Pocos apostaban a que el irregular Álvaro Morata se iba a enfundar la camiseta de la selección absoluta 70 veces, entrando así entre los 20 internacionales que más lo han hecho. Y muchos menos apostaban porque iba a lucir el brazalete de la absoluta, jerarquía de la que goza en esta selección de Luis de la Fuente. Algo que lleva con honor y orgullo el de Mirasierra.
La foto del brazalete
En casa de Morata hay una foto suya del primer día que lució el brazalete de la selección. Fue en Riazor, en un amistoso que medía al equipo que entrenaba, por entonces, Luis Enrique y que goleó a Islandia (5-0) en marzo de 2022. Desde la llegada de De la Fuente aquella circunstancia se ha convertido en rutina y el madrileño ejerce como tal dentro y fuera. Es especialmente atento con los más jóvenes, quizás porque se ve reflejado en ellos cuando llegan a la absoluita. Álvaro viene de las categorías inferiores y no siempre ha estado en los planes de los seleccionadores, lo que ha hecho que en algunas fases haya desaparecido de las convocatorias. “Cuando me pongo el brazalete me acuerdo de los años del pasado, de los momentos difíciles y de todas las concentraciones que hemos vivido desde que llegamos aquí con 15 ó 16 años”, confesó en su día a los medios oficiales de la Roja.
Morata suma 70 partidos en los que ha anotado 34 goles, ha ganado 33 partidos y empatado 18. Todo empezó aquel 15 de noviembre de 2014 en el Nuevo Colombino de Huelva, donde los españoles estaban dando buena cuenta de Bielorrusia y Vicente del Bosque decidió darle la alternativa en el minuto 79 sustituyendo a Isco. En estos diez años Morata ha pasado por algunos de los equipos con más pedigrí de Europa como Real Madrid, Juventus, Chelsea o Atlético. Movimientos que le convierten en el jugador español que más dinero de traspasos ha generado, llegando a acumularse 189 millones de euros en sus ventas. Una cantidad que le coloca quinto en la tabla de jugador que más dinero han movido, solo por detrás de Neymar (400), Lukaku (339), Cristiano Ronaldo (247) y Dembelé (220).
Adriá le ayudó a encender la luz
Morata vive ahora este privilegio con madurezy lo disfruta, pero hasta hace poco no era así. Una persona resultó clave en el cambio. Adrià Carmona, quien fuera una de las joyas de su generación en la cantera del Barça que se retiró a los 30 años por las lesiones y el desgaste de su profesión, le ayudó a “encender la luz” a Álvaro. Adriá, que se dio cuenta como jugador que “nos faltaban herramientas para canalizar las emociones de modo natural”, ha trabajado con Sergi Roberto, Marc Muniesa (excompañeros en el Barça), Arthur Melo, Ferreira Carrasco o Lamine Yamal, de quien afirma “Xavi le está dosificando bien. Ya se ve que va a marcar época, aunque es necesario recordar que tiene 16 años”.
En el caso de Morata, Carmona advertía en una entrevista a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que “Álvaro ha sufrido una progresión espectacular. En el sentido de que está llegando a una edad cumbre. Ahora le están dando más altavoz, por todo su desarrollo goleador. Aunque él siempre ha antepuesto el bien colectivo a lo individual. Su carrera habla por sí sola. Ha tenido un prisma de mejora constante. Además, el tema de la capitanía y los galones ha sido fruto del crecimiento. No aceptas ese rol si no estás preparado. Y lo más espectacular es que él siempre predica con el ejemplo”.
Ese plus de responsabilidad mantiene ocupada la cabeza de un Morata mucho más positivo que ahora siempre ve el vaso medio lleno y eso se nota en su juego y en su lenguaje corporal. Ya no protesta tanto ni se desespera al cometer errores. Él mismo explica cómo lo trabaja: “Yo lo preparado todo con Adri. Visualizamos los dos partidos: titular o suplente, con todo lo que ello supone. Desde las celebraciones de los goles hasta, si eres suplente, tu modo de apoyar a los compañeros. Si ya lo has vivido antes es más fácil de gestionar”.
Y así Morata aterriza en el Bernabéu, el que fuera su campo, para medirse a toda una pentacampeona del mundo, esta Brasil de Vinicius, Endrick y Rodrygo. Y lo hace con el foco puesto en su futuro, porque aunque tiene contrato con el Atlético hasta el 30 de junio de 2026, a sus 31 años está la posibilidad de firmar su último gran contrato en el fútbol de élite. Luego podrá irse a la MLS, competición que le gusta, o a Arabia Saudí. Pero tanto el Atlético como su agente, Juanma López, el que fuera central rojiblanco, saben que este verano pueden ganar dinero todas las partes si Morata hace una buena Eurocopa. Y con la luz encendida y el brazalete en el brazo el madrileño afronta un gran reto después de sumar más de 70 partidos con España.