Los Mossos d’Esquadra están registrando la sede de la Federación Catalana de Fútbol desde primera hora de la mañana. Un grupo de agentes de paisano ha accedido a la sede y ha impedido el acceso a los trabajadores.
En concreto buscan documentación sobre un posible fraude en las elecciones realizadas el año pasado, en las que volvió a ser reelegido Joan Soteras, como presidente. Fuentes de la investigación remarcan que las indagaciones, que están judicializadas, empezaron con una denuncia del aspirante Joan Josep Isern, quien ya ha llevado ante la Justicia a los actuales responsables de la Federación Catalana de Fútbol.
Así, en febrero del año pasado, días antes de las elecciones, denunció ante los Mossos que podría existir una posible irregularidad, ya que se solicitó desde la Dirección general de la Federacion Catalana de Futbol a la Secretaria del Deporte la lista de los directivos de los 1.220 clubs federados. Para Isern esta petición podría romper la neutralidad electoral y se run delito de usurpación de funciones.
En abril del año pasado, Isern presentó una querella contra Soteras por injurias y calumnias. El 22 de mayo de 2022 se celebraron las elecciones a esta Federación pero las anuló el Tribunal Catalán del Deporte (TCD), al constatar que los resultados estaban adulterados por por la manipulación y falsificación de 175 votos.
La repetición fue el 13 de febrero de 2022 y ganó Soteras, pero Isern volvió a impugnar los comicios ante el TCD, por posibles irregularidades como falsificación de actas de delegación de voto. Este proceso judicial que actualmente está en el Tribunal Superior de Justícia en Catalunya.
Nada más conocerse la impugnación Soteras acusó a Isern de tener “intereses personales” y de crear este conflicto como “cortina de humo” para tapar sus problemas judiciales, ya que aseguró que está “investigado” en el caso Soule. Isern aseguró que es “testigo” en este procedimiento y no “investigado” y por eso se querelló contra Soteras por injurias y calumnias contra el presidente de la FCF