El Juzgado de Instrucción número ocho de Llíria ha acordado la libertad con cargos del futbolista Rafa Mir acusado de dos delitos de agresión sexual a una joven de 21 años. Asimismo, para el otro detenido, acusado de un delito de lesiones, la jueza también lo ha dejado en libertad con cargos y medidas cautelares. El auto de la jueza tiene en consideración el arraigo del futbolista detenido, ciudadano español con residencia en Bétera. Así, pese a la persistencia en la incriminación de las víctimas, que esta mañana han declarado los hechos tal cual ya relataron ante la Guardia Civil, ambos arrestados van a salir libres con medidas cautelares.
Por su parte, el futbolista del Valencia C. F. detenido por agredir sexualmente a una joven ha negado ante la jueza los hechos y ha alegado que las relaciones sexuales fueron consentidas. Rafa Mir, cedido por el Sevilla F. C., ha llegado a las 11.00 horas al cuartel de la Guardia Civil de Llíria, donde ha permanecido en calabozos hasta que han acabado de declarar las víctimas. Una vez concluida su declaración y para evitar que las víctimas se cruzaran con sus presuntos agresores en el juzgado, la jueza ha solicitado que le llevaran a ambos detenidos para tomarles declaración.
El primero en declarar ha sido el propio futbolista del Valencia CF. Tras insistir en su inocencia y dar una versión bien distinta a la que relatan las víctimas, ha sido el turno del segundo arrestado. Este detenido, de 26 años, es también jugador de fútbol en el equipo murciano del Alcantarilla F.C., de Tercera División RFEF. En su caso se le acusa de un delito de lesiones por golpear a la segunda víctima, de 25 años.
Dos noches en calabozos
Tras permanecer dos noches en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de la calle Calamocha de València, a las 10.15 horas Rafa Mir ha sido conducido hasta los juzgados de Llíria. Al no disponer de calabozos las dependencias del Juzgado de Instrucción número 8 de Llíria, ambos detenidos han permanecido en los calabozos del cuartel de Llíria hasta que minutos antes de las 14.00 han sido conducidos ante el juez.
Las víctimas han ratificado sus denuncias
Durante la mañana han prestado declaración ambas víctimas, que han relatado punto por punto los mismos hechos denunciados ante la Guardia Civil. Tras finalizar su declaración han abandonado los juzgados y es entonces cuando el juez ha pedido que le trajeran a los dos detenidos para tomarles declaración.
Los hechos por los que tendrá que responder ante la Justicia Rafa Mir se produjeron la mañana del pasado domingo en el domicilio del futbolista, en la urbanización Torre en Conill de Bétera. La noche anterior el delantero cedido por el Sevilla F. C. había conocido a dos jóvenes en una conocida discoteca de València, como informó ayer Levante-EMV. En torno a las siete de la mañana tras abandonar el local les dijo de seguir la fiesta en su casa y las convenció para que se subieran a un taxi con él dirección a Bétera.
A esta fiesta privada en el domicilio del futbolista se sumaron otros dos jóvenes amigos de Rafa Mir, entre ellos el segundo detenido por la Guardia Civil.
El letrado de Rafa Mir, Jaime Campaner, no ha querido detenerse a hacer declaraciones a su llegada al juzgado pero ha insistido en que su representado niega las agresiones sexuales y asegura que se trató de relaciones consentidas.
Los hechos denunciados
Si bien con una de las denunciantes sí mantuvo sexo consentido en un primer momento en una de las habitaciones del inmueble, la segunda denuncia que tras tener sexo con su amiga el futbolista la arrojó a la piscina y le agredió sexualmente, primero en el agua y posteriormente en un baño de la casa, al que presuntamente la habría introducido Rafa Mir por la fuerza.
Tras estas presuntas agresiones, denunciadas por la víctima, la otra joven salió de la habitación y se enzarzó en una discusión por lo que le habían hecho a su amiga. Fue entonces cuando el segundo arrestado por la Guardia Civil la habría agredido causándole lesiones en el labio.
El futbolista y sus amigos las tiraron de malas formas a la calle semidesnudas, lo que fue visto por un vecino que alertó a la Policía Local de Bétera y a la seguridad privada de la urbanización.