¿Cómo llega a sus séptimos Juegos Paralímpicos?
Son mis séptimos Juegos, los segundos como ciclista. Estoy muy ilusionado, la verdad. Creo que hemos hecho un ciclo muy bueno. A ver si tenemos suerte y podemos hacer un gran papel, ojalá nos sonría la fortuna. Estamos muy ilusionados y motivados. Hemos hecho una preparación muy buena en Sierra Nevada durante cinco semanas, y las sensaciones son muy positivas. Me encuentro bien, los entrenamientos y los números me hacen estar esperanzado; ahora solo falta tener un poco de fortuna.
¿El objetivo principal es la pista o la carretera?
Este año nos hemos centrado mucho más en la contrarreloj, que es el 4 de septiembre. Ese trabajo nos puede venir muy bien para los 3 km de persecución individual en la pista, y vamos a ver cómo sale. Es cierto que no hemos podido trabajar mucho en el velódromo porque estuvimos en Sierra Nevada, pero en València sí que tuvimos oportunidad. A ver si podemos trasladar ese trabajo para una prueba mucho más explosiva e intensa que la contrarreloj, que sería el 29.
¿En cuántas pruebas competirá en París?
Yo compito el 29 en la persecución de 3 km, el 31 en el kilómetro, el día 1 en la velocidad por equipos, donde conseguí bronce en Tokio, y ya en carretera el 4 en la contrarreloj, que es el gran objetivo, y el 7 en la prueba de ruta, aunque sabemos que competir con dos categorías superiores es muy difícil para conseguir un buen resultado, pero es una prueba que nos gusta mucho y vamos a disfrutar y competir lo que nos dejen. El objetivo es volver con una medalla.
Y quitarse la espina de la contrarreloj en carretera de Tokio.
Sí, porque estábamos muy ilusionados en Tokio y esa cuarta posición nos supo amarga. A ver si en estos Juegos somos capaces de conseguir una medalla a título individual.
En París será el único valenciano en ciclismo, no le acompaña Maurice Eckhard. ¿Le va a echar de menos tras tantos años compartiendo grandes eventos?
Sí, ha tenido mala suerte. Tuvo una lesión en diciembre que ha estado arrastrando casi seis meses y le ha privado de llegar a los Juegos.
En Tokio fue abanderado, pero sin público. ¿Lo hubiera cambiado por serlo en París?
Sí, imagínate. Estos van a ser mis séptimos Juegos, y yo ni creía que llegaría a los sextos. Fue una alegría inmensa ser el abanderado. Ya había vivido cinco Juegos y sabía lo que era entrar por ese túnel del estadio y encontrártelo abarrotado. Y en Tokio no fue de esa manera, hubiera sido lo deseado..
Este martes viaja a París 28 años después de debutar en natación en Atlanta’96. Más de media vida en los Juegos Paralímpicos.
Una vida dedicada al deporte. Yo siempre lo digo: toda una vida, y afortunado de haber estado todos estos años haciendo algo que me apasiona como es la competición.
Y de ver cómo ha cambiado el deporte paralímpico…
He vivido toda la evolución del deporte paralímpico, que cuando yo empecé era totalmente amateur. Nos conocían nuestros familiares y poco más, pero poco a poco ha ido evolucionando muchísimo, y hoy en día, si no te dedicas por completo al deporte, es imposible tener resultados destacables.
¿Cómo lleva la presión?
Lo suelo comentar bastante, para mí la presión es la que yo me pongo, la que siempre me ha hecho conseguir resultados, y me gusta. Disfruto mucho con la competición. A estas alturas ya creo que no tengo que demostrar nada a nadie, y lo que hago es disfrutar con todo el trabajo que hago para llegar a ese momento. Siempre digo lo mismo: las piernas ponen a cada uno en su sitio, y por lo menos disfrutar de todo el camino que hemos hecho hasta llegar a París.
¿Los Ángeles ni se plantea, o hay alguna mínima posibilidad?
No, qué va, qué va. Posibilidades haberlas haylas, pero ahora llevo mucho tiempo que voy de año en año. Sé lo fácil que es, como le pasó a Maurice, que una lesión te aparte de la competición. Con la edad que tengo (49), cada vez cuesta más volver a recuperar, coger el tono y la forma, y los tiempos de recuperación son cada vez más largos. Pero ni lo cierro ni lo abro. Voy poco a poco, disfrutando de lo que va saliendo, y veo hasta dónde es capaz de llegar mi cuerpo.
La delegación valenciana viaja con trece deportistas, diez hombres y tres mujeres. Pero el listón está altísimo con las seis medallas de Tokio, el doble que en Río.
He coincidido con alguno del Proyecto FER en el CAR de Sierra Nevada, como Héctor Catalá, y el olímpico Sánchez Mantecón, y aquí la gente se prepara muchísimo. Lo que pasa es que después llegas allí y los rivales también lo han hecho. Por falta de ganas no va a ser. Nos preparamos para rendir al máximo, pero lo que hace falta es tener ese pelín de suerte, que estés ese día perfecto y salga todo como lo has planeado.
Que los premios económicos por las medallas se equiparen a los de los Juegos Olímpicos tenía que llegar algún día. Por fin en París.
Sí, imagínate. Yo, con una trayectoria tan larga, desde Atlanta, te puedes imaginar lo que supone esa equiparación en los premios, algo que cuando empecé ni soñaba.
Y después de París, ¿qué?
Tenemos una semana de vacaciones, y a la semana siguiente el Mundial de carretera en Zúrich, que se celebra simultáneamente con el ciclismo convencional. Luego unas vacaciones, aunque intentamos que sean activas. Iremos a la Vuelta a Ibiza, que nos tratan fenomenal y es un fin de temporada perfecto. En diciembre tengo otro compromiso en Canarias. Seguiremos disfrutando de lo que más nos gusta, que es el deporte.
¿Ya ha planificado su futuro? ¿A qué va a dedicarse cuando deje la alta competición?
Me gustaría seguir dedicado al deporte, sobre todo para esa gente que siempre ha estado a mi lado y me ha ayudado en mi carrera deportiva. Poder devolverles eso que han hecho por mí, intentar ayudar aunque sea solo con mi experiencia, devolverles a los que están empezando ese favor que me hicieron cuando yo empezaba.
Y a toda esa gente que le ha ayudado siempre desde el accidente con 8 años en el que perdió tres de sus extremidades: sus padres Antonio y Amelia, Sonia, sus hijos Antonio y Silvia…
Sí, les agradezco muchísimo todo lo que han hecho por mí. Siempre han estado apoyándome y la verdad, estoy muy contento.
¿Cómo le gustaría ser recordado tras toda su carrera deportiva?
Pues yo quiero que se queden con alguien que le apasionaba lo que hacía, que disfrutaba muchísimo con el deporte, que siempre ha peleado al máximo por conseguir sus objetivos. Aunque no le ha gustado no conseguirlos, ha sabido aceptar cuando no ha sido posible lograrlos.