“Me encanta ir detrás de Pedro (Acosta), me encanta, porque pilota con ese puntito de inconsciencia que tenemos los ‘rookies’, los novatos, y lo explico así porque me recuerda mucho, mucho, mi debut en 2013, cuando me salía todo y, sí, rompí un montón de récords de precocidad”.
El catalán Marc Márquez, ocho veces campeón del mundo de motociclismo, de 31 años, sabe lo que dice, pues fue de los primeros que elogió la aparición, con 16 años, de Pedro Acosta en el Mundial de motociclismo. Y, ayer, con todo el conocimiento de causa, no porque le superase en carrera, sino porque sabe de lo que habla, dijo que estamos frente a un joven de presente y de futuro, de mucho futuro.
Joven de récord
“Lo dije antes de empezar el Mundial en Catar: Pedro va a marcar una época. Y, sí, debe aprovechar ahora ese inicio tan suyo, tan suelto, tan fácil, tan atrevido, para subirse al podio y hasta ganar carreras, que las ganará”, contó MM93, que es el campeón del mundo de la categoría reina más joven de la historia, con 20 años y 266 días, destronando a Kenny Roberts. Y no solo eso: la ‘pole’ más joven, la vuelta rápida más joven, el más joven en ganar en las tres categorías….y así varios logros más.
Si a alguien no le sorprende lo que está haciendo el ‘tiburón de Mazarrón’, que, con 19 años y 304 días, se ha convertido en el tercer piloto más joven en subirse al podio de la máxima categoría, es a Márquez, amigo del más joven de todos (19 años y 261 días), el norteamericano y popular Randy Mamola, que lo consiguió, en el circuito de Imatra (Finlandia). El segundo fue el argentino Eduardo Salatino (Argentina), con 19 años y 274 días.
Este muchacho, pura labia, dicharachero como pocos, locuaz como nadie, divertido de nacimiento, asegura que “cuando las cosas salga como en Portugal, ¡champan y fiesta! y, cuando no salgan así de bien, a aprender, que de todo se aprende”. Acosta dice que esto no es cosa suya, es cosa del equipo, de todos, de muchos.
“Aquí hay gente que se pasa la noche trabajando en el ordenador, con mis datos, mi telemetría y, cuando yo me levanto a las siete de la mañana, tengo el móvil repleto de washaps de mis ingenieros diciéndome lo que han visto, cómo lo han analizado y cómo lo resolveremos en el entrenamiento. Una pasada”, relató ayer Acosta.
“Antes de empezase el Mundial, en Catar, dije que estábamos ante un piloto de presente y futuro. Pedro va a conseguir grandes cosas”
Y, luego, él sale a la pista y, al margen de correr mucho y bien, de bailar con su GasGas, que, en realidad, es una poderosa KTM, se fija en los demás pilotos. “Pasar a Brad Binder ha sido impresionante. Superar a Marc (Márquez), ¡no veas!, pero el adelantamiento a ‘Pecco’ (Bagnaia, el bicampeón de MotoGP), ya ha sido una auténtica pasada. Tanto que, en el primer intento, por poco me caigo tres veces. Luego, ya me lo he tomado con calma tras estudiarlo yendo detrás suyo”.
¿Estudiarlo?, sí, el tipo va investigando al rival. “’Pecco’ es grandote, tiene las piernas muy largas, juega con ellas, equilibra la moto moviéndolas, juega mucho con el cuerpo ganando tracción a la salida de las curvas. Es más, retuerce los pies en cada curva y yo he tratado de hacerlo en algún momento por si me ayudaba y, la verdad, voy a tener que seguir intentándolo porque eso debe servir, sí, sí, voy a ensañarlo más”.
Acosta va a la suya. No quiere que lo comparen con nadie. Y mucho menos que le recuerden que ayer, por ejemplo, superó a su compañero de equipo, Augusto Fernández, por más de 28 segundos. Y, no solo eso, también quedó por delante de los dos pilotos oficiales de KTM, su marca, el australiano Jack Miller y el surafricano Brad Binder. “Venga, venga, esos son muy buenos. Ha sido una carrera, solo una carrera. Esto solo acaba de empezar”.
Solo acaba de empezar, sí, para todos, pero lo que anunciamos todos ya se ha producido: Marc Márquez ha vuelto, más poco a poco que el ‘tiburón’, que ya ha derribado un par de puertas. Y promete ganar su primer GP una semana de estas. La próxima cita es Austin, Texas, EEUU, el jardín de MM93, donde ha ganado siete veces.
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