Javier Milei aprovechó el entusiasmo que ha despertado en Argentina la obtención de la Copa América para privatizar de una vez por todas el fútbol argentino. El anarco capitalista pasa por su lente ideológica todos los aspectos de la vida. Los clubes sociales y deportivos son para él “socialistas”, rojillos, y por eso deben ser barridos por el cambio que encarna. Las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), garantizó, terminarán con la “casta” del fútbol, un equivalente de la aristocracia política que, según Milei, ha hundido a este país. Con las SAD, dijo, se termina “el pobrismo socialista” en el deporte más popular de los argentinos.
El sueño de Milei choca con las posiciones del presidente de la Federación (AFA), Claudio “Chiqui” Tampia, pero también con la mirada que tiene sobre el fútbol Juan Román Riquelme, actual presidente de Boca Juniors y su principal estandarte en los terrenos de juego a lo largo de la historia azul y oro, por encima inclusive de Diego Maradona. El pasado 18 de diciembre, el también exjugador del Villarreal le ganó las elecciones a Andrés Ibarra, quien competía en nombre de Mauricio Macri y había recibido el apoyo de propio Milei. Su propuesta a los socios era convertir al club que más hinchas tiene en Argentina en una SAD.
El proyecto de transformación del fútbol está incluido en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que Milei anunció en diciembre y todavía debe ser ratificado por la cámara de diputados. Mientras no sea rechazado se encuentra en vigencia. En enero pasado, la justicia frenó el primer intento en favor de las SAD, a través de un recurso de amparo. Al calor de las alegrías de la Copa América, el mandatario volvió a la carga. Considera que es el momento propicio para convertirlas en realidad.
La AFA no quiere saber nada de la privatización. Mucho menos Tapia, quien antes de manejar a la Federación era el dirigente de un club de Barracas Central, de la tercera división. La guerra ha sido declarada. El Gobierno ha movido las primeras fichas. La Inspección General de Justicia (IGJ) estableció el pasado martes una serie de desregulaciones y flexibilizaciones de trámites que habilita a las asociaciones civiles sin fines de lucro como son los clubes a transformarse en SAD, siempre y cuando así lo quieran sus socios.
El sueño de un Manchester City argentino
A todo con su cruzada privatizadora de todas las esferas de la actividad estatal, Milei quiere que Boca Juniors o River Plate sean los nuevos Manchester City y el PSG. Las SAD, asegura, permitirán la entrada de dólares para llevar adelante una liga más poderosa, con mejores estadios y, también, mayores ganancias para los equipos por derechos televisivos y publicidad. Según el diario ´La Nación` “el Gobierno entiende que, mediante la apertura del fútbol a capitales extranjeros, podrían ingresar en el país entre 3.000 y 4.000 millones de dólares“.
El anarco capitalista, quien en su juventud fue portero de la cantera de Chacarita Juniors, un equipo de la segunda división, con una efímera gloria medio siglo atrás, se convirtió a la religión de las SAD instruido por Guillermo Tofoni, cuyas empresas de World Eleven y FIFA Match Agent se dedican a la organización de partidos internacionales. Tolfoni libra una batalla personal contra Tapia.
Días tormentosos
Tapia sabe que se avecina una embestida. El propio Milei le avisó en vísperas de la final de la Copa América contra Colombia con una provocadora publicación en su cuenta de X. “Pregunta técnica: si la AFA se opone a las Sociedades Anónimas Deportivas: ¿por qué motivo permite que el plantel titular provenga de esas sociedades? ¿Acaso será que los resultados son importantes y las SADs tienen a los mejores? No más socialismo pobrista en el fútbol”. Pasó por alto que desde Leo Messi a Emiliano Dibu Martínez, todos los jugadores argentinos fueron formados en asociaciones civiles, con fuerte presencia en los barrios de cada ciudad de este país. El artículo noveno del estatuto de la AFA es claro al respecto: “los clubes a incorporarse en carácter de invitados” a la Federación deben poseer esa condición y no perseguir exclusivamente el “lucro”.
El Chiqui intuye que juega un partido en desventaja si no recibe nuevos apoyos inmediatos de los clubes y las grandes estrellas. Antes del segundo turno que consagró a Milei presidente, el mandamás de la Federación incitó a todos los estamentos del fútbol a pronunciarse contra las SAD. Lionel Scaloni, el entrenador del combinado, pasó por alto la recomendación de Tapia. “En eso no me meto“. ¿Se pronunciará Messi en la misma dirección? Si “no se mete”, al igual que Scaloni, Tapia confía en que la FIFA estará de su lado. Los medios argentinos lo dudan. El expresidente Macri, promotor de las SAD desde que estuvo al frente de Boca Juniors, es en la actualidad un estrecho colaborador de Gianni Infantino.