Luis de la Fuente ha construido el esqueleto de una alineación que le dio excelentes resultados en los dos primeros partidos de la Eurocopa de Alemania. El once frente a Georgia parece cantado, aunque hay un nombre que sobrevuela sobre el pensamiento del riojano y que le causa una duda para la zona de ataque.
De la Fuente tiene pensado salir el domingo con Unai Simón; Carvajal, Le Normand, Laporte, Cucurella; Rodri, Fabián; Lamine Yamal, Pedri, Nico Williams y Morata.
Este fue el once que derrotó a Itaila con un baile de juego y solo presentó un cambio respecto al de Croacia en el debut: el de Laporte por el tocado Nacho. La entrada del galo todavía mejoró más el equipo con su excelente salida desde atrás con la zurda.
Aunque el equipo funcionó de maravilla, el duelo ante Albania del último partido de la primera fase puso de manifiesta que el fondo de armario de la Roja es de lujo.
Uno de los jugadores más brillantes fue Dani Olmo. El del Leipzig demostró su polivalencia actuando en la media punta y el costado izquierdo, aportando unas dosis de imaginación increíbles, como se vio con la asistencia del gol a Ferran Torres, y un esfuerzo generoso para ayudar en defensa.
Estadísticas impecables
En total, Dani Olmo jugó contra Albania jugó 84 minutos en los cuales dio 54 pases con un acierto del 83 por ciento. Una cifra muy alta por tratarse de un futbolista de ataque que debe arriesgar con sus pases filtrados. Cada vez que Olmo combinaba, España mejoraba su juego de forma notable.
El balance estadístico del egarense ante los albaneses fue impecable con una asistencia, 5/5 en pases largos acertados, 4 disparos, 2 de ellos entre los tres palos, 3/3 en regates completados y 2/2 en duelos en el suelo ganados.
Sus estadísticas lo convirtieron en el futbolista mejor jugador valorado por los portales de estadísticas. El prestigioso ‘Sofascore’ lo incluyó en el once ideal de la semana, compartiendo ataque con el georgiano Kvaratskhelia y un tal Kylian Mbappé.
Pero no fue solo un factor numérico, sino también la sensación que dio en el campo de poderse sacar de la manga jugadas imposibles o desequilibrar con sus llegadas desde atrás. Su nivel de confianza fue tan alto que incluso probó un gol con un lanzamiento desde el centro del campo.
Dani Olmo entendió perfectamente la idea de verticalidad que quiere De la Fuente para España, interpretó a la perfección el rol y no solo creó peligró con su juego entre líneas, ofensiva ya que además defensivamente hizo un gran trabajo demostrando que está a su mejor nivel, desafiando al supuesto once titular.
Llama a la titularidad
Dani era consciente que el de Albania no era un partido fácil para los jugadores españoles que les tocaba la papeleta de ser titulares y que salían a jugárselo todo, corriendo el riesgo de sentenciarse aún más en el banquillo. Dani hizo lo contrario, llamar a la puerta de la titularidad o al menos dar un bendito quebradero de cabeza a De la Fuente.
El técnico probablemente no toque su once, pero sabe que cuenta con un futbolista que marca las diferencias y que en cualquier momento puede dar un giro radical al choque.
De la Fuente conoce a Dani Olmo desde que era un adolescente y le tiene la consideración de un capitán sin brazalete. Fue su líder en la selección sub-21 y el año pasado se lo llevó a Final Four de la UEFA Nations League, pese a tener unas molestias que solo dejaron participar en la prórroga de la final ante Croacia.
Olmo es muy fiable y, a sus 26 años, ha sumado la madurez necesaria para ser uno de los jefes de operaciones de la selección española.