En un partido que se desarrollaba con calma, la tormenta hizo acto de presencia y Michael Oliver tuvo que suspender el partido por las condiciones meteorológicas. Mandando a los jugadores al vestuario, el encuentro estuvo detenido durante 25′ hasta que los protagonistas pudieron volver al terreno de juego. En su vuelta, las cosas se siguieron desarrollando como si no hubiera sucedido nada, con Alemania buscando un gol que no encontró, y Dinamarca amenazando a Neuer. De hecho, Hojlund tuvo la posibilidad de marcar el primer tanto del partido pero se encontró con el portero alemán para evitarlo.