El tabaquismo es una adicción que se considera en la actualidad una enfermedad crónica.
Se trata de la principal causa de enfermedad y muerte prematura en los países desarrollados. En España, ocasiona más de 60.000 muertes cada año, principalmente por cáncer, y enfermedades cardiovasculares y respiratorias, lo que genera a su vez muchas otras enfermedades y discapacidades.
Hay pruebas científicas que muestran que el tabaco es el responsable del 30% de todos los casos de cáncer. Y no solo de pulmón, como señala la doctora Ruth Vera, jefa de Servicio de Oncología Médica del Hospital de Navarra y miembro del Patronato de la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO).
En otras palabras, explica a ‘Guías de Salud’ el Prof. José Mª Martín Moreno, Catedrático de Medicina de la Universidad de Valencia y Policy Adviser del Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas de Salud, “si eliminamos el tabaquismo desaparecería de golpe un tercio de la incidencia de cáncer”.
Y el tabaquismo pasivo también tiene consecuencias negativas para la salud. “Es una causa significativa de enfermedad y muerte prematura, principalmente por enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio, pero también como factor de riesgo de tumores malignos”, especifica.
Y es que, la exposición a largo plazo al radón podría estar relacionado con ello, tal y como recoge el Código Europeo Contra el Cáncer.
En el caso del cáncer de pulmón, se ha documentado un aumento de riesgo de padecerlo de al menos el 20% entre los no fumadores expuestos de manera habitual al humo del tabaco. De esta manera, una proporción de pacientes no fumadores con cáncer de pulmón podría estar relacionada con la exposición al humo ambiental del tabaco.
¿Qué sustancias tiene el tabaco?
El humo del tabaco contiene alrededor de 5000 sustancias tóxicas para el organismo, entre ellas más de 50 cancerígenas, y puede afectar a diversas partes del organismo, el temido cáncer de pulmón, pero también muchos otros tumores malignos.
Relación entre tabaco y cáncer
Aunque cuando pensamos en tabaco se nos viene a la cabeza el cáncer de pulmón, no es el único tumor que está íntimamente relacionado con este hábito tóxico. Fumar causa muchos tipos de cáncer, como:
- Cáncer de laringe
- De boca
- Esófago
- Garganta
- Vejiga
- Riñón
- Hígado
- Estómago
- Páncreas
- Colon y recto
- Cérvix
- Cuello uterino
Cáncer de pulmón: ya no es cosa de hombres
El cáncer de pulmón era una enfermedad casi exclusiva de los hombres. Sin embargo, como consecuencia de la paulatina incorporación de las mujeres al consumo de tabaco, cada vez es más frecuente en el sexo femenino.
De hecho, entre los casos de cáncer de pulmón de las personas afectadas en edades más jóvenes, apenas hay diferencias en función del sexo. Si el consumo de tabaco continúa al alza, la doctora Vera prevé que “otro tipo de tumores como los que afectan a la cavidad oral aumenten en las mujeres”. Por su parte, el profesor Martín Moreno recuerda que:
Esta situación se vivió hace años en Estados Unidos y en países del norte de Europa, en los que las mujeres se incorporaron al tabaquismo antes que en España. “En el caso de los EEUU, ya en la década de 1980 el cáncer de pulmón superó al cáncer de mama como la primera causa de muerte por cáncer entre las mujeres”.
¿Se reduce el riesgo de padecer cáncer si se deja de fumar?
Dejar de fumar es probablemente la mejor decisión que pueden tomar los fumadores, para mejorar tanto la esperanza como la calidad de vida de los años restantes. “El beneficio es siempre importante en ambos sexos y en todas las edades, aunque naturalmente cuando antes se deja de fumar, el beneficio obtenido es mayor”.
- “El beneficio más inmediato está relacionado con el descenso de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, principalmente el infarto de miocardio, de forma que un año después del abandono del hábito tabáquico, el riesgo se reduce a la mitad. El riesgo de sufrir cáncer también se reduce, pero mucho más lentamente”.
El profesor subraya que “se sabe de forma fehaciente que, si se deja de fumar, disminuye el riesgo de morir por cáncer. Aunque pueda parecer sorprendente, muchos pacientes con cáncer siguen fumando. Por eso, es necesario facilitar el diagnóstico y tratamiento del tabaquismo entre los pacientes con cáncer, de acuerdo con las evidencias científicas”.
Aunque se lleve muchos años con este hábito, siempre es beneficioso dejar de fumar. “A mayor intensidad de consumo hay mayor riesgo de enfermar y morir prematuramente como consecuencia del consumo de tabaco, aunque no hay un umbral de seguridad, y siempre hay aumento de riesgo cuando se fuma”.
¿Qué pueden hacer las administraciones para atajar el tabaquismo?
El profesor de la Universidad de Valencia hace hincapié en que “hay que trabajar para mejorar la salud de todos los españoles, con independencia de su año de nacimiento, aumentando la fiscalidad aplicada al tabaco y productos alternativos, garantizando los espacios sin humo, facilitando los programas de deshabituación y fomentando información y formación para la defensa y promoción de la salud”.
La doctora Vera también apuesta por educar sobre los efectos nocivos del tabaco y aumentar su coste para evitar que los jóvenes se incorporen a este hábito tóxico.