Siempre aseguraba que trabajaría hasta el final, y así fue. La parca casi lo pilla la noche antes de morir lápiz en mano sobre su mesa de dibujo, en el estudio de su casa del barrio de Sant Martí de Barcelona. Sobre ella, seis páginas con el dibujo terminado a falta del entintado y una última abocetada, de ‘París 2024’, una aventura de Mortadelo y Filemón en los Juegos Olímpicos de la capital francesa de este año, enviados para salvarlos del ataque de unos drones. Semanas antes, Francisco Ibáñez ya había entregado a la editorial 13 páginas listas del futuro álbum con sus respectivos guiones. Ahora, de la mano de Bruguera y gracias a la voluntad de la familia del desaparecido maestro del cómic y en especial de su hija Nuria, llega póstumo a las librerías este jueves tal cual quedó, inacabado, el pasado 15 de julio, cuando el dibujante murió a los 87 años. Es un libro inédito en su carrera en todos los sentidos, pues abre la puerta del taller del dibujante y permite seguir su proceso de creación. Como apunta en el prólogo el escritor Arturo Pérez-Reverte, es entrar en “la trastienda de su mundo entrañable”.
“Ibáñez nunca nos mostró a nosotros, sus editores, un trabajo que no fuera ya acabado, definitivo y en este álbum podemos ver algunas viñetas que están todavía en proceso, algo único”, destaca Gemma Xiol, Directora Editorial de Bruguera. El libro, que se publica en castellano y catalán y es el número 222 de la colección ‘Magos del Humor’, reproduce 19 páginas inéditas con los guiones escritos a máquina (no utilizaba ordenador) y 20 de viñetas dibujadas a lápiz con los bocadillos sin diálogos pero sí con onomatopeyas como “¡ÑIAG!”, “¡BMFPRRRTZ!” o “¡UIIIIIGH!”. La aventura completa debía llegar a las 44 páginas.
En los guiones, constata Pérez-Reverte, Ibáñez se muestra “como siempre fue: esperpéntico, socarrón, divertido, ingenioso, gamberro, mordaz […]. Se chotea de todo y de todos, plantea sorpresas y batacazos […] sin renunciar al humor blanco, la calidez simpática, la ternura amable que son, como siempre fueron, cuño característico del autor, marca indeleble de la casa”.
65 años después de que Mortadelo y Filemón -sus personajes más populares con permiso de Rompetechos, Pepe Gotera y Otilio, El botones Sacarino, la familia Trapisonda o la inolvidable ‘13, Rue del Percebe’– debutaran el 20 de enero de 1958 en las páginas de la revista ‘Pulgarcito’, ‘París 2024’ -que cuenta con un epílogo del crítico Jordi Canyissà -autor del libro homenaje ‘Ibáñez. El maestro de la historieta’- cierra la serie más longeva del cómic español. La disparatada pareja de agentes de la T.I.A. protagonizó más de 12.000 páginas (en total, de su obra se calcula que llegó a las 20.000).
La última viñeta, el último disfraz
Y son Mortadelo y Filemón quienes aparecen en la última viñeta que dibujó, en la página 20 de ‘París 2024’. Apenas esbozados, del primero se ve solo el cuerpo y los pies, frenando en seco; del segundo el óvalo de la cabeza y el torso. Dejan al lector el interrogante de qué nuevo gag se estaba gestando en la cabeza de Ibáñez. En las viñetas precedentes, mucho más perfiladas, provocará genuina risa: Filemón acaba con el trasero escaldado en una prueba de salto de longitud y Mortadelo le ayuda a sentarse nada más y nada menos que sobre el taburete de clavos de un enfadado faquir. Y ahí, Mortadelo huirá de su jefe transmutado en una rana, su último disfraz.
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