La coleta tirante y su largo pelo castaño enmarcan unas facciones suaves aunque magulladas por el impacto de algún puño. A pesar de sus 22 años, Tania Álvarez impone seriedad con su mera presencia, pero nada más empezar a hablar, su sonrisa delata que en el fondo, no es más que una chica valiente dispuesta a darlo todo por su sueño. “Voy a ser campeona de Europa, y algún día, del mundo”, afirma sin contemplaciones. Ya fue la primera española en pelear en el Madison Square Garden en 2023 y no quiere dejar de sumar hitos a su currículum.
El sábado 13 de abril, la actual campeona de España de peso supergallo (10-1, 2 KO’s) se medirá con la italiana Maria Cecchi (10-2, 2 KO’s) en el Casal Cultural de Castellbisbal para hacerse con el título europeo. Nada ha sido fruto del azar en su trayectoria. Todos y cada uno de los pasos que ha dado la púgil de Sant Esteve Sesrovires han estado orientados en la misma dirección. “Mi vida ahora mismo está 100% enfocada al boxeo. De lunes a sábado prácticamente vivo en el gimnasio”, confiesa Tania.
Un chute de adrenalina
La preparación para este combate hace meses que empezó y en todas las fases del proceso ha ido siempre de la mano de su entrenador, Toni Moreno. “Está completamente entregada. Este campamento está siendo duro y no ha fallado ni un solo día”, explica su entrenador. Tania entrena dos veces al día de lunes a viernes y hace una sesión extra los sábados. Tan solo descansa los domingos, y cada día que pasa acusa algo más el cansancio. Pero asegura que “valdrá la pena”.
Desde la primera vez que se subió al ring, en 2019, en el mismo Casal Cultural donde se convirtió en campeona de España y pronto tratará de serlo de Europa, lo tuvo claro. “Cinco años después de mi primera pelea sé que es lo mejor que pude haber hecho”, asegura con una sonrisa. “Sientes todo al máximo, notas que te sube la adrenalina y ves al público ahí, que todos te están observando… No sé, me gustó experimentar todo eso y lo tuve claro”, recuerda Tania.
Aunque de primeras es algo tímida, Tania es una muchacha risueña y el aspecto de “tipa dura” que le confieren las marcas de guerra en el rostro, contrastan con su voz dulce y discurso tranquilo. Es joven, pero tiene las cosas claras. “Quiero ganarme la vida boxeando, pero ahora mismo todavía no puedo”, explica la sasrovirense que acaba de firmar su primer patrocinio pagado con un sponsor: Limited Andorra. Por el momento, compagina los entrenamientos con trabajo para poderse costear la preparación. “Limpio una casa, y ayudo en la recepción del gimnasio. No cobro mucho, pero tampoco me provoca un desgaste físico que me impida rendir aquí y eso es lo prioritario ahora”, afirma.
Explosividad y reflejos
Cada mañana, Tania acude religiosamente al gimnasio de Toni Moreno para su primera sesión del día. Habitualmente empieza por las pesas o el ejercicio cardiovascular. “Hago entrenamientos de velocidad y fuerza, carrera, sprints, escaleras, coordinación… Al principio de la preparación enfocados en la carga y resistencia y ahora ya, en esta fase final, priorizamos la explosividad y los reflejos”, explica la boxeadora. A continuación, vuelve a casa, donde vive con su madre, come y descansa un rato para la segunda sesión. Entre entrenamientos, Tania ha empezado un tratamiento de cámara hiperbárica, al más puro estilo Ilia Topuria, para acelerar la recuperación muscular. “Me echo mi siestecilla dentro de la máquina y me va genial”, cuenta divertida.
Por la tarde, toca ponerse los guantes. “Estos días estamos trabajando ya ‘sparrings’ con peleadores que pueden ayudarla de cara a la pelea, por ejemplo, con algún zurdo, como la italiana a la que se enfrenta”, explica su entrenador. Para estas sesiones de guanteo, en ocasiones se desplazan a otros gimnasios para poder trabajar con boxeadores similares a sus oponentes. “Luego enseguida se me hace tarde, y del gimnasio voy directa a casa para cenar y dormir para poder repetir el proceso al día siguiente”, explica la púgil.
La alimentación tampoco es azarosa y está, igual que sus entrenamientos, completamente personalizada y enfocada en su objetivo. “Al principio me costó mucho, sobre todo ser constante, pero ha llegado un punto que estoy tan enfocada que no echo de menos comer como antes”, explica. De hecho, asegura, ya no hace grandes comilonas de ‘cheatmeal’ porque ha encontrado el placer en comer limpio. “Después de ganar el campeonato de España, fuimos a cenar con el equipo a una hamburguesería y ni siquiera me la pude acabar. Estoy tan acostumbrada a la dieta que no lo echo de menos”, explica.
Amor a primera vista
La dedicación absoluta de Tania para este combate no es flor de un día. “Siempre me dicen que estoy perdiendo mi juventud por estar a mi edad tan centrada en el boxeo. Porque me pierdo cosas como salir de fiesta o andar todo el día por ahí con mis amigos”, explica la joven de 22 años. “Yo, sin embargo, creo que estoy enfocando mi energía en algo que a mí me llena y que todo tiene su momento. Igual no salgo de fiesta cada fin de semana, pero cuándo lo hago, una o dos veces al año porque no peleo y me lo puedo permitir, lo disfruto mucho más”, zanja sin remordimientos.
Su historia de amor con este deporte empezó cuando tenía 14 años. “En casa siempre quisieron que hiciéramos deporte. Cada año probaba algo, pero nunca me enganchaba. Un día, mi madre le dijo a mi hermano que había encontrado un gimnasio de boxeo. Yo también quise probar”, recuerda Tania. Jamás pensó que el día que cruzara esa puerta de cristal del local de la calle mayor de Castellbisbal le iba a cambiar la vida para siempre. “Fue la primera vez que me enganché, enseguida quise competir y me di cuenta de que esto era a lo que quería dedicar mi vida”, relata.
La primera en Nueva York
Tiene un estilo de boxeo aguerrido, firme. No retrocede ante los golpes y embiste con fuerza. “Soy peleona, doy guerra”, describe acertadamente. Su actitud valiente en la lona le valió convertirse en la primera española en pelear en el mítico Madison Square Garden de Nueva York donde perdió en un combate muy digno para su corta experiencia ante la púgil australiana exolímpica Skye Nicolson. “Sabíamos que era precipitado, pero a una oportunidad como esa, no se puede decir que no”, relata su entrenador. “No pensamos que tendría tanta repercusión, pero salió en los telediarios y la reconocían por la calle”, asegura Toni. “Ella ha conseguido atraer la atención mediática al boxeo femenino y darle notoriedad, cosa que hasta ahora costaba mucho”, afirma.
Hace cosa de unas semanas, Tania acudió invitada al programa de David Broncano en Movistar+, ‘La Resistencia’, y en redes sociales comparte con sus seguidores su día a día. “Siempre ha habido la percepción de que el boxeo es solo para macarras, personas conflictivas o sin futuro. Cuando contaba a la gente que era boxeadora me decían ‘no puede ser’. Las redes sociales han contribuido mucho a limpiar esa imagen”, asegura. “Yo me siento orgullosa de haber aportado mi granito de arena para que padres, madres, niños y niñas vean que es para todos y que no tiene ese lado tan oscuro”, asegura.