El Ministerio de Sanidad financiará a partir de este mes de junio vareniclina, el genérico del medicamento Champix, un fármaco para dejar de fumar que fuera retirado del mercado por contener “nitrosamina” por encima de los niveles que exige la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS).
El doctor Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, ha explicado que es “fundamental conseguir que el tratamiento sea más accesible para los ciudadanos que quieran dejar de fumar”. Y Susana Verdejo, jefa de la Unidad de Prevención y Control del Tabaquismo, ha confirmado que “en junio estará ya en las farmacias”.
Qué es la vareniclina, el medicamento genérico para dejar el tabaco
Así, este nuevo tratamiento se suma a los otros dos fármacos que están financiados por Sanidad, Todacitán y Regacigarum. Estos medicamentos, como ocurre con vareniclina, solo se financian cuando el paciente asegura haber intentado dejar de fumar al menos una vez durante el último año con apoyo farmacológico.
Se trata del único fármaco del mercado que cuenta con esta molécula, un agonista parcial del receptor nicotínico de acetilcolina que es un ansiolítico. Pero, si por algo destaca vareniclina es por su administración, que es muy sencilla para los pacientes: se toma tras las comidas, con agua, durante 12 semanas.
En la primera semana, durante los tres primeros días, se toma un comprimido de 0,5 mg. Solo una vez al día. Del cuarto al séptimo día, se incrementa la ingesta a dos pastillas al día: una vez por la mañana y una vez por la tarde, aproximadamente a la misma hora cada día. Durante la segunda semana, un comprimido de 1 mg dos veces al día.
Del día 15 al fin del tratamiento, se debe tomar un comprimido de 1 mg dos veces al día, una vez por la mañana y una vez por la tarde. Y como recomiendan desde el laboratorio Normon, aproximadamente a la misma hora cada día.
Si se ha dejado de fumar después de las 12 semanas de tratamiento, el médico de Atención Primaria puede recomendar 12 semanas de tratamiento adicional con vareniclina 1 mg dos veces al día para no volver al hábito tabáquico.
Alivia los síntomas de abstinencia
Si el paciente continúa fumando mientras sigue el tratamiento, este medicamento impide que experimente los efectos “gratificantes” del tabaco. Además, se multiplica por tres las posibilidades de éxito y dejar de fumar. Vareniclina alivia los síntomas de abstinencia que los fumadores padecen cuando intentan abandonar este hábito.
El blíster de vareniclina está calendarizado para favorecer el cumplimiento de las ingestas, que indica el momento de cada una de las tomas.
Con la financiación del Sistema Nacional de Salud, su precio se reduce en un 40% aproximadamente.
Los cigarrillos electrónicos no son una alternativa al tabaco
El doctor Carlos Rábade, neumólogo y coordinador del Área de Tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), explica a ‘Guías de Salud’ que “el cigarrillo electrónico no es una alternativa al tabaco, ni para evitar su consumo ni para dejar de fumar”. “Es un producto que se ha convertido en la puerta de entrada a nuevos fumadores y una forma de retener a los que llevan años fumando, evitando que hagan intentos serios de abandono de este hábito tóxico”.
Los beneficios inmediatos y a largo plazo de dejar de fumar
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), dejar de fumar disminuye la probabilidad de sufrir impotencia, de tener dificultades para quedarse embarazada, tener partos prematuros, hijos con insuficiencia ponderal al nacer o abortos. Pero, además:
- A los 20 minutos, disminuye el ritmo cardíaco y baja la tensión arterial.
- Dentro de las 12 horas siguientes, el nivel de monóxido de carbono en sangre disminuye hasta valores normales.
- Después de 2-12 semanas, mejora la circulación sanguínea y aumenta la función pulmonar.
- En 1-9 meses, disminuye la tos y la dificultad para respirar.
- En 1 año, el riesgo de cardiopatía coronaria es un 50% inferior al de un fumador.
- En 5 años, el riesgo de accidente cerebrovascular corresponde al de un no fumador entre 5 y 15 años después de dejar de fumar.
- En 10 años, el riesgo de cáncer de pulmón disminuye hasta ser el 50% del de un fumador, y disminuye también el riesgo de cáncer de boca, de garganta, de esófago, de vejiga y de páncreas.
- En 15 años, el riesgo de cardiopatía coronaria es el de un no fumador.