Acaba de fallecer ahogado un joven de 18 años en el Pantano de San Juan, en los alrededores de Madrid. El cuerpo fue encontrado unas 18 horas después de su desaparición, a 5 metros de profundidad y a unos 12 metros de la orilla.
Una buena oportunidad para hablar de la seguridad del baño, sobre todo en el agua dulce de pantanos, ríos y embalses.
Porque ya sabemos que el baño es uno de los grandes placeres de estas fechas. Especialmente en un país como el nuestro, con un extenso litoral y numerosas playas que nos permiten nadar en un agua que no presenta riesgos biológicos ni químicos para la salud, ya que según la Agencia Europea de Medio Ambiente:
- El 88,9% de las zonas de baño marinas del litoral español tiene una calidad de agua excelente.
¿Las aguas dulces interiores son seguras para el baño?
Al margen de los peligros de ahogamiento conocidos por todos, relacionados con la salud o con la zona en la que nos encontremos, debemos tener en cuenta que en nuestro país hay una gran cantidad de aguas dulces interiores en las que está permitido el baño:
- Embalses (acumulaciones de agua artificiales) o pantanos (naturales)
- Lagunas
- Ríos.
Algunas de ellas incluso cuentan con magníficas infraestructuras (tanto es así que desde el año 2010 tenemos playas interiores con bandera azul, la primera de ellas conseguida por una playa en el embalse de Orellana, en Badajoz).
Pero aquí vamos a centrarnos en los riesgos biológicos de las aguas.
- Porque existe el problema de que en determinadas ocasiones las aguas interiores pueden presentar riesgos biológicos extremadamente peligrosos asociados a la baja calidad del agua.
Que nos hayamos bañado toda la vida no significa que sea seguro
Según la Agencia Europea de Medio Ambiente en España solo el 55,9 % de estas zonas de baño interior tienen una calidad de agua excelente.
- Esto implica que en casi la mitad de las aguas de baño interiores deberíamos tomar ciertas precauciones.
Para empeorar las cosas España es uno de los países del mundo donde la calidad de sus aguas continentales se deterioró más rápidamente y sigue haciéndolo.
- Así, lugares en donde “la gente se bañó toda la vida” pueden ser en la actualidad muy peligrosos.
¿Qué significa el peligro de la eutrofización?
Uno de los mayores problemas de nuestras aguas continentales es la eutrofización, esto es la contaminación por nutrientes inorgánicos principalmente fosfatos y nitratos.
Antes de los años 70 la mayoría de las aguas continentales españolas, incluyendo los embalses, tenía una calidad excelente.
Pero a partir de entonces la situación empeoró con gran rapidez.
- Los fertilizantes de la agricultura
- Los purines de la ganadería intensiva
- Las aguas residuales de las ciudades fueron las principales causas de esta eutrofización.
- Los antiguos detergentes con fosfatos tapien tuvieron su parte de culpa.
Cuando las aguas continentales superficiales se eutrofizan, a menudo se producen en ellas grandes proliferaciones de cianobacterias y microalgas.
¿Sustancias de guerra química en nuestras aguas?
Las cianobacterias (antes llamada algas verde-azules) son organismos microscópicos fotosintéticos que durante el verano pueden alcanzar densidades enormes (hasta de millones de individuos por mililitro) en aguas que tengan una gran cantidad de nutrientes, muchas horas de luz y temperaturas elevadas.
La especie de cianobacteria que más proliferaciones masivas produce en aguas eutrofizadas de todo el mundo es Microcystis aeruginosa. Nuestro país no es una excepción a esto y las proliferaciones de Microcystis son muy frecuentes.
No hay que andarse con bromas con Microcystis aeruginosa pues produce unas toxinas -las microcistinas– que son tan peligrosas que la Organisation for the Prohibition of Chemical Weapons (OPCW) las califica como sustancias de guerra química.
¿Qué pueden provocar las microcistinas en nuestra salud?
A nivel molecular las microcistinas son inhibidores de las proteín-fosfatasas.
- Producen un daño hepático masivo que puede terminar causando la muerte.
- Además son inductores de tumores digestivos.
Como un ejemplo de su peligrosidad, Deng Xiaoping, quien fuera Líder Supremo de la República Popular China entre 1978 y 1989, en uno de sus más importantes discursos ante la Comisión Consultiva Central del Partido Comunista de China declaró que las proliferaciones de cianobacterias tóxicas era uno de los principales problemas de salud pública en China al que había que dedicar “todos los recursos y esfuerzos necesarios para combatirlas”.
¿Nos podemos intoxicar solo con bañarnos?
La Organización Mundial de la Salud considera que cuando se superan valores tan pequeños como la millonésima parte de un gramo de microcistina por litro de agua no se puede beber ni bañarse en ella.
- Además en algunos países con esos niveles de microcystinas se prohíben también los deportes acuáticos (piragüismo, vela, pesca..) en la zona afectada.
El agua contaminada por microcistinas ha provocado:
- Miles de casos de mortandades masivas de fauna salvaje (matando incluso a rinocerontes blancos en el Parque Nacional Kruger de Sudáfrica).
- En España han producido numerosas mortandades de fauna en áreas tan emblemáticas como el Parque Nacional de Doñana.
- Las microcistinas también han matado gran cantidad de animales domésticos y cabezas de ganado
- Y, por supuesto, personas, incluso de formas tan complejas como pasando a través de las membranas de diálisis para enfermos renales.
Desafortunadamente las microcystinas no son las únicas toxinas que producen las cianobacterias.
También sintetizan toxinas tan peligrosas como las anatoxinas, cuyo mecanismo de acción es muy parecido al de los pesticidas organofosforados. Algunas especies pueden producir saxitoxinas (la toxina de naturaleza no proteica más potente que se conoce).
La forma más fácil y peligrosa por la que podemos intoxicarnos con microcystinas es a través del agua de bebida. En general las Estaciones de Tratamiento de Aguas Potables son muy eficaces eliminando estas microcystinas.
Pero si nos bañamos en una zona contaminada por cianotoxinas nos estamos exponiendo al peligro de tragar agua que las contenga.
Indirectamente el fuerte viento produce aerosoles de agua que pueden contener toxinas que entren en nosotros al respirar.
Además de estas toxinas tan peligrosas, las cianobacterias producen toxinas dermotóxicas que producen daño por contacto en la piel.
¿Cómo reconocer las cianobacterias y saber si me puedo bañar, donde no hay banderas?
Todo lo visto hasta ahora indica que bañarse en un lugar donde haya cianobacterias tóxicas puede ser una pésima decisión. Pero… ¿Cómo evitarlo?
En muchos casos las comunidades autónomas facilitan información sobre la calidad del agua de zonas de baño, así que, antes de bañarnos, siempre es buena idea buscar esta información en internet.
Pero esto no es suficiente. Pues no siempre hay información actualizada disponible.
Por eso debemos aprender a distinguir las proliferaciones masivas de estas cianobacterias tóxicas.
Y en este sentido no es difícil tomar una serie de precauciones:
- Individualmente las cianobacterias son muy pequeñas. Su tamaño es solamente de unas pocas milésimas de milímetro, con lo que no podemos distinguirlas a simple vista.
- Sin embargo las cianobacterias forman colonias de miles de células, muchas de las cuales son visibles a simple vista como pequeños puntos de color verdoso -del tamaño de la cabeza de un alfiler, a veces un poco mayores- que flotan entre dos aguas.
- Una simple lupa permite apreciarlas en mayor detalle.
- A menudo también flotan en la superficie del agua produciendo una especie de “natas” verde-azuladas.
- Además el viento las acumula contra la orilla donde forman acúmulos verdosos sin forma bien definida pero muy diferente de las plantas acuáticas.
- En los casos en los que hay más abundancia estas cianobacterias se acumulan formando una especie de puré de guisantes.
Las cianobacterias tóxicas son muy peligrosas. Ante la menor sospecha debemos renunciar al baño. Nuestra salud está en juego.