Pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo, lo que es esencial para la salud. Y muchos lo hacen en pareja. Entonces ¿no nos deberíamos plantear si el sueño influye en nuestra relación de pareja? Y tener una pareja ¿puede influir en si dormimos mejor o peor? Pues según varios estudios científicos que existen al respecto parece que sí, que sueño y amor tienen una íntima relación.
Ser más o menos dormilón puede influir a la hora de encontrar pareja
Se suele hablar de que hay personas que son ‘alondras’, es decir, se levantan temprano y se van a la cama también temprano, y personas ‘búhos’, a las que les cuesta más madrugar y están más activas por la noche. Pues seas como seas, puede influir a la hora de encontrar tu media naranja.
Y como señala la doctora Ana Fernández Arcos, Coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología:
- “Se han encontrado diversas evidencias científicas de que el cronotipo, o lo que es lo mismo, la inclinación biológica a dormir en unos horarios y estar despierto y alerta en otros, puede determinar encontrar pareja”, (SEN).
Ser más o menos dormilón puede influir a la hora de encontrar pareja. / Gpointestudio. Freepik.
- Así, “dos personas con cronotipos extremadamente opuestos, que son muy matutinas o vespertinas difícilmente convergirán debido a la escasa coincidencia en su tiempo libre en lugares comunes.
- También se ha visto que en las parejas con preferencias horarias distintas puede haber dificultades en la convivencia por querer adaptarse, siendo complicado si uno de ellos debe forzar los horarios de sueño afectando al descanso. Y, en esos casos, pueden darse problemas de sueño y de funcionamiento de la pareja.
- Por el contrario, se encuentran y son más afines las parejas con un cronotipo similar debido a que será más fácil que tengan intereses y aficiones comunes”.
Ventajas de dormir en pareja
Una vez que se ha dado con la pareja perfecta llega el momento de compartir cama. Según señalan los expertos de la SEN, algunos estudios han observado que aquellas personas que duermen juntas tienen una mejor calidad de sueño, principalmente los jóvenes.
Y es que, a pesar de que puedan darse más despertares, “con un tiempo total de sueño menor, se ha detectado un beneficio para la arquitectura de sueño, con incremento alrededor del 10% en la duración de la fase de sueño REM”, señalan los especialistas en sueño. Además, dormir en pareja también parece favorecer el vínculo, la intimidad y el sentido de seguridad y protección.
Pero dormir en pareja tiene más beneficios, por ejemplo un efecto protector del insomnio. Esto se explica porque dormir en pareja implica hábitos y rutinas compartidas. Así si una parte de la pareja lleva unas rutinas de sueño saludable, podría llevar a la otra persona a seguir estas buenas prácticas. Algo parecido a lo que ocurre en “parejas que cuidan la dieta o se animan a abandonar el tabaquismo, el hecho de que las personas cuiden de su descanso también puede ayudar a que la pareja lo haga”, señalan desde la SEN.
Domir en pareja puede prevenir el insomnio. / Adobe Stock.
“Por el contrario, las parejas que duermen juntas durante años y deciden separarse de cama o incluso de habitación presentan un cambio importante de su ritual de ir a dormir que puede ser en cierta manera disruptor”, advierte la doctora Celia García Malo, Vocal del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la SEN.
“Es cierto que dormir juntos implica una expectativa social de un comportamiento de pareja o matrimonio considerado adecuado. Pero dormir separados no debería ser indicativo de una pareja rota o desapegada, sino que debe surgir tras tener un diálogo acerca de cómo mejorar de forma individual el sueño y para tener una relación más satisfactoria”, comenta la experta
Los problemas que puede causar compartir colchón con otra persona
Hasta aquí todas las ventajas de compartir el mismo colchón, pero también hay aspectos negativos que se deben tener en cuenta. Porque puede ocurrir, y está ampliamente estudiado, es que, si un miembro de la pareja sufre un trastorno de sueño, del tipo que sea, se puede complicar el descanso de la otra persona.
Apneas del sueño, ronquidos o piernas inquietas pueden impedir que uno de los miembros de la pareja descanse, hasta tal punto que llegue a sufrir problemas de somnolencia diurnos e incluso cefaleas. Aunque la presencia de otra persona durante el descanso también puede ayudar a superar ese trastorno del sueño.
“Se ha observado que el hecho de estar en una relación y que la pareja le apoye puede ser un punto clave para aceptar que se sufre algún tipo de trastorno del sueño y, estos pacientes, suelen adaptarse mejor al tratamiento. Por lo tanto, los compañeros de cama pueden ser fundamentales en la identificación de los trastornos de sueño no percibidos por el propio paciente, de la misma forma en la que también están relacionados con el éxito del tratamiento, ya que de él también dependerá su propio descanso”, comenta la doctora García Malo.
Los roquindos o las apneas pueden afectar a la pareja. / Freepik.
“En conclusión, podemos decir que los estudios realizados parecen apuntar a que dormir en pareja aporta beneficios emocionales, aunque puede resultar complicado en situaciones de diferentes cronotipos o en presencia de trastornos de sueño”, resume la doctora Fernández Arcos.
“Y aunque lamentablemente los problemas del sueño hayan sido normalizados o culturalmente aceptados, mejorar el descanso tiene que ser una prioridad para todos porque el sueño es esencial para la salud, tanto para la persona que sufre un trastorno, como para su compañero de cama”, señala la experta.
“En nuestras consultas, hemos observado cómo, por ejemplo, tratar las apneas con CPAP supone una gran mejora del descanso tanto para el paciente como para su compañero. También hemos visto cómo una correcta identificación y tratamiento de los trastornos de conducta durante el sueño, como el sonambulismo o el trastorno de conducta de sueño REM, puede evitar los despertares bruscos o incluso lesiones (un hematoma, un arañazo, por ejemplo) realizadas de forma involuntaria por el paciente.
Cualquier persona que no consiga tener un sueño reparador o sospeche de algún problema en su sueño, tanto suyo como de su pareja, debería consultar con su médico”.