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Son localidades singulares que destacan por su reducida población pero que cuentan con encantos para disfrutar durante la época estival
Andalucía cuenta con 785 municipios, algunos de ellos son muy característicos porque a pesar de su escasa población cuentan con encantos que atraen a los visitantes durante toda la época del año. Ahora, en verano, es una buena oportunidad para visitar algunos de estos enclaves.
A continuación te proponemos pueblos andaluces pequeños que debes visitar este verano. Hemos hecho una selección de localidades, una por provincia, para que puedas descubrir la singularidad y los contrastes que se integran en la comunidad andaluza.
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Frigiliana es uno de los llamados pueblos blancos en el que confluyen tres culturas ancestrales tales como la hebrea, la musulmana y la cristiana. Una villa que inunda de luz la costa oriental malagueña y es considerada la perla de la Axarquía, además de uno de los pueblos más bonitos de Málaga y también de España.
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La localidad cuenta con unos 3.322 habitantes. En la actualidad el Casco Histórico de Frigiliana ha sido declarado como Conjunto Histórico Artístico, y es el verdadero símbolo representativo del municipio, recibiendo cada día los elogios de las cientos de personas que lo visitan.
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Las casas del Barribarto son un claro ejemplo de la arquitectura popular que es base del caserío actual, con alturas adaptadas al terreno. No hay un trazado urbano premeditado, sino grandes manzanas comunicadas por calles en recodo.
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Pequeño municipio situado entre Alájar y Aracena, en el centro del Parque Natural de la Sierra de Aracena y los Picos de Aroche en la provincia de Huelva. Se ubica en un profundo valle donde predominan las encinas, alcornoques, castaños y monte bajo.
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Un paisaje de extraordinaria belleza que se complementa con las calles empedradas de Linares de la Sierra. Visita obligada la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista y el lavadero público. En las entradas de muchas de las viviendas hay adornos con empedrados de dos colores, en algunos símbolos que llaman la atención del visitante.
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La localidad cuenta con una curiosa plaza de toros que se abre junto a varias calles. Los graderíos se apoyan en la base de la iglesia y el entorno. Este espacio sirve además para la realización de eventos sociales y culturales al aire libre.
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Conocido como ‘el pueblo de las flores’, también está incluido en el listado de los más bonitos de España, en Almería encontramos Lucainena de las Torres. La localidad cuenta con apenas 600 habitantes y se ubican en la comarca de Los Filabres-Tabernas.
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Llama la atención, sin duda alguna, el exquisito cuidado con el que se mantienen sus calles y fachadas de las casas así como la delicadeza con el que sus vecinos adornan sus viviendas con flores. Flores que pintan la estampa del pueblo con colores vivos como si de un lienzo se tratase e infunden en el ambiente un aroma que hace del paseo por sus calles una experiencia inolvidable
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A 1.476 metros de altitud, en el Parque Natural de Sierra Nevada, se encuentra Trevélez, uno de los pueblos más altos de España, también está en la lista de los más bonitos. Con apenas 700 habitantes se encaja en las laderas del Mulhacén y disfruta del aire fresco y limpio con el que se curan sus afamados jamones.
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Los tres barrios, alto, medio y bajo, que conforman el casco urbano, se articulan en armónico descenso hasta las orillas del río Trevélez, susurro permanente de aguas cristalinas donde abundan las truchas. Destaca su una arquitectura singular en sus viviendas, perfectamente adaptadas a lo quebrado del terreno y a la climatología de la zona, que se ordenan en estrechas calles donde perdura la memoria de su pasado morisco.
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En la provincia de Jaén, con unos 780 habitantes se ubica la pequeña y bonita localidad de Hornos,en plena Sierra de Segura. Se erige sobre sobre un cerro desde el que se divisa una espléndida panorámica del embalse del Tranco de Beas y del valle del Guadalquivir en sus inicios.
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Su término está incluido en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, el mayor espacio protegido de España. Un laberinto orográfico de valles, calares, tajos, montañas y altiplanos de gran importancia hidrológica, botánica, faunístico-cinegética y paisajística.
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Situado al nordeste de la provincia, en un terreno montañoso, la mayor parte del término municipal de Benaocaz está incluido en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema, y una pequeña parte en el de Los Alcornocales. El pueblo, ejemplo de los llamados pueblos blancos, contiene elementos de interés turístico como los restos de la Calzada Romana, el Castillo de Tovizna o la Iglesia Mayor.
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La localidad es una de las más pequeñas de la provincia de Cádiz con alrededor de 700 habitantes. El entorno de Benaocaz propicia variadas rutas: un paseo por la Calzada Romana que unía la antigua Ocuri con Lacílbula, Los Nacimientos, la subida al Cintillo, el Salto del Cabrero o las Buitreras de la Otrera.
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En el corazón del Parque Natural de la Sierra Norte, se ubica San Nicolás del Puerto, con unos 600 habitantes. Se encuentra en una zona de media montaña con amplias dehesas que alternan con bosques de encinas, alcornoques, quejigos, castaños, pinos y olmos, además de los bosques galería de los ríos.
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Su mayor atractivo es el casco urbano, de arquitectura sencilla y tradicional, que forma un conjunto armonioso y tranquilo con el entorno. Una localidad muy frecuentada por los turistas en todas las épocas del año. En verano, gracias a su playa artificial, se ha convertido en un plan recurrente para las familias sevillanas. Su gastronomía propia de la sierra y su patrimonio son también grandes alicientes para disfrutar allí de una o varias jornadas de ocio.
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Enclavado en pleno Parque Natural de las Sierras Subbéticas y reconocido como uno de los pueblos más pintorescos de Andalucía se encuentra Zuheros. Este pequeño pueblo cordobés, con 621 habitantes, ha sido declarado Bien de Interés Cultural en su categoría de Conjunto Histórico-Artístico, gracias a su excelente estado de conservación.
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Zuheros es un conjunto de una belleza integral extraordinaria, pues se conjugan sus elementos de manera armónica y perfecta: la piedra caliza de sus sierras, los vastos olivares, y la cal de sus casas. En este conjunto el pueblo ejerce una atracción especial, por su disposición urbana al pie de la sierra, por sus calles limpias, recoletas y estrechas, por sus casas que huelen a tradición y a historia. Está presidido por el impresionante Castillo Roquero y la monumental Cueva de los Murciélagos.