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Sabores desde las alturas: una aventura gastronómica en Sierra Nevada

Hay decenas de sitios para comer razonablemente bien en la estación invernal de Sierra Nevada y en su entorno. Más todavía si ese radio de búsqueda incluye poblaciones cercanas como Güéjar Sierra o Monachil . Y aunque Pradollano tiene fama de ser caro, buscando aquí y allá se pueden encontrar ofertas para todos los bolsillos. Cuidado con lo que sigue porque puede entrar hambre. La Bodega está en pleno cogollo. Es un sitio válido para todas las horas porque sirven desayunos, comidas y cenas. En el exterior suelen instalar una gran hoguera (controlada, naturalmente) que viene muy bien para paliar el frío. Porque en la terraza se está muy bien. Allí se disfruta del tardeo , esa palabra cada vez más extendida que, para el caso, es lo que buscan fundamentalmente quienes se han pasado el día en la nieve y quieren relajarse y comentar las mejores anécdotas de la jornada. En Sierra Nevada llaman a eso Après ski . Dentro se puede comer de menú y a la carta. Como en muchos otros sitios de Sierra Nevada, la carne es la protagonista . A 2.100 metros de altura se agradecen alimentos contundentes para reponer las calorías que se queman con el deporte o simplemente con la continua exposición al frío. Hay productos de la tierra –lo que incluye también vinos granadinos, no muy conocidos fuera pero algunos bastante interesantes- y copas para los que quieran trasnochar un poco. Una opción muy sugerente y que también está en la Plaza de Andalucía es la pizzería Ci ve diamo , ideal si se va con niños porque ya se sabe que les suele encantar esa comida. Pero es un restaurante italiano de categoría, con una carta amplia en la que no sólo hay un repertorio abundante de pizzas.Interior de la pizzería Ci Vediamo, en foto de la web del restaurante abcPorque también sirven pasta, sopas, ensaladas, carnes y pescados. También se atreven con comida más experimental como el tataki, el nigiri, el ceviche o la hamburguesa de gambas al pil-pil. La carta de vinos también merece la pena.El ambiente es desenfadado y el trato muy amigable. Se puede comer dentro y, si el tiempo lo permite, en la terraza. Es, por lo demás, un ejemplo de local asequible en lo económico. Ir allí no significa un roto para el bolsillo. Pongámonos ahora en dos situaciones radicalmente distintas: ir de tapeo o comer a mesa y mantel. Para lo primero, un sitio recomendable es la Bodega Casablanca , casi al lado de la pista El Río. Es un local no muy grande, aunque fuera dispone de una terraza muy acogedora. Tanto como el trato familiar que se dispensa al visitante. Se pueden pedir platos individuales, por supuesto, y en ese sentido elegir los medallones de solomillo no es en absoluto una mala idea. Pero si se prefiere compartir, la estrella es la ensaladilla rusa , que allí, como en otros muchos otros sitios de Granada, no se prepara con atún o melva sino con gambas cocidas. Les queda realmente exquisita. También pueden ir al centro de la mesa para que la degusten todos los comensales las gyozas de pollo, el pulpo, las habas con jamón o los huevos rotos. Y hay tostas y tablas de embutidos, así que por falta de oferta no va a quedar.La terraza del Casablanca es muy disfrutable, como lo demuestra la foto sacada de su web abc En cuanto a lo de comer a lo grande y darse un homenaje de esos que nos merecemos de vez en cuando, hay varias posibilidades y una tan buena como la que más es el restaurante Vivac , en la Plaza de Pradollano. Se presenta como un local de cocina española, europea y mediterránea. El menú es muy variado pero no vale mucho como referencia entra en su web y ver qué contiene porque se va cambiando con frecuencia . Es un restaurante moderno, elegante y en el que el servicio y el trato son exquisitos. Las guías y las páginas especializadas tienden a situarlo como el mejor valorado de toda la estación. Es para darse un gustazo, aunque por otra parte es más costoso que todo lo que se ha mencionado hasta ahora. Por lo demás, si se quiere comer de camino a la sierra o de vuelta de la misma, en la carretera que la une con Granada hay más de una decena de restaurantes de corte clásico, las típicas ventas de carretera de toda la vida, cosa que desde luego no debe entenderse de manera peyorativa.Uno de esos restaurantes es Las Víboras, que debe su nombre al barranco del mismo nombre que tiene muy cerca. Sus puntos fuertes son los productos de la zona, como el plato alpujarreño –patatas a lo pobre, huevo, carne, chorizo y morcilla- o las migas. También hay croquetas, diversos tipos de carne y, complemento esencial, el servicio cercano y atento que suele caracterizar a este tipo de negocios.



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