El calendario ya está marcando el final de las vacaciones de verano. Y la vuelta a la rutina laboral puede provocar sentimientos negativos en algunas personas afectando a su estado de ánimo y a su bienestar emocional.
Hablamos del fenómeno conocido comúnmente como síndrome postvacacional, y que no es un mito, si no algo muy real que puede producir cambios comportamentales y emocionales como:
- Cansancio
- Desmotivación
- Ansiedad
- Alteraciones del estado de ánimo
- Falta de concentración
- Descenso del rendimiento
- Sudoración y, en definitiva, malestar general
¿Quiénes sufren el síndrome posvacacional?
En este sentido, según un estudio realizado por la Sociedad Española de Medicina y Familia Comunitaria (semFYC), el síndrome postvacacional afecta especialmente a personas jóvenes, menores de 45 años, y suele durar entre 10 y 15 días. En caso de no desaparecer los síntomas trascurrido ese tiempo, se debe valorar la visita a un especialista.
“Los trabajadores que están más expuestos a sufrir este síndrome son aquellos que lidian peor con la frustración, disfrutan de unas vacaciones más largas, trabajan en un entorno en el que ambiente y las condiciones laborales no son favorables, no están contentos con su trabajo, se sienten minusvalorados o no tienen buena relación con su jefe”, explica Andrea Trujillo, psicóloga de BluaU de Sanitas.
Recomendaciones para afrontar la vuelta al trabajo tras las vacaciones
Con el fin de reducir en la medida de lo posible el malestar propio del síndrome postvacacional, los expertos de Sanitas han elaborado un listado con una serie de claves para hacer frente a los últimos días de vacaciones antes de la vuelta al trabajo:
- Desconectar en profundidad. El descanso está absolutamente conectado con el bienestar emocional, físico y psíquico. Por lo tanto, para que esta inactividad temporal funcione es de vital importancia desconectar realmente, y eso pasa por no atender llamadas laborales o no leer el correo electrónico del trabajo, por ejemplo.
- Pensar en positivo. Los especialistas recomiendan reflexionar sobre lo positivo que aporta el trabajo. También, valorar la satisfacción y realización personal es beneficioso de cara a afrontar la rutina. En caso contrario, es aconsejable analizar la situación y plantearse un cambio.
- Recuperar el ritmo de sueño. Trasnochar, dormir hasta tarde o echarse largas siestas suelen ser la tónica general durante las vacaciones. Por eso, para retomar horarios, es conveniente unos días antes de la vuelta de las vacaciones ir retomando los horarios poco a poco para que el cambio no sea tan radical y nos cueste más.
- Ponerse al día de lo que ha ocurrido. Los especialistas también recomiendan agendar una reunión con los compañeros al comenzar el nuevo curso para estar al tanto de lo que ha sucedido durante las semanas de ausencia. Esto ayudará a retomar el contacto y conocer las obligaciones más urgentes.
- Actualizar el correo y establecer prioridades. Abrir el ordenador y ver la bandeja de entrada del correo electrónico hasta arriba es habitual. Para no aturullarnos, lo mejor es leerlos con tranquilidad, ordenarlos por orden de importancia y gestionarlos de manera adecuada para evitar estados de ansiedad o agobio.
- Asimismo, es recomendable hacer ejercicio y volver a la dieta habitual para recuperar actividad. Durante las vacaciones es común que se produzcan desajustes en los hábitos alimentarios y deportivos. Por lo tanto, retomarlos ayudará a recuperar energía, vitalidad y mejorar el estado de ánimo.