LaLiga presentó en la temporada 2022-23 unos ingresos récord de 5.698 millones de euros, con un resultado neto positivo de 200 millones. Cifras que suponen una facturación récord para los clubes de fútbol de Primera y Segunda y que les devuelven a beneficios por primera vez desde la pandemia.
Cifras, no obstante, que están muy condicionadas por las operaciones corporativas (las ‘palancas’) que ha realizado el Barça en el último ejercicio, por un total de 808 millones de euros. Sin esos ingresos, y realizando el ajuste de activos vinculados a dichas operaciones, LaLigaestima que sus ingresos totales se situarían en el entorno del récord hasta la fecha, que data de la temporada 2019-20, la última previa a la pandemia: 5.065 millones.
Las llamadas ‘palancas’ de Joan Laporta condicionan, asimismo, los resultados positivos que, por primera vez desde 2020, el fútbol español presenta en sus cuentas agregadas. El superávit antes de impuestos de 309 millones se convertiría, solo por el impacto de las operaciones del Barça, en un déficit de 400 millones.
Como viene pasando en los últimos ejercicios, las cuentas del Barça y sus operaciones para escapar de la grave crisis económica que padece condiciona las cuentas del conjunto de los clubes españoles. Más allá de esa distorsión, el informe económico de LaLiga presenta cifras que apuntalan un crecimiento ligero pero sostenible.
Récord de asistencia e ingresos comerciales
En esta línea, la temporada 2022-23 fue la que mayores ingresos generó por venta de entradas (match day) en toda la historia, pese a casuísticas relevantes como las limitaciones de aforo del Santiago Bernabéu por las obras que aún siguen en marcha. Pese a esta circunstancia, se superaron por primera vez los 15 millones de asistentes a partidos de LaLiga, con un incremento porcentual del 36,9%.
También fue una temporada récord en ingresos comerciales, que se situaron en los 1.198 millones de euros (+28,6%), superando los 1.000 millones por primera vez en la historia. El crecimiento agregado de los clubes en este asiento, restando a Real Madrid y Barça, grandes tractores económicos de la competencia, se sitúa en un 55% con respecto al curso anterior.
LaLiga valora que la competición se ha hecho menos dependiente de las ventas por traspasos de futbolistas, variable que además entiende que se reducirá en los próximos mercados, por las restricciones que se están empezando a implementar en la Premier League. En la temporada 2022-23, los clubes ingresaron 679 millones por venta de jugadores, casi la mitad que en el último curso antes de la pandemia, 1.128 millones en la 2019-20. LaLiga prevé que esa partida caiga hasta un suelo de 600 millones en la temporada actual o en la próxima. En esta línea, LaLiga valora que sus ingresos totales recurrentes crecen un 15% con respecto a la temporada 21-22, hasta situarse en los 4.889 millones de euros.
Las obras del Bernabéu y el Camp Nou
En cuanto al nivel de deuda, las inversiones en infraestructuras, especialmente la relativa a las reformas del Santiago Bernabéu y del Camp Nou, dispara la cifra hasta los 3.330 millones de euros, de los que 818 responden a los compromisos adquiridos por el acuerdo con el fondo CVC (LaLiga Impulso) y otros 1.457 a los estadios de los dos grandes clubes de España y otro tipo de operaciones menores.
El resto de la deuda, etiquetada como deuda neta senior, se eleva a 1.056 millones de euros. Cifra que se sitúa en umbrales similares a las cifras prepandémicas y que se reduce desde el máximo de 1.757 millones que alcanzaron los clubes españoles en la temporada 2020-21.
La recuperación completa del fútbol español todavía se dilatará, en buena medida por el efecto arrastre que genera el FC Barcelona y su profunda crisis económica. En esta línea, LaLiga prevé cerrar la temporada actual en un resultado negativo antes de impuestos de unos 300 millones, dado que las palancas ya no ejercerán un impacto positivo, sino negativo, en el club que preside Joan Laporta.