La ampliación de capital aprobada en la última Junta Extraordinaria de Accionistas del Levante abre un periodo de democratización en el Ciutat de València. Casi un año después de que José Danvila se hiciese con la gestión del club granota, los seguidores que posean títulos tendrán la posibilidad de obtener derechos de gobierno sobre el Levante, hacerlo más solvente y convertirlo en un club más social y democrático, permitiendo la opción de que la entidad dependa menos de las entidades financieras y sea más independiente.
A día de hoy, el accionariado del Levante está formado por más de 10.000 accionistas, de los cuales apenas una decena tiene más de 100 títulos. Todos constituyen un tercio del capital social del Levante, donde la Fundación, que vende sus acciones a 135 euros, posee el otro tercio. Danvila, por su parte, tiene el restante.
La ampliación de capital que afrontará el Levante, a la espera de saber el día que arrancará, dará la opción de que los accionistas minoritarios tengan una intervención idéntica a la de José Danvila o la Fundación. De hecho, de darse las condiciones necesarias, podrían incluso superarla. En la primera ronda, cada accionista puede duplicar su número de títulos, a un precio de venta de 80’10 euros, y en la segunda, adquirir cinco más. En el hipotético caso de que todos acudieran a la ampliación de capital, los minoritarios tendrían el 40 % del club, mientras que el accionista de referencia y la Fundación poseerían el 30 %. No obstante, la función de Danvila en el Levante no variaría, ya que llegó a un acuerdo contractual con la Fundación con tal de tener la gestión del club a cambio de unas aportaciones económicas y sujetas a unas condiciones.
El Levante se encuentra en una oportunidad única en su historia y muy poco frecuente en el fútbol español de mantener una base social propietaria del club.