En cuanto al temario de los muertos vivientes, ‘Descansa en paz’ juega en la liga de ‘Les revenants’ de Robin Campillo antes que en la de George A. Romero, ‘Guerra mundial Z’ o ‘Walking dead’. Se aleja de la estela gore del cine de zombis para plantear un relato de tintes más realistas, o todo lo realista que se pueda ser en esta variante tan exitosa del cine de terror. El filme, debut de la noruega Thea Hvinstendahl, es elegante, inquietante y aterrador. Combina bien la creación pausada de una atmósfera con momentos de horror epidérmico.
La directora se toma su tiempo para exponen los conflictos. Sugiere a partir de elementos extraños (un ventilador que cae del techo, la radio del coche que se enciende sola, un apagón general) hasta dibujar el paisaje dramático en el que una serie de personas vuelven a la vida. El relato se centra tanto en ellos como en sus familiares. ¿Cómo asumir, entre la dicha y el miedo, el regreso de aquellos seres queridos que estaban muertos?
‘Descansa en paz’ se añade a la pujanza del cine fantástico escandinavo. El filme adapta una novela del escritor sueco John Ajvide Lindqvist (responsable de ‘Déjame entrar’ y ‘Border’) y cuenta además con la pareja protagonista de ‘La peor persona del mundo’, que no era cine fantástico, pero si una película fantástica.