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La joya modernista madrileña que abre sus puertas al público este mes de abril


Ubicado en el número 4 de la calle Fernando VI, esquina con la calle Pelayo, está el palacio de Longoria, uno de esos edificios que invitan a detenerse a admirar su exquisita arquitectura repleta de detalles.

Normalmente y para desgracia de los visitantes y locales que recorren las calles de Madrid, este palacio -sede actual de la SGAE- está cerrado al público, pero hasta el 30 de abril aquellos que lo deseen pueden conocer sus encantos al visitar la exposición gratuita ‘¿Bailamos? 125 años de danza en España’, una exhibición compuesta por más de 200 obras de autores como Joan Miró, Antoni Tàpies, Rafael Alberti, Mariano Benlliure o Herminio Molero.

Esta muestra, que está disponible de 16.00 a 21.00 horas, homenajea a leyendas como Tórtola Valencia, Pastora Imperio o Antonia Mercé ‘La Argentina’ (nacidas a finales del siglo XIX) junto a figuras actuales como Jesús Carmona y Rocío Molina.

Historia y arquitectura

Javier González Longoria fue el que mandó construir, entre 1902 y 1904, este edificio que estaba por convertirse en el máximo exponente del movimiento modernista en la capital, aunque para los planos interiores se optó un criterio más tradicional. Obra de José Grases Riera, este palacio estaría destinado a ser la residencia familiar del financiero, así como oficinas de su sede bancaria.

En 1912 el edificio se puso a la venta y fue reformado por García Nava para la Compañía Dental Española. Posteriormente, en 1946, pasó a ser de la empresa de Construcciones Civiles, quienes realizaron otra intervención arquitectónica. Cuatro años después sería la Sociedad General de Autores y Editores los que adquirieran el inmueble para convertirlo en su sede. Para ello, encargaron la reforma a Carlos Arniches, quien dotó al edificio de su distribución y aspecto actual, aunque en 1990 se llevó a cabo la restauración de la fachada principal, la cual estaba muy deteriorada, así como la rehabilitación de los interiores por parte de Santiago Fajardo. Las constantes reformas y cambios de manos hicieron que esta joya perdiera parte de su encanto original.

Imagen secundaria 1 - Detalles de fachada exterior y de la escalera principal del Palacio de Longoria.
Imagen secundaria 2 - Detalles de fachada exterior y de la escalera principal del Palacio de Longoria.
Un palacio poco conocido
Detalles de fachada exterior y de la escalera principal del Palacio de Longoria.
Ignacio Evangelista y Luis Camacho/SGAE

La estructura del Palacio de Longoria está formada por dos cuerpos rectangulares unidos mediante un torreón circular que unifica las fachadas donde se instalan la puerta de acceso y la escalera principal. Esta distribución en forma de L permite tener un patio-jardín interior en el que las fachadas están formadas por una galería porticada sobre soportes en forma de palmeras con pabellones semicirculares en los extremos. El alzado exterior está retranqueado para permitir la llegada de luz a los sótanos. Por su parte, las fachadas exteriores, realizadas en piedra artificial, presentan balcones prolongados por medio de finas columnas que crean doseles y una decoración vegetal. Así mismo, su creador decoró las mansardas y óculos utilizando la técnica del trencadís aportando texturas y tonalidades de gran belleza.

De la arquitectura interior es su escalera principal lo más destacado y espectacular, por no decir de todo el conjunto. Inspirada en el modernismo francés y en las obras de Víctor Horta, se trata de un modelo imperial circular cubierto con una impresionante cúpula de hierro y vidrio emplomado con estructura nervada en forma de estrella apoyada en seis columnas de fundición. La barandilla de hierro y bronce presenta elementos vegetales como flores de colores y hojas de latón.


Imagen de la vidriera de la cúpula del Palacio de Longoria


outisnn – wikimedia commons

Curiosidades

– En el momento de su construcción era tan diferente -al menos por fuera- del resto de construcciones que recibió el curioso nombre de ‘la casa de la tarta’.

– El arquitecto catalán que dio forma a esta maravilla arquitectónica fue discípulo de Gaudí.

– Javier González Longoria vendió el palacio por 500.000 pesetas.

– De 1915 a 1929 el pintor Julio Romero de Torres tuvo un taller en este edificio, un espacio que le cedió la Compañía Dental Española.

– Otras de las obras del arquitecto José Grases Riera son el monumento al rey Alfonso XII ubicado en el parque del Retiro, el Palacio de la Equitativa y el ya desaparecido Teatro Lírico de Madrid.

– Algunos autores atribuyen la cúpula de hierro y vidrio a la Casa Maumejean, creadores de las vidrieras de las catedrales de Burgos y Sevilla, entre otras.



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