Cuando hablamos de salud bucodental automáticamente pensamos en los dientes, pero nos olvidamos otro elemento esencial de la boca: la lengua. Es la encargada de detectar los sabores, además de ser imprescindible a la hora de masticar, tragar y, por supuesto, hablar.
- Pero la lengua también sufre enfermedades. Y una de ellas es la glositis migratoria benigna, conocida más popularmente como lengua geográfica.
Como explica el Consejo General de Dentistas de España, se trata de un problema inflamatorio, que afecta hasta a un 10% de la población.
- “Normalmente, comienza en la infancia y puede durar años, aunque cursa con periodos de mejoría”, señalan desde el Consejo. Así, la lengua puede sufrir estas molestias durante unos pocos días o hasta un mes.
Pero no debemos preocuparnos en exceso, puesto que los dentistas explican que es una patología benigna.
¿Y por qué se produce?
Pues realmente no se conocen las causas, aunque los especialistas apuntan al estrés como uno de sus principales factores de riesgo. Además de esto, también influyen otros factores como:
- Bajos niveles de vitaminas, como la B.
- Consumo de alimentos irritantes como ácidos, picantes o excesivamente calientes.
- Padecer reflujo gastroesofágico.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Tener psoriasis, rinitis o dermatitis atópica.
¿Qué síntomas provoca la lengua geográfica?
Los dentistas del Consejo General explican que el primer síntoma que avisa sobre esta patología es.
- La aparición de unas placas de color blanco que se van “extendiendo hacia los bordes de la lengua, formando círculos y dibujos con el aspecto de un mapa geográfico”, de ahí el nombre de esta patología bucal.
- Estos círculos se caracterizan por tener el borde de color blanco y el centro liso y rojizo.
- Su aparición puede ir acompañada de otras molestas como sensación de ardor si se comen alimentos ácidos o picantes.
Para determinar que se trata de lengua geográfica, debemos acudir a la consulta de un dentista. Será él el que indicará si estamos ante la presencia de esta patología benigna.
Además de esto, el Consejo General de Dentistas aconseja “realizar una exhaustiva historia clínica y analítica al paciente debido a su frecuente asociación con otros procesos como alergias, carencias vitamínicas, anemias, etc.”.
¿Se puede tratar?
Pues, aunque no hay ningún medicamento que trate la lengua geográfica en concreto, sí se dispone de tratamientos para aliviar las molestias que produce.
Existen colutorios de ácido hialurónico ayudan a regenerar las papilas gustativas y, en los casos más graves y que más molestias provocan, el dentista puede indicar la aplicación de corticoides locales.
Eso sí, desde el Consejo General de Dentistas advierten que en el caso de estar afectados por esta patología debemos:
- Eliminar todos aquellos alimentos o sustancias que puedan irritar la lengua, como los picantes, los ácidos, el alcohol o el tabaco.
- Cuidar especialmente la higiene bucal, incluida la lengua.
Por último, los dentistas subrayan que “lo más importante es encontrar la causa que origina el cuadro y tratarla, lo cual no siempre es fácil”.
¿Cómo limpiar correctamente la lengua?
Como suele ser la gran olvidada a la hora de la limpieza bucal, los especialistas del Consejo General de Dentistas de España nos dan unos sencillos consejos para mantener la lengua en buen estado.
- Lo primero es la limpieza. Se puede aprovechar el lavado de dientes para frotar con el cepillo la lengua, aunque lo mejor es hacernos con un raspador lingual que permite “eliminar las bacterias y las células muertas”.
Para que estos raspadores sean realmente eficaces, los especialistas aconsejan usarlos delante de un espejo. Debemos sacar completamente la lengua y pasar el raspador desde la parte más interna hasta la punta.
Alcanzar el final de la lengua puede provocar nauseas en algunas personas, por lo que los dentistas recomiendan “ir progresivamente y respirando por la nariz para disminuir este efecto”.
- Una vez terminada la limpieza, hay que lavar correctamente el raspador lingual y guardarlo, preferiblemente dentro de una funda o estuche.
Otra recomendación importante es “eliminar todos los factores irritantes: la presencia de dientes rotos, de coronas o prótesis mal ajustadas, así como eliminar el tabaco, el consumo no moderado de alcohol o café”.
- Una dieta equilibrada. Comer de forma saludable, con fruta y verdura como parte esencial de la dieta, “permitirá evitar determinados déficits de vitaminas que afectan a nuestra lengua” concluyen los dentistas.