Brahim Díaz ha elegido Marruecos. Y lo ha hecho porque en la selección africana le han asegurado cosas que con España nunca tendrá aseguradas. Más allá del interés que han mostrado para seducirle, con vistas del seleccionador marroquí a Milán o llamadas del presidente de la Federación y del entorno del rey, la única realidad tangible es que Brahim no tiene un lugar asegurado en España, ni por supuesto la titularidad, mientras que en Marruecos recibirá el tratamiento de estrella de la selección.
De la Fuente antepone el grupo al jugador
Luis de la Fuente y su staff han sido fieles a su rutina de trabajo y han aplicado el mismo ‘modus operandi’ que con el resto de jugadores. Lo han incluido en la prelista e iba a estar en la lista del próximo viernes para jugar los amistosos ante Colombia y Brasil. Como cualquier jugador de la prelista, no ha recibido la llamada del seleccionador, porque De la Fuente no llama a los que jugadores a los que sigue. Solo se comunica con los que están lesionados para seguir su evolución y que se sientan respaldados en ese proceso.
Con Brahim no se ha querido hacer una excepción y se le ha tratado como al resto de jugadores de la convocatoria. El propio seleccionador confirmaba este extremo en el EFE Sport Business Days en la Universidad Alfonso X el Sabio: “Respeto la postura de Brahim. Cada uno es libre de tomar sus decisiones. Para mí, hay siempre tres máximas para ser seleccionado: que pueda jugar en la selección, que quiera hacerlo y que el seleccionador le seleccione. Lo más importante es querer, sin exigencias ni obligaciones, en igualdad de derechos y obligaciones. Lejos de ese punto de partida, me tenéis enfrente siempre. No he hablado con él. Yo convoco o no convoco y la gente hace lo que cree que tiene que hacer. Seguro que he sido el que más le ha seleccionado. Le tengo un gran aprecio y le deseo lo mejor. Total y absoluto respeto”.
Desde la selección no han querido entrar en el juego de Marruecos para seducir al jugador, al que De la Fuente conoce bien porque ha contado con él en categorías inferiores. De hecho, el madridista ha debutado incluso con la absoluta, marcando un gol en su estreno. Pero el seleccionador ha preferido preservar el equilibrio del grupo y mantener la rutina de trabajo que se tiene con todos los jugadores que van con el equipo, contactando con ellos una vez son convocados y no antes.
El nuevo ‘Isco’ del Madrid
El problema real que tiene Brahim es que no es un futbolista determinante para la selección como lo pueden ser otros jugadores que son titulares en sus equipos y que sí se han hecho con un hueco con regularidad en las convocatorias de la absoluta como Dani Olmo, Lamal Yamine o Nico Williams. Brahim ni siquiera se ha afianzado en el once titular del Madrid, donde es el recambio de Bellingham cuando el inglés es baja por lesión o sanción.
Brahim, de 24 años, es visto por el grupo de técnicos de la RFEF como un jugador joven de enorme talento y proyección, pero debe confirmarlo con regularidad y haciéndose con un puesto titular en un equipo en el que difícilmente lo será con jugadores como Vinicius, Bellingham, Rodrygo, Camavinga, Kroos o la inminente llegada de Kylian Mbappé. Se le encuentra cierta similitud con su paisano Isco Alarcón, otro talento que tuvo momentos brillantes en la selección, pero perdió protagonismo al quedar relegado al banquillo en el Bernabéu.
Por eso De la Fuente ha seguido el protocolo habitual con Brahim, al incluirlo en la lista y valorar su convocatoria el próximo viernes, lista en la que se contaba con él para verlo en acción en Wembley y en el Bernabéu en estos días. Lo que no se ha querido es hacer una excepción ni entrar en el juego que se trae el jugador con Marruecos, ya que lleva semanas haciendo público el cortejo de los norteafricanos para ver si De la Fuente realizaba algún movimiento tratando de asegurarse su presencia con España.
La actuación del seleccionador está levantando críticas porque hay quien cree que podía haber mostrado más cintura y podía haber contactado con el futbolista para mostrarle su interés. Pero el de Haro ha priorizado al grupo sobre el jugador, manteniendo su conducta habitual aunque eso pueda haber facilitado los movimientos de los marroquíes. España pierde la opción de convocar a un jugador que está por ver si acaba siendo la estrella que Marruecos espera, o se queda en otro diamante que se marchita en el banquillo del Madrid a la sombra de sus grandes estrellas. Talento tiene, algo que no discute nadie, el tiempo dirá sí De la Fuente ha acertado preservando el equilibrio del grupo o ha dejado escapar a un jugador diferencial.