El domingo, 14 de abril, el coliseo centenario de Mestalla abrirá las puertas al derbi entre el Valencia y el Levante en la Liga F (17:00 horas, DAZN). Por octava vez, uno de los dos grandes estadios de la ciudad acogerá el derbi femenino. Levante-EMV ha conversado con dos valencianas que conocen la pasión de este tipo de enfrentamientos de rivalidad, Claudia Florentino, defensa y una de las capitanas blanquinegras, y la portera granota, Andrea Tarazona. Las dos se mueren de ganas por vivirlos “in situ” en los mejores escenarios.
Florentino, valencianista de cuna, sabe de “la rivalidad con el Levante desde bien pequeña”. “El Valencia era muy glorioso cuando era una niña. Recuerdo estar jugando en el parque y la gente en los bares ponerse a gritar… Pregunté a mis padres que pasaba, y responderme: “¡Hija, que el Valencia ha ganado la Liga!”. Vine muchas veces a Mestalla, a partidos de Champions. Mi padre es muy valencianista y, para mí, no hubo otra opción que el Valencia, y me alegro de que fuese así. No me entendería a mí misma como futbolista sin el Valencia CF“, explica con nostalgia.
En cambio, el destino quiso que en el primer derbi femenino en Mestalla Claudia no pudiera sobre el césped, pese a haber formado parte de la Academia VCF desde la creación del femenino en 2009. “Lo disfruté en la grada. Fue un partidazo del Valencia (6-0). Ese día se acercó mucha gente al estadio. Y después de haber regresado y perderme también el precedente del año pasado (4-2), ahora tengo muchas ganas. Queremos dar la mejor versión y ganar por los aficionados”, agrega la central, titular en todos los partidos de Liga F. La incombustible del Valencia.
En 2023, el derbi reunió a 8000 personas en la Avenida de Suècia, lejos del récord generado en 2017, cuando 17000 ofrecieron un colorido indeleble en la historia del fútbol femenino. Las futbolistas del presente son partícipes del protagonismo ganado a pulso por la mujer en el deporte rey. “Me hace sentir orgullosa, son pasos que deben darse. Como jugadora, me planteo participar en dejar un mejor legado para las niñas que quieran jugar que el que había cuando llegué. Es importante que se abran los estadios y se acerque el fútbol a la ciudad. Ir a Paterna o Buñol lo hace mucho más difícil para la gente y las familias”. Según Florentino, “lo principal para el fútbol femenino sería abrir muchas más veces los estadios, que fuera algohabitual y, al mismo tiempo, que pudiera verse reflejado con mayor presencia en más medios y noticias: televisión, radio, prensa…”.
Desde el bando levantinista, Andrea Tarazona, quien pasó desde alevines cinco años en la escuela del Valencia CF, comparte la idea del crecimiento del fútbol femenino, aunque “queda camino por recorrer”. “Siempre es un placer ser parte de ese cambio social, jugar en un estadio como Mestalla y que cada vez más los clubes nos abran sus puertas. Hay crecimiento, pero resta trabajo por hacer. Debe profesionalizarse aún más y debe verse a las futbolistas como lo que somos, deportistas de élite”, dice la guardameta de 20 años, que deja claro que “hay que apostar más desde la liga y desde todos los clubes”.