Era el gran anhelo de Diego Pablo Simeone desde el pasado mercado de fichajes veraniego. La llegada de un pivote que pudiera descargar y compartir responsabilidad con un Koke que en los últimos años ha tenido que asumir en exclusiva la función del cinco. Sonaron entonces, de hecho, nombres curtidos en mil batallas y del gusto del técnico argentino como los de Guido Rodríguez o Pierre-Emile Højbjerg. Pero donde Simeone demandaba experiencia y rendimiento inmediato, el club optó, con seis meses de retraso, por la juventud y proyección de Arthur Vermeeren.
Tras una temporada y media de presentación en sociedad, siendo pieza clave en un Amberes campeón de la liga belga y dándose a conocer en la fase de grupo de la Champions, el prometedor centrocampista de 19 años firmó en enero con el Atlético de Madrid a cambio de 20 millones de euros. Pero esa inversión, la mayor del club en los últimos tres años, no ha servido de momento para solventar el problema para el que Simeone reclamaba públicamente una solución.
El belga apenas ha participado en tres partidos de Liga. 83 minutos en total, repartidos entre los 45 que disputó ante el Rayo en su debut, tras apenas un par de entrenamientos, otros 19 ante Las Palmas y otros 19 en la derrota de los rojiblancos por 2-0 ante el Cádiz del 9 de marzo, la última vez que jugó.
Pasan las jornadas y Vermeeren no parece cerca de entrar en la rueda de Simeone, que por lo que hablado sigue viéndolo verde. “Hay que acompañarlo, hacerlo crecer. Es joven, tiene muchas cosas por darnos. Seguramente llegó en un momento con muchos partidos seguidos, y ni siquiera podíamos entrenar demasiado”, comentó al mes de su llegada el técnico, explicando una dinámica que se ha sostenido durante toda la temporada.
Con contrato hasta 2030, su caso recuerda al de otros fichajes rojiblancos que lo tuvieron complicado para rendir en los primeros meses. En Griezmann, su actual compañero, puede encontrar un ejemplo a seguir, ya que antes de convertirse en una leyenda del club y el niño mimado del Cholo pasó por una mili de cinco meses (entre agosto y diembre de 2014) en la que apenas disfrutó de minutos.
Pero también hay (bastantes) referencias negativas. No son precisamente pocos los fichajes de todas las edades y demarcaciones que han salido trasquilados al llegar al Atlético en la era Simeone. Vietto, Cerci, Gaitán, Jackson, o los recientes de Galán y Soyuncu son solo algunos de los ejemplos de jugadores que no entraron de primeras por los ojos del técnico argentino y no fueron capaces de revertir la situación.
Peligra su presencia en la Eurocopa
Precisamente en su puesto tiene el ejemplo, aunque no reciente, de otro joven que llegó a las órdenes de Simeone como una apuesta de futuro y acabó saliendo por la puerta de atrás. Fue el argentino Matías Kranevitter, que llegó al club rojiblanco en 2015 tras pagar ocho millones a River. Aunque por el momento, eso no parece preocupar a Vermeeren, que se ha mostrado seguro de la apuesta
“Sabía que no jugaría todo, que tendría que adaptarme. Estoy trabajando en eso ahora”, declaró el belga hace cosa de un mes en una entrevista en Dazn. “El idioma, la cultura, el clima, el fútbol… Siento que las cosas están cada vez mejor, estoy empezando a manejar mejor los asuntos cotidianos. Pero ahora tengo que demostrar que estoy empezando a estar preparado y que estoy ahí. Ojalá esté mejorando”, reflexionó el centrocampista.
De momento, Vermeeren entrena mucho y apenas juega. Solo queda ver si una vez certificada la presencia del Atlético en la Champions del año que viene y con nada en juego, Simeone empieza a testarle de cara a decidir si la próxima temporada estará en sus planes o se opta por una solución en forma de cesión para que el centrocampista se foguee.
Entre medias, eso sí, asoma una Eurocopa en la que todavía tiene opciones de estar a pesar de no haber jugado prácticamente en 2024. Lo decidirá el seleccionador belga Domenico Tedesco, que ha contado con él en todas las convocatorias desde que le hizo debutar en octubre del año pasado y que fue uno de los valedores de su fichaje por el Atlético, afirmando que le llevaría a “desarrollará enormemente como jugador”. En manos de Simeone está la posibilidad de que juegue un par de partidos a última hora, con todo ya decidido, que puedan decantar la balanza para que esté en junio en Alemania.
“Es un chico joven, con un futuro importante, que está la expectativa de poder mostrar”, aseguró este sábado el técnico argentino en rueda de prensa, comparando el caso de Vermeeren con otros fichajes a futuro de La Liga “Obviamente le ha tocado jugar poco, como le ha tocado jugar poco a Güler en el Madrid o a Vítor Roque en el Barcelona. Son muy jóvenes y hay momentos que se les puedo utilizar y hay momentos que hay que esperar a que puedan encontrar ese momento. Tiempo, paciencia. Sabemos que hay un buen futbolista y que lo vamos a necesitar”, enfatizó el técnico argentino.
“Ojalá que en estos dos partidos que queden pueda aportarle al equipo lo que creemos que tiene y bueno, que vaya sumando minutos de cara a lo que va a venir”, concluyó Simeone, abriendo a la puerta a que, sin nada en juego, Vermeeren pueda empezar a justificar el por qué del desembolso del Atlético.