El pasado 11 de diciembre, el partido de Liga entre el Granada y el Athletic Club, era suspendido por la muerte de un aficionado, Antonio Trujillo, en el Nuevo Estadio de Los Cármenes. Durante el encuentro de vuelta de la semifinal de Copa entre el equipo vasco y el Atlético, un seguidor, Miguel Ocio, sufrió un desvanecimiento en San Mamés. Murió al día siguiente. Son dos situaciones de las múltiples que se han producido en los campos de fútbol en los últimos años.
Para aumentar la preparación, los jefes de emergencias de los 42 clubes de Primera y Segunda División recibieron esta semana formación en previsión y gestión de crisis en los estadios de fútbol. Lo hicieron LaLiga y Cruz Roja en el I Congreso de Emergencias en los campos que se cerró con “un simulacro en el que participaron 200 personas de diversos colectivos para tratar las necesidades de respuesta y evacuación”, cuenta a este diario Miguel Ángel Sánchez Arrocha, responsable del programa de servicios preventivos de riesgo previsible de la Unidad de Emergencias de Cruz Roja.
Las ventajas del Metropolitano y los campos modernos
Para esta práctica se tuvieron en cuenta necesidades especiales. “Hubo seis actores que simulaban patologías al margen de las labores. Por ejemplo, una que sufría heridas, otra quemaduras y una chica embarazada. A esto le sumamos un maniquí con parada cardíaca para trabajar en directo con una ambulancia”, explica Sánchez para describir la complejidad de los escenarios frente a los que hay que responder en escenarios donde, en algún caso, se dan cita más de 80.000 personas.
La capacidad de los estadios es una de las cuestiones que se tienen en cuenta a la hora de montar los operativos. Igualmente, se tiene en cuenta la mayor o menor presencia de aficiones de riesgo y las características arquitectónicas de cada uno de los feudos. “Por ejemplo, el Metropolitano es un campo muy permeable, donde sería muy sencillo realizar una evacuación. También el RCDE Stadium en el que se llevó a cabo el congreso. Tienen una amplitud de la que carecen estadios más antiguos”, analiza el miembro de Cruz Roja, entidad que está presente en el 50% de los campos de LaLiga.
Es obligatorio que exista personal de respuesta, pero “por el momento” las entidades deportivas escogen quién les facilita este servicio. Otro factor a tener en cuenta es la distancia al hospital más cercano y cómo afecta la movilización de recursos sanitarios, tal que ambulancias y personal. El número de efectivos que se despliegan en cada campo depende de todo lo anterior, pero tienen que estar coordinadas con los directores de seguridad, Fuerzas y cuerpos de seguridad y también con el árbitro.
Cruz Roja no considera que hayan aumentado las asistencias
Aunque desde la Federación insisten en que el protocolo siempre ha existido, desde hace dos temporadas los árbitros paran en caso de que se registre una incidencia en la grada. El primer torneo donde se implantó de modo efectivo esta medida fue en la Eurocopa. A partir de ahí se ha ido normalizando en el resto de escenarios deportivos.
“A veces ni ellos mismos saben lo que ocurre. Se producen situaciones más visuales y se genera alarma social, pero no considero que haya aumentado el número de asistencias, aunque estamos más expuestos”, explica Miguel Ángel Sánchez Arroja, de la Unidad de Emergencias de Cruz Roja. Él, que lleva casi cuatro décadas trabajando en la organización, no ha detectado una subida de las incidencias.
Con todo, se han ido publicando diferentes estudios científicos que hablan de la influencia del covid persistente como causa más reciente, al igual que el menor chequeo por la saturación de la sanidad. A esto se suma el ‘target’ de los estadios, mayormente hombres, más tendientes a padecer ataques cardíacos.
No hay que olvidar el estrés que provocan los partidos y algunos investigadores hablan de las propias dinámicas de las jornadas de fútbol, donde se ingiere más comida y alcohol. En casos particulares como las lipotimias la razón se encuentra en el calor excesivo que se registran en partidos programados, por ejemplo, a primera hora de la tarde en agosto o septiembre.
“Se graba todo y se opina”: el respeto a la asistencia
La mayor atención provoca tensión y aumenta la presión sobre el personal asistencial. La pausa arbitral se mantiene incluso mientras el dispositivo está operativo. “Es peligroso, porque todo el mundo se cree periodista ahora al tener una cámara en su móvil. Lo graban todo y empiezan a opinar. Se critica la velocidad de atención, también en lo que tiene que ver con los jugadores. Por eso es tan importante que funcione bien el engranaje de asistencia, tanto en lo interno como en lo que sucede en la calle”, defiende el sanitario.
Para Miguel Ángel Sánchez Arrocha, fortalecer la normativa es fundamental para que se mantenga un alto estándar de atención. Es también importante que se destinen recursos y se innove. En las jornadas se utilizó una herramienta de software que permite dimensionar el estado de las personas con cálculos matemáticos. La idea es tener ‘background’ para responder ante el mayor número de escenarios. Con todo, miembro de la Cruz Roja, que lleva asistiendo en partidos de fútbol prácticamente desde que el fútbol es fútbol, reconoce que hay episodios que desbordan cualquier previsión.
Rescata una de las grandes catástrofes: Heysel, ocurrida en 1985, cuando una avalancha en el estadio belga, en los prolegómenos de la final de Copa de Europa entre el Liverpool y la Juventus, provocó la muerte de 39 personas (además de 600 heridos). Como reconoce el sanitario, para situaciones así nunca se está suficientemente preparado, pero el trabajo diario de prevención y formación genera herramientas que salvan vidas.