La primavera es sinónimo de temperaturas agradables, aunque también de tiempo inestable.
Por eso durante esta estación se dan las condiciones ambientales adecuadas para que las plantas florezcan y consigan ser polinizadas… lo que puede convertirse en una auténtica pesadilla por culpa de las tan temidas alergias primaverales.
Una de las principales consecuencias que tiene la primavera para nuestros ojos, y sobre todo en pacientes alérgicos, son las denominadas alergias oculares.
Los alérgenos que están en el aire, como el polen, la caspa de las mascotas e incluso el polvo, entran en contacto con la conjuntiva (membrana mucosa que cubre la cara posterior de los párpados).
Y cuando ésta se irrita libera una sustancia llamada histamina cuya función es combatir el alérgeno, aunque lo haga provocando síntomas muy incómodos como ojos hinchados, ardor, lagrimeo o sequedad.
La sequedad ocular y sus motivos
Son los pacientes con ojos secos quienes más sufren la llegada de la primavera. Porque con el descenso de las lluvias los niveles de contaminación se disparan, provocando un aumento de la sequedad ocular.
Se trata de una enfermedad cada vez más frecuente y que se produce por diferentes motivos, uno de los cuales, cada vez más frecuente, es la exposición prolongada a las pantallas (teléfonos móviles, televisores, tabletas…).
La razón es que los seres humanos parpadeamos de media unas 15 veces por minuto, pero cuando estamos frente a una pantalla se reduce drásticamente ese número hasta dejarlo por debajo de las cuatro veces por minuto.
Así lo explica a este portal el doctor José Manuel Benítez del Castillo, vicepresidente de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO).
“El ojo seco, ahora en primavera, se asocia a las alergias porque cualquier alérgeno tiene mayor acceso a la conjuntiva. Además, los tratamientos para tratar las alergias, como los antihistamínicos orales, pueden empeorar sus síntomas”.
¿Cuáles son los síntomas del ojo seco?
Los síntomas más habituales de ojo seco son molestias como sensación de arenilla, tener un cuerpo extraño, notar cierto ardor… Y son más frecuentes a primera y última hora del día.
“Esto se debe a que la producción lagrimal sigue un ritmo circadiano. Por eso es normal que los primeros parpadeos de la mañana sean incómodos después de toda la noche sin producir lágrimas”.
Otros síntomas tienen que ver con la visión.
“El paciente que tiene ojo seco, en muchas ocasiones también tiene problemas de visión mientras lee o ve la televisión. Y esto se acentúa a primera y última hora del día.”
Y una manera de reconocer la causa, como señala Benítez del Castillo, es que “si esa visión mala mejora con el parpadeo es una señal clara de ojo seco”.
El síndrome de ojo seco, ¿Se puede tratar?
Sí, especifica el doctor, aunque dependerá de su severidad.
Hay dos tipos principales de ojo seco:
- Acuodeficiente. En este tipo hay una disminución del componente acuoso de la lágrima y suele empeorar, como ya hemos comentado, a primera hora de la mañana y por la noche.
- Evaporativo. Es el más frecuente de todos, y se relaciona con blefaritis, que es “la causa más común del ojo seco”. Es la inflamación del borde de los párpados y aparece cuando se obstruyen las glándulas sebáceas cerca de las pestañas.
El tratamiento que más se está utilizando para el ojo seco evaporativo es la IPL, que son las siglas de Luz Pulsada Intensa.
“Es una luz, en pulsos y muy potentes, que actúa sobre las glándulas de Meibomio, inflamadas como consecuencia de la blefaritis”.
También se utiliza la pulsación térmica (LipiFlow), que consiste en la aplicación de calor “masajeando el párpado” para mejorar el drenaje de las glándulas de Meibomio.
Ojo seco y cirugía refractiva láser
El síndrome del ojo seco continúa siendo uno de los efectos secundarios de las cirugías refractivas para tratar la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo.
No obstante, como recalca el vicepresidente de SEO, “cualquier intervención del ojo produce ojo seco”.
“La mayoría de la gente que se quiere operar es porque han estado usando durante muchos años lentillas y empiezan a dejar de tolerar las lentes de contacto. Y ahí hay un error: antes de la cirugía hay que detectar si hay ojo seco, para evitar agravar esta enfermedad tras la intervención”, explica.
Aunque en muchos pacientes, después de 3-4 meses de la cirugía ya no tienen ojo seco, en una gran mayoría persiste en el tiempo. De ahí la importancia de acudir a un especialista para tratar esta patología, que tiene una incidencia superior al 20% en la población mayor de 40 años.
¿Se puede evitar el ojo seco?
Aunque se puede producir por causas como la edad, cambios hormonales o intervenciones oculares, hay otros factores que incrementan el riesgo de padecer esta enfermedad, como son el uso de pantallas o lentillas, e incluso el tabaco, debido al humo.
Para aliviar los síntomas de este síndrome se pueden seguir las siguientes recomendaciones del doctor Benítez del Castillo:
- Parpadear de forma frecuente.
- Descansar la vista de la pantalla periódicamente. Para ello, podemos utilizar la regla 20/20/20, que consiste en dejar de mirar cualquier pantalla durante 20 segundos, cada 20 minutos, y centrar la mirada en cualquier punto a más de 20 pies (unos seis metros).
- Usar humidificadores para aumentar la humedad, ya sea en el escritorio mientras trabajas o en la mesilla de noche mientras duermes.
- Evitar la utilización prolongada de lentillas.
- Higiene palpebral. Esto se realiza con toallitas indicadas para ello, peinando las pestañas de raíz a puntas.