El tercer partido de la eliminatoria Olympiacos – Barça no iba a servir nada más que para tintar la eliminatoria de un color y decantar las apuestas. Y ahora pinta de azulgrana tras un apretado 80-82 (2-1) aunque el panorama, en el fondo, es idéntico, al que se dibujaba antes de tomar el avión hacia Atenas: había que ganar un partido como mínimo. Si se suma el segundo, dentro de dos días, la eliminatoria quedará resuelta. Y si no, siempre nos quedará el Palau Blaugrana.
Exigió esta victoria un esfuerzo descomunal y extrajo de los barcelonistas una demostración de entereza y de consistencia. Además de una prórroga tras el empate del tiempo reglamentario con dos puntos de Laprovittola (71-71). Entre los checos Satoransky (5) y Vesely (4) se repartieron los puntos y con el segundo empate (80-80) y a falta de dos décimas, Petrusev mordió el anzuelo al creerse un triple de Jabari Parker. El americano anotó dos tiros y lanzó a fallar el tercero.
Con los mismos quintetos del segundo partido habían empezado y el errático inicio reveló la sobretensión que va adquiriendo la serie con la pírrica puntuación que juntaron (13-13). Un correcalles en el que se sucedían los errores del que se contagió el Barça, más estable con sus primeros tiros. De no ser por la prórroga, habría sido el marcador más rácano de los tres.
El Olympiacos corrigió una de sus grandes carencias: el rebote ofensivo. Siempre obtuvo menos que el Barça y esta vez equilibró la contienda, ganando nuevas opciones de tiro. Bartzokas dejará para otro día la tarea ingente de corregir el acierto en los triples por los pésimos porcentajes que acumula. El Barça empeoró los suyos, y tal vez por ello Grimau sacó a Darío Brizuela. Inédito en los dos partidos anteriores, jugó los tres últimos minutos de la primera parte. Falló dos y anotó una canasta de tres.
El reboteador Rubio
En esa faceta en la que los azulgranas son netamente mejores, se gestó la recuperación. Satoransky, Laprovittola y Parker anotaron tres triples consecutivos en la reanudación y ajustaron el marcador que tan negro pintó con el 37-29 del segundo cuarto. La máxima ventaja local que se transformó en el 51-57 al concluir el tercer cuarto con un triple contra el tablero de Parker, el quinto de los seis intentados. Rubio se zafaba como un jabato y además de dar bola a Hernangómez se erigía en el segundo reboteador del equipo, el que más en el aro contrario.
Tanto luchó Rubio que acumuló cuatro faltas, igual que Vesely y se interrumpió el Barça en ataque. Olympiacos dio un estirón hasta colocarse con seis puntos de ventaja (69-63), momento que, como es tradición, todo el pabellón se puso en pie para disfrutar del final. Dos triples de Abrines sentaron a todo el mundo. Aquello no había acabado. Lo que quedaba a continuación les dejó aplatanados.
Ficha técnica:
80 – Olympiacos: Walkup (10), Canaan (0), Peters (8), Sikma (0), Fall (8) –cinco inicial–, Petrusev (18), William-Goss (9), Larentzakis (3), McKissic (8), Wright (16).
82 – Barcelona: Rubio (0), Laprovittola (12), Kalinic (5), Parker (13), Vesely (16) –cinco inicial– Jokubaitis (0), Satoransky (13), Hernangómez (13), Abrines (6), Da Silva (2), Brizuela (2).
Parciales: 13-13; 24-19; 14-25; 20-14; 9-11.
Árbitros: Ilija Belosevic, Mehdi Difallah, Milan Nedovic.