Andalucía concentra uno de los patrimonios culturales y naturales más importantes a nivel nacional. En la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco están anotados ocho bienes andaluces que tienen presencia en todas las provincias andaluzas.
Córdoba, Úbeda y Baeza son las tres únicas ciudades andaluzas que están en la lista. Además, se integran en este listado la Ciudad Califal de Medina Azahara, los Dómenes de Antequera, el arte rupestre del Arco Mediterráneo, el Parque Nacional de Doñana, la Catedral, Alcázar y Archivo de Indias de Sevilla, la Alhambra, Generalife y Albaicín de Granada.
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Granada
Alhambra, Generalife y Albaicín
La Alhambra es una ciudad palatina islámica que incluye una fortaleza y un rico complejo palaciego donde residía el sultán y la corte del Reino Nazarí de Granada. Junto con los jardines del Generalife fue inscrita en la Lista de Patrimonio Mundial en 1984 por representar una realización artística única de la humanidad y constituir un extraordinario ejemplo arquitectónico que ilustra la etapa de presencia islámica en España.
En el año 1994 la inscripción se amplió al barrio del Albaicín, ejemplo del urbanismo medieval que ejemplifica la fusión de las antiguas residencias islámicas y moriscas, junto con las tradicionales actuales derivadas de modelos formalizados en el siglo XIX. El interés del conjunto no sólo radica en la excepcional decoración de los interiores, sino en su localización y adaptación, generando un paisaje nuevo totalmente integrado con la naturaleza preexistente.
Situados en dos colinas adyacentes, separadas por el río Darro, la Alhambra y el Albaicín forman el núcleo medieval de Granada sobre la ciudad moderna. Al este del recinto amurallado, se encuentra el Generalife, palacio de recreo y almunia perteneciente a la dinastía que gobernó esta parte de España en los siglos XIII, XIV y XV.
2
Córdoba
Centro Histórico de Córdoba
La actual Mezquita-Catedral de Córdoba, crisol de las diferentes culturas que a lo largo de los siglos han modificado la construcción inicial, fue declarada Patrimonio Mundial en 1984. Esta obra maestra del mundo árabe, edificada sobre una anterior basílica visigoda, puso de manifiesto el conocimiento técnico de la época.
En 1994 se amplió el área declarada Patrimonio Mundial, incluyendo el barrio de San Basilio con su trazado irregular de calles estrechas, el Puente Romano sobre el río Guadalquivir, la Torre de Calahorra, el Alcázar de los Reyes Cristianos, el Palacio Episcopal, el antiguo Hospital de San Sebastián, la Sinagoga, los Baños Califales, las Termas de Téllez o las de la Alegría.
Además de esta riqueza monumental, destaca su arquitectura residencial, cuyo mejor exponente son las ‘casas-patio’ típicamente cordobesas, de origen romano y reinterpretadas por la cultura islámica. El conjunto declarado resultante de esta ampliación ofrece un ejemplo de singularidad artística y arquitectónica de irremplazables valores urbanos, paisajísticos y ambientales indispensables para interpretar y comprender la Mezquita de Córdoba.
3
Sevilla
Catedral, Alcázar y Archivo de Indias de Sevilla
Estos tres edificios, situados en el corazón de la ciudad de Sevilla, forman un conjunto monumental que ilustra los acontecimientos más importantes de la historia de la ciudad y por ese motivo fueron declarados Patrimonio Mundial en el año 1987. Aunque de épocas muy diversas y con numerosas modificaciones a lo largo del tiempo, los tres monumentos tienen en común su estrecha relación con el acontecimiento de relevancia universal que fue el descubrimiento de América en 1492.
Especialmente es simbólico en este aspecto el Archivo de Indias, antigua Lonja situada entre los Reales Alcázares y la Catedral, escenario de las relaciones comerciales cada vez más intensas de la ciudad, que pasó a albergar todas las colecciones históricas y diplomáticas relativas a las colonias de América en 1790.
4
Sevilla, Cádiz y Huelva
Parque Nacional de Doñana
El Parque Nacional de Doñana ocupa la margen derecha del río Guadalquivir, a la altura de su estuario, en el océano Atlántico. La extensión declarada como Parque Nacional en 1969 y luego ampliada en 1978 por la Ley de Doñana asciende a 50.720 hectáreas y afecta a tres provincias andaluzas: Huelva, Sevilla y Cádiz.
Este parque nacional fue declarado Patrimonio Mundial en 1994 como un ejemplo excepcional de gran humedal mediterráneo donde conviven diversos ecosistemas que dan cobijo a una variada fauna. Doñana es la mayor reserva ecológica de Europa y su gran extensión de marismas acoge durante el invierno a numerosas especies de aves acuáticas procedentes de la región ártica, que suelen alcanzar cada año los 200.000 individuos. La importancia vital de este espacio natural protegido radica en la diversidad de ecosistemas que alberga: la marisma, las dunas vivas y las arenas estabilizadas o cotos
5
Los conjuntos monumentales renacentistas de Úbeda y Baeza, situados ambos en el centro histórico de cada ciudad, constituyen un magnífico ejemplo de urbanismo y arquitectura renacentista que fue declarado Patrimonio Mundial en el año 2003. Situadas en la provincia de Jaén, la excepcionalidad de estas dos ciudades separadas por tan sólo nueve kilómetros, radica en cómo se han desarrollado y estructurado a lo largo de la historia de forma dual.
Durante el siglo XVI Úbeda y Baeza logran su mayor singularidad como ciudades y es también en este momento cuando más se manifiesta desde el punto de vista formal esta dualidad. Mientras en Baeza se desarrolla una importante y numerosa arquitectura pública civil y religiosa, Úbeda refleja en sus palacios el poder y la riqueza de la nobleza.
Andrés de Vandelvira fue el principal arquitecto de este enclave dual y la figura que desarrollará el arte de la Estereotomía (corte de la piedra). Su obra es el máximo exponente de las posibilidades que el dominio de la cantería tradicional, traducida con absoluta libertad a las formas clásicas, ofrecía a la forma hispana de hacer arquitectura del Renacimiento. Los núcleos monumentales de cada ciudad constituyen los espacios representativos del Renacimiento como expresión cultural plena de ambas ciudades.
6
Almería, Granada y Jaén
Arte Rupestre del Arco Mediterráneo
El Arco Mediterráneo de la Península Ibérica alberga más de setecientas estaciones con arte rupestre prehistórico de singular valor. En las sierras litorales e interiores de seis Comunidades Autónomas (de norte a sur, Cataluña, Aragón, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Región de Murcia y Andalucía), podemos encontrar este legado, que abarca desde el Paleolítico superior hasta la Edad de los Metales.
El Arte Rupestre del Arco Mediterráneo fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1998. Estas pinturas se localizan en las provincias más orientales de Andalucía: Jaén, Granada y Almería. Aquí se pueden distinguir cuatro núcleos que, agrupados geográficamente, serían los de la Comarca de los Vélez (Almería y Granada) y los de Sierra Morena, Quesada y Sierra de Segura (Jaén).
7
Málaga
Dólmenes de Antequera
El sitio de los Dólmenes de Antequera es un bien en serie compuesto por tres monumentos megalíticos: el dolmen de Menga, el de Viera y el tholos de El Romeral, y por dos monumentos naturales: la Peña de los Enamorados y el Torcal de Antequera. Edificados durante el Neolítico y la Edad de Cobre con grandes bloques de piedra, estos monumentos conforman cámaras de cubierta adintelada (Menga y Viera) o de falsas cúpulas (El Romeral), que se han utilizado con fines funerarios o para realizar rituales.
Los megalitos de Antequera son ejemplos del megalitismo europeo ampliamente reconocido. Enterradas bajo túmulos de tierra, las estructuras megalíticas parecen un paisaje natural cuya orientación se basa en dos monumentos naturales: la Peña de Los Enamorados y el Torcal, que conforman dos referencias visuales dentro del bien declarado Patrimonio de la Humanidad en 2016.
8
Córdoba
Ciudad Califal de Medina-Azahara
El conjunto arqueológico de Medina Azahara es una ciudad islámica de 112 hectáreas de superficie. Fue mandada construir por el primer califa de Al-Andalus, Abd al-Rahman III en el año 936 o 940, como parte del programa político, económico e ideológico puesto en marcha tras la instauración del califato. Como residencia personal y sede del gobierno, la zona palaciega albergaba las viviendas de los dignatarios más importantes y el conjunto de los órganos administrativos del Estado, que fueron trasladados desde Córdoba.
Esta ciudad está considerada como una de las cumbres del arte islámico, tanto por su estructura y disposición urbana como por la diversidad de sus materiales, las soluciones arquitectónicas empleadas y la extraordinaria riqueza y calidad de sus programas decorativos. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2018.