puerto deportivo de Almerimar, ya que es el segundo en capacidad de Andalucía y el primero de Almería. Alrededor de él se ha desarrollado una completa infraestructura de servicios, que incluye hoteles, resorts, restaurantes, bares de copas y discotecas. Y, por supuesto, esta localidad posee playas para todos los gustos; dispone de cinco kilómetros de playa urbana de grano grueso y grisáceo y, en sus proximidades, de las playas vírgenes del espacio natural protegido de Punta Entinas-Sabinar.
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Otro pueblo situado en el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar es Rodalquilar, una pedanía del municipio de Níjar que sorprende con su atmósfera única y su rico patrimonio histórico. A las afueras, destaca por su paisaje árido, con escasa vegetación, mientras que el pueblo en sí, ubicado en un valle protegido por lomas, alberga un conjunto de casitas blancas, restaurantes y algún alojamiento rural. Eso sí, lo más llamativo son las casas antiguas y la zona cercana de excavaciones, ya que en el siglo XIX y XX Rodalquilar destacó por la explotación de sus minas de oro. Por otra parte, en esta pedanía también se encuentran rincones costeros de gran belleza, como El Playazo, una de las mejores playas del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar, atrayente por su arena fina y dorada, su ensenada de 400 metros y las montañas y formaciones de arena solidificadas que la rodean.
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Cerramos este listado con San José, una localidad y pedanía del municipio de Níjar, considerada la capital del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar. Su condición de pueblo más grande dentro del parque y su completa oferta de servicios la convierten en el punto de partida ideal para explorar las maravillas de este entorno natural único. Alejado del bullicio de las grandes ciudades, San José ofrece la tranquilidad de un pueblo de pescadores tradicional, con construcciones bajas y paredes blancas que se integran a la perfección en el paisaje. Su plaza y su paseo marítimo son el corazón de la localidad, donde se encuentran una gran variedad de establecimientos de restauración con terrazas y tiendas. Ahora bien, el verdadero tesoro de San José se encuentra en sus alrededores, estando el pueblo a un paso de las playas y calas más bonitas del Mediterráneo, como la Playa de Mónsul y la Playa de Genoveses, ambas famosas por sus aguas cristalinas y su arena fina. Por otro lado, en la localidad es posible encontrar también playas para todos los gustos, como la propia Playa de San José, la más grande y la que ofrece un amplio espacio para disfrutar del sol y el mar, o la Calilla de San José, una zona más tranquila para relajarse y desconectar.