Después de disfrutar del segundo día de descanso del Giro de Italia, el pelotón vuelve al asfalto este martes con el esloveno Tadej Pogacar (UAE), salvo imprevisto no deseable, lanzado hacia la gloria de su primera maglia rosa.
Tal ha sido su superioridad hasta el momento y tan grandes las diferencias respecto a sus rivales inmediatos, rondando los 7 minutos, que no cabe otro pronóstico que se aparte de un camino triunfal del fenómeno esloveno hacia su primer peldaño del doblete Giro-Tour, su gran objetivo y reto personal de la temporada.
Los corredores se enfrentan hoy a la ruta entre Livigno y Santa Cristina y el Monte Pana. Más de 200 km de alta montaña con el Giogo di Santa Maria de inicio, cima Coppi, a 2.500 metros tras un ascenso de categoría especial de 17 km al 7,2 por ciento. El final de la etapa es explosivo, con el Passo Pinei (1a) y el ascenso a meta tras 6,5 km al 6,3.
En condiciones normales, sin el dominio apabullante de Pogacar, la última semana podría resultar explosiva y con margen para las sorpresas. Etapas interesantes sobran, concretamente 4 de montaña y 2 para los esprinters.