Ha vuelto la confianza. Nada que ver con el último año, de sufrimiento, a los mandos de la Honda. La apuesta era arriesgada, pero Marc Márquezya se ha dado cuenta, en solo cuatro fines de semana, en los que ha estado casi siempre delante, que el cambio a Ducati, incluso metido en un equipo satélite como el del excampeón Fausto Gresini, ha valido la pena porque “cuando recuperas la confianza, cuando recuperas la sonrisa, cuando te ves capaz de volver a disfrutar sobre la moto, es cuando te atreves a codearte con el campeón del mundo, con el jefe de filas de tu nueva marca y cuando intentas las cosas que he intentado en las cinco últimas vueltas de Jerez donde, al final, he decidido que no podía arriesgar más pues sumo ya tres ceros y no era cosa de perder 20 puntos en las últimas dos vueltas”.
“Ya dije que, en Austin (Texas, EEUU), pese al problema que tuve con los frenos delanteros, disfrute mucho. En Jerez, el sábado, disfruté un montón, consiguiendo la ‘pole’ y hoy, domingo, lo he pasado muy, muy, bien, peleándole la victoria al campeón de los dos últimos años”, comentó Márquez sobre su trayectoria en 2024. “Si eres feliz y te salen las cosas, incluso en los circuitos donde vamos a tener problemas, que los habrá, sufriremos un poquito y, luego, lo compensaremos en los que nos gusta, en los que más se adaptan a nuestro pilotaje”.
“Cuando te haces daño de verdad, no te duelen solo los huesos, te duele también la mente y de eso es de lo que más cuesta recuperarse. Yo estoy saliendo de ese proceso y siento que mi plan está funcionando”
“No he perdido, no. Ha ganado ‘Pecco’, pero yo no he perdido. Es uno de los mejores podios de mi carrera, seguro”, siguió explicando el joven de Cervera (Lleida). “Porque todo está saliendo como lo diseñé. Estoy ganando en mi plan, en el trayecto que diseñé en mi cabeza y se están cumpliendo todas los pasos, incluso por lo que hace referencia a los tropiezos, que sabía que ocurrirían porque éste es un proyecto nuevo”.
Cuando le preguntas si, tras este brillantísimo segundo puesto y superar mentalmente los tres ceros consecutivos, puede empezar a pensar en el título, Márquez no se esconde. “Mi inicio ha sido pésimo, más por la mala suerte que he tenido, pues en un GP me tiró ‘Pecco’ (Bagnaia) y, en otro, me fallaron los frenos y, sin embargo, estamos solo a 32 puntos del líder. Eso significa que estamos rodando todos al límite y que, por lo tanto, se producirán más caídas, más ceros. Los dos míos me provocaron algo de rabia, pues no iba pasado de vueltas ni mucho menos´. Debemos seguir el plan, no precipitarnos, todo llegará. Para mí ya es un orgullo poder pelearle la victoria a los dos líderes de Ducati, ‘Pecco’ (Bagnaia) y Jorge (Martín)”.
Este es el plan
Márquez habla constantemente del plan, algo que ya hizo el asturiano Fernando Alonso, el pasado año, en Aston Martin. Cuando se le pregunta por ese plan, contesta: “El plan está en mi cabeza. Y es un plan fruto de los cuatro años de sufrimiento que he vivido debes ir con mucho mimo. Lo primero, evidentemente, es llegar al equipo con tacto; después hacerte con el control de la moto, que es totalmente nuevo para mí. A continuación, intentar estar lo más arriba posible, como ha ocurrido en los cuatro fines de semana que llevamos y, ahora, que ya tenemos la moto por la mano, que ya la piloto yo y no me lleva ella, aprovechar el test de mañana (por hoy, lunes) para apuntalar algunas cositas y retocar otras. Es decir, ya estamos afinando y poniendo la moto como me gusta a mí”.
“En el arranque del gran premio, me ha pesado todo. Son muchos años de sufrimiento. Cuando un deportista, no importa el deporte, se lesiona de gravedad, no sufre solo daños físicos, no, no, a veces el peor es el daño mental que sufres, esa duda que entra en tu mente. No quiero decir que tengo clavada esa caída, esa lesión, ese viacrucis, esos cuatro años insufribles, no, pero todo requiere su periodo de curación y recuperación”, explicó Márquez, casi en la intimidad, tras haber disfrutado “como nunca” de una vuelta de honor “que se me hizo corta ¡hasta hemos roto una valla con los aficionados! ¡Jerez es único!”
Márquez se dio cuenta y contagió a su gente que su regreso es una realidad. Todos saben, incluso Bagnaia, que ha vuelto. Ahora sí, para ganar. Prueba superada. Está vivo. Recuperado. Su sonrisa demuestra que empieza a disfrutar sobre la moto, aunque sea una ‘Desmo’ inferior a la del campeón (Bagnaia) o subcampeón (Martín). La suya fue una apuesta muy arriesgada, pero no tocaba otra. “Le puse mucho coraje, pero no quedaba otra. Debía ponerme a prueba con la mejor moto. Saber si volvía a servir para esto: para arriesgar y volver a ganar. Si iba a ser capaz de volver a ser competitivo”.
“Cuando tomé la decisión de abandonar Honda, sabía a lo que me arriesgaba. Necesitaba ponerme a prueba, demostrarme a mí mismo, teniendo la mejor moto de la parrilla, que aún sirvo para esto. Necesitaba saber que aún era competitivo. Y parece que sí”
Marc confiesa que, a veces, los deportistas deben enfrentarse sin temor a su difícil situación. “Hay que salir a pecho descubierto a pelear e imponerte a lo que venga. Y si hay que bailar, se baila”. Y en eso está. Aún no ha ganado, pero está en ello. Y todo el mundo lo sabe. Está Bagnaia, el campeón. Está Martín, el líder, subcampeón y principal favorito. Está Pedro Acosta, el ‘tiburón de Mazarrón’, su clon, el niño que viene. Esta Maverick Viñales, que parece resucitado, sí. Pero solo él, Marc Márquez Alentá, tiene ocho títulos. Solo él, Marc Márquez Alentá, viene del infierno. “Ha vuelto la confianza. Me sigo notando querido, muy querido, muy valorado. Queda mucho, pero el plan, mi plan, se está cumpliendo”.
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