Durante los meses de frío es común que las personas con artritis experimenten un aumento de la rigidez y el dolor de las articulaciones.
Es cierto que el clima no causa ni empeora la enfermedad, pero sí que influye en su desarrollo y en el estado general del paciente. Y por eso, aunque estemos a pocos días del inicio de la primavera, el dolor no acaba de remitir.
¿Qué es la artritis?
En concreto, la artritis es la inflamación de una o varias articulaciones.
- Una inflamación que afecta a la membrana sinovial, que es el tejido que rodea el cartílago que protege a los huesos, lo que provoca que la articulación se vea debilitada.
Esto se traduce en un mal funcionamiento de ésta, impidiendo en muchas ocasiones la realización de acciones cotidianas.
- En nuestro país unas 200.000 personas sufren esta patología y en su mayoría son mujeres.
- Es una enfermedad que suele aparecer entre los 45 y los 55 años.
Como explica David Curto, director Médico, Calidad e Innovación de Sanitas Mayores:
- “La causa más frecuente de artritis entre las personas mayores es el desgaste del cartílago que protege la articulación y evita el roce entre los huesos. La debilitación del cartílago puede provocar que los huesos entren en contacto entre sí, ocasionando síntomas característicos de la artritis como dolor o disminución de la capacidad de movimiento de la articulación”.
Recomendaciones de los expertos para controlar los síntomas de la artritis
Hasta que las temperaturas alcancen valores más altos, los contrastes de frío y calor propios de estas fechas pueden aumentar el dolor y la rigidez, que son los síntomas más habituales de la artritis.
Para evitarlo, los expertos de Sanitas Mayores recomiendan realizar una serie de ajustes en las rutinas de las personas aquejadas por esta patología:
1 – Mantener una temperatura corporal constante, ya que los cambios bruscos pueden incrementar los síntomas.
¿Por qué? Pues porque conforme baja la temperatura, baja la presión, y los tejidos del cuerpo se expanden y ejercen una presión mayor sobre los nervios.
Por el contrario, mantener el calor mejora la circulación y ayuda a relajar las articulaciones, reduciendo la rigidez y el dolor.
2 – Es por eso por lo que se recomienda mantener las extremidades cubiertas y abrigarse
Si la temperatura es especialmente baja recomiendan cubrirse con varias capas.
3 – No dejar de ejercitar los músculos. Mantener la forma muscular es esencial durante todo el año.
Salir a caminar o a dar un paseo en bicicleta son dos actividades que ayudan a mantener calientes las articulaciones y, por tanto, reducir los síntomas.
Eso sí, si se van a hacer cambios en la rutina normal de ejercicios, es indispensable consultar con el médico antes.
4 – Obtener suficiente vitamina D, ya que esta ayuda a mantener los huesos fuertes y reduce la inflamación.
Para ello, se pueden ingerir suplementos, tomar el sol todos los días unos minutos o consumir alimentos ricos en vitamina D (pescados, lácteos, huevos). Mantener una dosis alta de esta vitamina ayudará al mecanismo de las articulaciones.
5 – Mantenerse hidratados. Los expertos recomiendan beber dos litros de agua al día, pues mantenerse hidratado es esencial para gozar de una buena salud.
En el caso de las personas con artritis, la falta de hidratación puede incrementar dolor en las articulaciones al tener falta de lubricación.