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“Ganar el título”. Ese es el único objetivo de Carlos Alcaraz y Novak Djokovic. Los dos lo han dicho convencidos y con esa misión van a entrar en la central de Wimbledon. Un año después, vuelven a encontrarse con el título en juego. La revancha está servida (15.00 horas, Movistar).
“La historia está en juego”, anunció el tenista serbio, que aspira a conquistar su octavo título en Londres para aumentar a 25 su récord de Grand Slams. Sus números asustan. Djokovic jugará su 37ª final de Grand Slam (24 ganadas). En Wimbledon disputará su 10ª final (7 títulos), igualando las 10 del Open de Australia (10 títulos), 10 del Abierto de Estados Unidos (4 títulos) y 7 de Roland Garros (3 títulos). A sus 37 años jugará el partido 425 en los 75 Grand Slam en los que ha participado con solo 49 derrotas.
“Una leyenda”
Su palmarés atemoriza a cualquiera. “Es una leyenda”, admite Alcaraz, que se siente “listo para el desafío”. No solo eso. “¿Djokovic? Creo en mí mismo, creo que voy a ganar Wimbledon. Se lo que debo hacer para ganarle”, aseguraba tras clasificarse para la final. Alcaraz también quiere hacer historia. Si gana será el noveno jugador en la historia del torneo que revalida el título y el sexto, desde la era Open (1968), que hace el doblete el mismo año después de ganar Roland Garros. Los tres últimos en conseguirlo han sido Rafael Nadal (2008 y 2010), Roger Federer (2009) y el mismo Djokovic (2021).
“Es algo increíble y muy difícil de hacer. Vamos a intentar estar en esa lista”, decía el joven tenista murciano que, con 21 años, no tiene la necesidad imperiosa del reto de Djokovic. “Estoy seguro de que Carlos ganará otros Grand Slams en su carrera, pero no este domingo. Eso espero”, decía el tenista serbio.
“Un Superdiez”
“Lo que está haciendo Carlos después de ganar en Roland Garros y llegar a la final es algo escandaloso, sobre todo a nivel mental, aguantando esa presión que todo el mundo le pone. Es un Superdiez”, destacaba este sábado su entrenador Juan Carlos Ferrero.
La efectividad de Alcaraz en Grand Slams aún es, de momento, mejor que la de Djokovic. Tres triunfos en tres finales (US Open 2022, Wimbledon 2023 y Roland Garros 2024). “Las finales son para ganarlas, no para jugarlas”, siempre dice. En las casas de apuestas pronostican lo mismo: 1,63 euros por el triunfo de Alcaraz contra 2,33 por el de Djokovic.
“Puede que me vean favorito, pero en una final no hay favoritos. Veremos quien juega mejor ese partido”, decía Alcaraz dispuesto a “disfrutar por estar de nuevo en una final de Wimbledon”.
“Será una batalla como mínimo como la del año pasado. Van a ser cinco horas otra vez, por lo que el nivel mental de Carlos tiene que ser alto”
Una final que Ferrero predecía que “será una batalla, como mínimo como la del año pasado. Van a ser cinco horas otra vez, por lo que el nivel mental tiene que ser alto”. Un partido en el que Alcaraz “deberá aprovechar la experiencia del año anterior. No salir con tantos nervios y tratar de mejorar cosas que contra Novak siempre son necesarias”, valoraba. Mejorar la consistencia de juego de Alcaraz, evitar las desconexiones que tiene y, en el plan técnico, ese saque que falló en el primer set ante Medvedev. Eso fue lo que estuvieron preparando en el entrenamiento de este sábado, antes de hablar del partido.
En sus enfrentamientos, el tenista serbio domina 3-2 y desde su derrota el año pasado en Wimbledon (1-6, 7-6 (6), 6-1, 3-6, 6-4) le ha ganado en la final de Cincinnati (5-7, 7-6 (7), 7-6 (4) y en las finales de la ATP Finals (6-3, 6-2), también en 2023.
“Esperamos un nivel altísimo de Djokovic. Se le ve desplazarse bien y recuperado de la rodilla. Planteamos un partido físico, largo, para que la juventud haga que las piernas de Carlos estén más frescas al final del partido que las de Novak”, adelantaba Ferrero.
La duda de la rodilla
Esa operación en la rodilla a la que tuvo que someterse tras retirarse de Roland Garros (5 de junio) es la principal duda de cómo va afrontar Djokovic la final, 39 días después de esa intervención en su menisco derecho.
“Desde el tercer partido ya no pienso en mi rodilla”, asegura el serbio que aterrizó en Londres sin saber si podría jugar el torneo. “Hasta el día antes del sorteo del cuadro no lo sabía”, ha explicado. “Si juego es para luchar por el título”, dijo cuando se decidió. Tras cinco victorias saltará este domingo a conseguir su reto. A Alcaraz le toca evitarlo para ser él quien escriba la historia.
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