Y de repente, Paula Badosa renace ‘en casa’ cuando pocos la esperaban: ‘Pensé en retirarme y ahora vuelvo a ser de las mejores’
En los gritos de Paula Badosa tras acabar cada uno de sus partidos hay más liberación que felicidad. Baila, se divierte e interáctua con el público la tenista catalana tras sus victorias, que dan buena fe del renacer tenístico de alguien que hace no hace tanto alcanzó el número dos del mundo. Pero sobre todo, muestra la rabia de alguien que siente, por fin, que está recuperando el sitio que le pertenece tras haber pasado por un proceso tortuoso en el que, después de rozar la cima, vio como todo lo que podía ir mal ha ido peor. Sobre todo desde que el año pasado en el Foro Itálico de Roma su vértebra L-4 dijo basta, fracturándose por estrés y torturándole desde entonces, descabalgándola fuera del top-100 (llegó a caer hasta el puesto 140). Hasta que volvió a Estados Unidos. A sus Estados Un...