Provoca vergüenza o miedo al rechazo social, pero es uno de los problemas más frecuentes. Es más, aunque nadie se dé por aludido, todos lo hemos sufrido o lo vamos a sufrir alguna vez en la vida.
Hablamos del mal olor de los pies. Una realidad de la estamos poco o mal informados.
Una de las patologías más incómodas y que, incluso, puede limitar la actividad social de quien la padece.
Por lo general, la mayoría cree que es un problema asociado a una falta o precaria higiene, pero la realidad es que no es siempre así.
Su nombre científico es podobromhidrosis y puede ocurrir a todo tipo de personas, con independencia de su higiene, y en cualquier época del año, aunque hay determinadas estaciones donde el mal olor de los pies es más proclive a aparecer.
¿Por qué huelen los pies?
Los pies cuentan con más de 250.000 glándulas sudoríparas. Y el mal olor se produce cuando el sudor entra en contacto con las bacterias presentes en la piel.
Pero este exceso de sudoración y, por lo tanto, de mal olor, no siempre está relacionado con una higiene deficiente, ya que puede producirse por diferentes motivos.
Uno de ellos es la micosis, como explica a este portal Rosario Correa, presidenta del Colegio de Podólogos de Andalucía. Una enfermedad infecciosa que se produce cuando un hongo invade una uña provocando que ésta se vuelva amarillenta y pueda dividirse o resquebrajarse.
El pie de atleta es otra patología que puede desencadenar el mal olor y que afecta sobre todo a los deportistas por un exceso de humedad en el calzado.
Los cambios hormonales (principalmente en la adolescencia) también juegan un papel fundamental. Pero no queda ahí la cosa.
“El hecho de utilizar un calzado o calcetín inadecuado favorece la aparición de hiperhidrosis (sudoración anormal que no tiene porqué estar relacionada con las altas temperaturas o el ejercicio físico) lo que también desencadena el mal olor en los pies”, indica.
¿Cómo evitar el mal olor en los pies?
Siempre que ese exceso de sudor, y por ende de mal olor, no se deba a enfermedades metabólicas, renales o hepáticas, ni sea consecuencia de tratamientos farmacológicos, ni de consumo de sustancias tóxicas, hay soluciones para evitar en la medida de lo posible este problema.
La podóloga Rosario Correa nos da algunas pautas para que la podobromhidrosis no afecte a nuestras vidas.
- Aseo diario. Se puede utilizar un gel antibacteriano para eliminar las bacterias que se hayan podido crear en los pies.
- Optar por calzado y calcetines transpirables. En el caso de los calcetines, también es fundamental cambiarlos a diario (o en más ocasiones si se sufre de exceso de sudoración en esta parte del cuerpo).
- Uso de chanclas en vestuarios de gimnasios y piscinas para prevenir contraer infecciones por hongos.
- No olvidar visitar al podólogo. “Acudir a un especialista si tenemos sospecha de que ese mal olor lo está provocando otra patología, para tratarlo lo antes posible”.
Hiperhidrosis: Cómo se trata
Cuando el problema es serio, existen tratamientos que pueden ayudar:
- Antitranspirantes con prescripción médica.
- Inyecciones de toxina botulínica. El Bótox funciona bloqueando los nervios que causan la sudoración. Pero este efecto, como ocurre en la medicina estética, es temporal. Según los expertos, tiene una duración aproximada de 12 meses, lo que nos obligaría a repetirlo anualmente.
En los casos más extremos, la hiperhidrosis plantar se puede solucionar mediante intervención quirúrgica.
Esta intervención recibe el nombre de Simpaticectomía Bilateral Superior Torácica y también se puede realizar en las axilas y en las palmas de las manos.
Es una cirugía mínimamente invasiva en la que se realizan dos pequeñas incisiones en el tórax para insertar un clip (que se puede retirar) para aislar el ganglio que está produciendo ese exceso de sudoración.
El cómico David Broncano, con problemas de sudoración en las palmas de las manos, es uno de los rostros conocidos, junto a la influencer Lucía Pombo, que se ha sometido a esta intervención, como ellos mismos han contado a través de las redes sociales.
Si bien, la hiperhidrosis palmar no causa ese característico olor que sí se produce en los pies, es igual de incómodo y puede afectar a la vida diaria como, por ejemplo, a la conducción o a la interacción social.